La mayoría de los usuarios eligen proteger la pantalla de su iPhone con un cristal templado para evitar rayones y daños por caídas. Sin embargo, el porcentaje de personas que utiliza este tipo de protección en el iPad es considerablemente menor. Esto plantea la pregunta: ¿es realmente necesario un protector de pantalla para el iPad?
En este artículo, analizaremos los casos en los que es recomendable proteger la pantalla de tu iPad y aquellos en los que quizás no sea necesario. Así, podrás tomar una decisión informada según tus necesidades y el uso que le das a tu dispositivo.
¿Cuándo no merece la pena?
El iPad es un dispositivo realmente versátil, que se adapta casi al 99% de las demandas de todos los usuarios. Cumple las funciones de productividad o de ocio de prácticamente todas las personas, y hay una opción para todo el mundo. A la hora de decidir ponerle o no un protector de pantalla al iPad, tenemos que reflexionar sobre el uso que vamos a hacer de nuestro dispositivo. En función de ello, la respuesta correcta será una u otra.
Si vamos a utilizar el iPad en nuestra casa, centrándonos en la productividad y el trabajo ofimático, seguramente no merezca la pena ese gasto extra. Además, si tenemos un Magic Keyboard, o el Slim Folio de Logitech el riesgo se reduce. Ya que cuando no uses tu iPad, estará protegido por el teclado. Los iPad Pro M4 ahora utilizan un Magic Keyboard con interior de aluminio, así que la protección es incluso mayor.
Para finalizar, aquellos usuarios que vayan a utilizar el iPad exclusivamente con su Apple Pencil, pueden llegar a pensar que su uso a la larga podría dañar la pantalla. Sin embargo, sería extraño que Apple diseñe y venda un accesorio que vaya a dañar el dispositivo para el que está pensado. El cristal es más duro y resistente que el plástico, que es de lo que está hecha la punta del Apple Pencil, así que no la dañará. Es pura física básica.
¿En qué casos es aconsejable poner protector al iPad?
Podría ser aconsejable si la mayor parte del tiempo vas a usar tu iPad con su correspondiente Apple Pencil, por ejemplo. En este caso tiende a utilizarse sin funda, apoyado sobre alguna superficie, y en algún momento podría caerse. Un protector de pantalla de iPad no garantiza que esta no se vaya a romper, pero desde luego reduce las posibilidades de que pase.
En cambio, si vamos a utilizar nuestro iPad en muchos sitios como la universidad, la biblioteca, cafeterías, etc, el riesgo aumenta. Podría llevarse un golpe en nuestra mochila, caerse al meterlo o sacarlo de ella, y demás. Para esos casos sería muy recomendable el uso de un protector de pantalla para iPad. No solo por los golpes, sino porque al llevarlo en una mochila, la pantalla podría rayarse con un bolígrafo, un lápiz, el ordenador…
El riesgo es mayor si, además, solemos trabajar mucho con nuestro iPad en movilidad, ya sea en el tren, autobús o metro. Aquí hay que tener en cuenta factores externos que nos rodean y que, dado el caso, pueden hacer que nuestro iPad sufra caídas inesperadas. Y en ese momento en que ves a tu iPad en el aire, camino de llevarse un golpe, desearás con todas tus fuerzas haberle puesto un protector de pantalla. Así que es mejor ponérselo antes de que eso suceda. Sea como fuere, es bastante aconsejable ponerle protector de pantalla al iPad. En última instancia, tendremos que tomar la decisión en función de cómo seamos nosotros. Si nunca se te ha caído nada, a lo mejor no hace falta que se lo pongas. Si todos los días se te cae algo, sería recomendable que le pusieses un protector a tu iPad, aunque nunca lo saques de casa.
Consejos para colocar un protector de pantalla en iPad
- La limpieza de la pantalla es un apartado fundamenta. Hazlo con un paño que no suelte pelusas y asegúrate que la pantalla queda libre de huellas y partículas.
- No utilices líquidos abrasivos al limpiar la pantalla.
- Busca un protector de calidad. Recuerda que lo barato sale caro.
- Asegúrate de la compatibilidad del protector de pantalla con tu iPad.
- Ten paciencia a la hora de colocarlo. Hay que ser muy escrupuloso y poner todos nuestros sentidos para que el protector de pantalla quede perfecto y sea casi inapreciable a la hora de disfrutar nuestro iPad.
Estos son los consejos que consideramos imprescindibles a la hora de optar por colocar, nosotros mismos, un protector de pantalla a nuestro iPad. Además, ten en cuenta que en muchas tiendas especializadas en tecnología puedes optar por que sean los propios profesionales de la tienda quienes te pongan el protector de pantalla en tu iPad. Si no se te dan bien estas cosas, o nunca has puesto un protector de pantalla, esto sería lo más recomendable para asegurarnos de que nuestro iPad queda perfectamente. Claro que nos costará más dinero.
Cómo poner el protector tú mismo
Si vas a ser tú quien ponga el protector a tu iPad, lo primero que tendrás que hacer es elegir un protector de calidad que se ajuste bien a tu dispositivo y que garantice seguridad y protección. Como hemos dicho anteriormente, lo barato sale caro, así que elige un buen protector. Después de eso, tendrás que seguir una serie de pasos que te relatamos a continuación para que todo vaya bien y quede perfecto. Los pasos a seguir son:
- Lavarse las manos para eliminar grasa y suciedad y secarlas bien.
- Limpiar la pantalla con una gamuza de microfibra.
- Sacar la pantalla protectora y retirar parcialmente el plástico protector que trae.
- Alinear el lado con el límite de la pantalla de nuestro iPad y fijarlo bien.
- Tirar del plástico protector hacia arriba y hacia afuera, vigilando que se mantiene la dirección y que los límites de la lámina y de la pantalla coinciden.
- Retirar la segunda capa de plástico protector.
- Repasar con una tarjeta de crédito o una lámina de plástico duro, arrastrando de adentro hacia afuera, las burbujas de aire que veas.
Debes estar seguro de ser tú el que va a poner la pantalla. Puede parecer sencillo, pero se necesita buen pulso. Hay que prestar especial atención a las motas de polvo y a las burbujas, ya que de no solucionarlo a tiempo se quedarán ahí hasta que cambies de protector de pantalla de iPad. Y, por experiencia, es una forma muy sencilla de arruinar la experiencia de uso de un dispositivo como el iPad.
¿Mis fundas seguirán funcionando en un iPad con protector?
Si tenemos un iPad con funda, como la Smart Keyboard con teclado, o la Smart Cover, te puede surgir la duda de si tendrás algún problema por colocarle un protector de pantalla a tu iPad. Lo cierto es que, a pesar de que los protectores de pantalla añaden unos pocos milímetros de grosor a la pantalla de nuestro iPad, esta diferencia no es reseñable en el día a día. De hecho, los iPad tienen espacio suficiente como para funcionar con las fundas más convencionales y un protector de pantalla.
De todos modos, si tenemos fundas de protección muy rígidas, o que requieran el montaje de varias piezas para cubrir la superficie del iPad, podríamos encontrarnos algún problema. También si tenemos alguna funda que resistente al agua, ya que envuelven por completo al iPad, y tienen unos márgenes de tolerancia muy pequeños. En estos casos lo mejor es consultarlo con el fabricante. Aunque esos casos suelen ser los de menos.
Lo que sí tienes que saber, antes de montar un protector de pantalla en tu iPad es que, a pesar de que algunos modelos lucen igual en el exterior, hay pequeñas diferencias en cuanto a los bordes de la pantalla o el grosor de los marcos e incluso, diferencias de milímetros en la altura y en la anchura del cuerpo. Es por ello que te recomendamos que te asegures de cuál es tu modelo de iPad, y que busques el protector de pantalla específico para el modelo que tengas. De lo contrario, estas ligeras diferencias harán que el protector de pantalla no encaje bien. En ese caso, sí que es posible que tengas problemas con fundas y otros accesorios.