El sistema de reconocimiento facial de Apple, Face ID, está ya integrado en los iPhone desde 2017 y desde 2018 en los iPad Pro. Sin embargo, sigue ausente en los ordenadores Mac. De hecho en estos solo encontramos rastros de Touch ID, el detector de huellas. No obstante, y a tenor de muchos rumores durante años, podríamos estar muy próximos a ver ya los primeros dispositivos de esta gama con este sistema.
Notch, ¿un preámbulo de Face ID en MacBook?
Ver los MacBook Pro 2021 con notch y que sin embargo no tengan Face ID parece absurdo. De hecho hubiese sido lo lógico, independientemente de que integrasen también Touch ID. Cierto es que es una solución de diseño de Apple para integrar la cámara sin que los marcos de la pantalla sean demasiado gruesos, aunque teniendo en cuenta la capacidad de los ingenieros y diseñadores de la compañía, resulta extraño que no hubiesen encontrado una solución menos invasiva.
No obstante, existe una teoría que podría tener bastante sentido. Y no solo que el notch pueda ser ya una seña de identidad de la marca. Y es que es probable que desde Apple tuviesen en su hoja de ruta introducir Face ID en los MacBook y que, por algún imprevisto durante su implementación, optasen por volver atrás. Vista esa tesitura y que en el futuro siguen pensando implementarlo, optaron por integrar ya el notch, dado que sería cuanto menos extraño lanzar un MacBook todo pantalla y que tiempo después esta se vea reducida por la integración de ese notch con Face ID.
De este modo, Apple podría tener ya listo el diseño a falta de que en próximas generaciones se sumen los sensores correspondientes a su sistema de reconocimiento facial. Aunque por dar más contexto a la teoría, hay que decir que sonaría cuanto menos contradictorio que en los iPhone parezcan estar a punto de retirar el notch y que en los MacBook esté sucediendo el proceso inverso.
¿Qué supondría Face ID en un ordenador Mac?
Lo primero de todo es que reforzaría esa idea de Apple que, pese a no haber dejado de lado Touch ID, afirmó en varias ocasiones que su sistema de reconocimiento facial es superior a nivel de seguridad e incluso eficacia. De hecho, pese a los intentos de la competencia, es el sistema que mejor funciona por su preciso conjunto de sensores 3D capaces de emitir luces infrarrojas con las que distinguir nuestros rostros. Además no debería suponer un mayor precio, dado que es una tecnología ya con cierto recorrido.
Sin embargo, en el terreno práctico no parece que vaya a suponer un cambio drástico, por lo que realmente tampoco debería ser una carencia urgente de cubrir. Sabiendo como funciona este sistema en iPhone y iPad, en los cuales se tiene que pulsar un botón para confirmar acciones, imaginamos que en los Mac no cambiaría la cosa. Por tanto, si a fin de cuentas se tiene que pulsar un botón para confirmarlo, va a suponer el mismo gesto que ahora que se tiene Touch ID en el teclado. La única diferencia será que ahora es la huella lo que nos distingue y con Face ID sería nuestra cara.
Otro aspecto a destacar es que la necesidad de Face ID en los iPhone vino derivada del querer ampliar la pantalla y reducir marcos, ya que en 2017 los sensores de huella bajo pantalla no estaban tan desarrollados como ahora. En los Mac no importa que haya o no Touch ID, ya que en caso de haberlo lo hay en el teclado y eso no supone variación alguna a la pantalla. Además, la tecla donde se coloca (superior derecha), no es precisamente una esencial.
Recordamos que, salvo sorpresa, este próximo mes de marzo (o abril) veríamos ya los primeros Mac del año: MacBook Air y iMac (modelo grande). Si bien para el ‘Air’ no se espera que pudiese llevarlo, quién sabe si el modelo de sobremesa podría ya estrenar este sistema de Face ID. Desde luego, será un punto de inflexión y algo esencial para salir de dudas sobre su funcionamiento en macOS. De igual forma, será interesante de ver si se implementa también Touch ID y de qué modo conviven ambos sistemas biométricos.