Si tu iPhone ha alcanzado una temperatura demasiado elevada como para que siga funcionando, y se ha bloqueado, en este post te vamos a dar algunas recomendaciones para solucionar el problema. Además, también te vamos a dar algunas indicaciones sobre qué es lo que nunca hay que hacer en ningún caso, si queremos que nuestro teléfono siga funcionando con normalidad.
Qué ocurre cuando el iPhone se calienta demasiado
Todos los equipos electrónicos tienen un rango de temperaturas externas en los cuales pueden funcionar con total normalidad. La temperatura del ambiente afecta al interior del teléfono, no sólo incide en la parte exterior. Si se excede este umbral, tanto por arriba, como por abajo, el dispositivo entra en bloqueo por seguridad, para evitar que se dañen sus componentes internos. Y sólo cuando la temperatura interna del iPhone ha bajado (o subido) lo suficiente, el dispositivo se podrá volver a usar sin problema.
Si el iPhone se calienta demasiado en su interior, todos sus componentes están en peligro. Desde la batería, hasta la pantalla, pasando por todos los sensores que incorpora. Es por eso que nos aparecerá un mensaje de advertencia en la pantalla, que nos indica que el teléfono queda bloqueado por altas temperaturas. Y que hay que esperar un tiempo (que dependerá de cuánto va a terminar de enfriarse) hasta poder volver a utilizar todas las funciones.
De hecho, la batería es uno de los componentes que más llega a sufrir por el calor. Esto provoca un estrés en las celdas, lo cual hace que, con el tiempo esta acabe por degradarse a una velocidad más rápida de lo normal. Si bien, porque se nos bloquee una vez el iPhone por temperatura extrema, no va a hacer que la batería se degrade de inmediato, sí que es un factor de riesgo muy importante que podemos prevenir, si actuamos correctamente, y si evitamos sobreexponer el teléfono a condiciones extremas.
Lo que nunca debes hacer para enfriar tu teléfono
Si tu iPhone tiene la temperatura más elevada de lo normal, y quieres enfriarlo de forma rápida, aquí te damos a conocer algunas cosas que no debes hacer bajo ningún concepto. Porque aunque puedan parecer una buena idea, pueden romper el teléfono por lo que te vamos a explicar a continuación:
- No pongas tu iPhone en la nevera o congelador: Aunque tienen una temperatura baja, si ponemos el teléfono aquí dentro podemos acabar provocando un contraste de temperaturas muy brusco en poco tiempo. Si esto ocurre, los componentes más sensibles de dentro del teléfono pueden romperse. De igual modo, el cuerpo exterior está en riesgo. Si todo el cuerpo está construido en cristal, este podría quebrarse por el choque de temperaturas.
- No mojes tu iPhone en agua fría: Si tu teléfono es resistente al agua, debes saber que esta protección no es infalible. Y a pesar de que no entre agua dentro de los componentes internos del teléfono, podemos provocar, nuevamente, un cambio demasiado brusco de temperaturas que puede afectar tanto a la parte interior, como exterior del iPhone.
Lo que sí debes hacer
Para evitar exponer tu teléfono a los líquidos o a los cambios de temperaturas muy extremos, hay varias alternativas que podemos llevar a cabo si queremos bajar la temperatura interna. Una de ellas es, directamente, apagar el iPhone. Si hacemos esto, evitaremos que siga en funcionamiento (por muy bloqueado que esté en ese momento). Y si todo está en reposo, haremos que tarde menos tiempo en que se enfríen los componentes internos.
También puedes resguardar el móvil en un sitio que sea más fresco y, a poder ser, oscuro. De esta manera evitaremos que el teléfono quede expuesto a la temperatura exterior, facilitando el proceso de que se enfríe hasta los rangos óptimos de funcionamiento. En función de la temperatura que haya alcanzado el iPhone, y de la temperatura a la que se encuentre el lugar donde está guardado, va a tardar más o menos tiempo en enfriarse.