Apple es una compañía que está en constante evolución, y prueba de ello es el ritmo frenético que lleva a nivel de lanzamientos tanto de hardware como de software. Pues bien, uno de los próximos grandes movimientos que llevará a cabo la compañía de Cupertino tendrá un gran impacto en su dispositivo estrella, el iPhone. Sigue leyendo que te lo contamos todo.
Apple es una compañía que cada paso que da lo tiene muy bien pensado y muy bien calculado, y parece que el próximo está bastante cerca, o al menos así lo ha informado Mark Gurman a través de su boletín semanal, y lo cierto es que siendo uno de los analistas sobre Apple más reputados, hay que tomarse muy en serio sus palabras. Además, este rumor que corre alrededor no solo del iPhone, si no del resto de productos de Apple, no es la primera vez que sale a la luz, por lo que como siempre decimos, cuando el río suena, agua lleva.
Apple fabricará sus propias pantallas
El gran cambio que prepara Apple para el año 2024 es la fabricación de sus propias pantallas, y es que al parecer, la compañía de Cupertino lleva más de seis años trabajando en estas pantallas que contarán con la tecnología microLED, siendo la primera pantalla que estará diseñada completamente a medida para cada uno de los dispositivos, con todas la ventajas que ello conlleva.
El objetivo de Apple con estas pantallas propias microLED es llevarlas de forma inicial a uno de los productos estrellas del 2022, el Apple Watch Ultra, y es que según informa Gurman, la renovación que sufrirá este equipo en 2024 conllevará también el debut de las pantallas propias de Apple. Pero ojo, que Apple no quiere quedarse ahí, ya que el Apple Watch Ultra será la primera pieza del puzzle, ya que tras este equipo, los de Cupertino tienen intención de que sus pantallas lleguen al resto de productos, incluido por supuesto el iPhone, su buque insignia.
Seguramente, tras conocer esta noticia, muchos usuarios se pueden llegar a preguntar cuáles serán los beneficios para Apple y sus productos de que estos cambien las pantallas actuales por las que la propia compañía de Cupertino fabrique. Pues bien, en primer lugar, el hecho de que Apple tenga la capacidad de crear las pantallas que llevarán sus equipos, le proporciona un control tremendo sobre el desarrollo de las mismas, pudiendo dar rienda suelta a la imaginación y adaptar cada una de estas a una serie de necesidades y funciones concretas. Inicialmente estas pantallas ofrecerá un brillo, reproducción de color y ángulos de visión mejorados con respecto a las actuales, que desde luego ya es un gran paso y una gran evolución.
Eso sí, esta transición no va a ser rápida, sobre todo para un producto en concreto, los Mac. El desarrollo de los paneles para estos productos es mucho más complejo que para el iPhone o Apple Watch, por lo que parece que los usuarios que quieran tener un ordenador de Apple con pantallas desarrolladas también por Apple tendrán que coger una silla y esperar sentados durante muchos años.