Para ampliar el espacio de almacenamiento en el Mac existen varias opciones a por las que podemos ir. Los discos duros externos y memorias USB son una de ellas. Pero si queremos ir más allá, quizás se nos vengan a la cabeza términos como «nube» o NAS. Así que en este post vamos a ver cuál de estos dos puede ser más conveniente, si tenemos un Mac.
Los soportes de almacenamiento remotos son una gran ayuda si tenemos un Mac con poco espacio de almacenamiento, o si simplemente queremos tener siempre disponible una copia de seguridad en otro sitio, a la cual podamos acceder a través de internet. Por eso, conocer las ventajas y desventajas de cada una de estas modalidades es muy importante, a la hora de decidir a qué vamos a apostar.
Lo bueno que tienen ambos servicios
Vamos a empezar por ver las bondades de los servicios en la nube en el Mac. En este caso tenemos una situación especial, ya que Apple cuenta con su propia plataforma, iCloud, la cual tiene una integración total con el sistema operativo de macOS.
La integración de iCloud con macOS y la inversión inicial
Con el mismo ID que ya usamos, podemos realizar copias de seguridad de todo lo que queramos. Pero también podemos configurar por defecto que todo lo que hagamos con el ordenador se guarde en iCloud Drive. De hecho, todo lo que guardamos en iCloud Drive se nos presenta como si estuviera guardado dentro del ordenador, por lo que además de la integración, tenemos un modo de operar totalmente automatizado.
En cuanto a coste y mantenimiento, no se necesita una inversión inicial grande, ya que tenemos varios planes de suscripción mensual bastante económicos, con los que vamos a tener una gran cantidad de espacio disponible.
Olvídate de las suscripciones y toma el control con el NAS
En cuanto a los discos duros NAS, la primera ventaja que tenemos es que no vamos a depender de ninguna tercera compañía para tener nuestras copias de seguridad a salvo: los servidores están en nuestra casa. Además, si no queremos estar pendientes de los pagos recurrentes, con un disco duro NAS, nos vamos a olvidar de las suscripciones.
Además, podemos adaptar lo que queremos subir, y tenerlo organizado como si de un ordenador virtual se tratara. La gran mayoría de cosas que vamos a hacer, de cara a la galería, se nos va a presentar en un entorno que podemos configurar a nuestro gusto y moldear en función de nuestras necesidades.
Muchos fabricantes disponen de aplicaciones para Mac, así como de interfaces web con las que poder llevar a cabo las copias de nuestras archivos, así como la visualización de los mismos. Y por supuesto, no vamos a tener problemas para acceder a nuestro contenido si estamos fuera de casa, ya que vamos a tener un usuario y contraseña para acceder a nuestro panel.
Las desventajas de la nube y del NAS
Un disco duro NAS requiere de una inversión inicial, en la que tenemos que adquirir el propio hub y las memorias. Dependiendo del fabricante, el modelo y la cantidad de espacio, la inversión inicial puede llegar a ser elevada.
Con el NAS debes hacerte cargo de todo (incluso del suministro)
Del mismo modo, vamos a necesitar una conexión a la red eléctrica y a la red de forma permanente en nuestra casa (o donde esté ubicado el propio NAS), para así tener un acceso siempre garantizado a todo lo que tengamos guardado.
En el caso de que haya un corte de suministro, no podremos acceder a nuestros datos. Y si queremos que nuestra información se mantenga bien guardada, en el caso de que falle alguna conexión, podríamos requerir de equipamiento adicional, como por ejemplo un SAI de corriente, para evitar apagones abruptos, y así hacer que los discos no se dañen.
Con la nube, dependes de los demás
Por parte de la nube, hay dos desventajas principales, que se pueden aglutinar bajo un mismo paraguas: la dependencia de otros. Dependencia, por un lado, de tener que estar pagando mes a mes, para tener esta parcelita virtual en la red.
Por otro, el hecho de que, a pesar de la seguridad y la privacidad, nuestros datos van a estar en los servidores del proveedor. Como decimos, a pesar de la seguridad y privacidad, dependemos de que los servidores no se caigan, para poder tener un acceso garantizado.
Y, si bien, servidores de grandes compañías no suelen desconectarse con facilidad, hay que ser conscientes de que no hay ninguna tecnología que sea perfecta, y cuando ocurren fallos a gran escala, no está en nuestra mano el poder solucionarlos.