El primer iMac con Apple Silicon, el M1 más en concreto, tiene interesantes funcionalidades que destacan en comparación con sus antecesores. Pantalla de 24 pulgadas, nuevo diseño, una gama muy amplia de colores, un procesador que da un rendimiento sorprendente… En este artículo repasamos todo lo que debes saber sobre este sorprendente ordenador de Apple lanzado al mercado en 2021. Si estás pensando en comprarlo, te recomendamos no perder detalle.
Un diseño inédito después de una década
Este iMac ha cambiado (y mucho) con respecto a lo que Apple nos tenía acostumbrados con sus ordenadores de sobremesa. Habrá quien el cambio le haya gustado más o menos, ya que al final este es un aspecto tremendamente subjetivo. Sin embargo hay evidentes cambios dignos de reseñar como veremos en siguientes apartados.
Un colorido cuerpo con un grosor asombroso
Lo más llamativo de este iMac es el color. Acostumbrados al siempre elegante plata, Apple rememoró el clásico iMac G3 con un ordenador que, emulando a la frase de Steve Jobs cuando aquel se presentó, da ganas de lamerlo. Metáforas y bromas aparte, este ordenador viene disponible en 7 colores: rosa, amarillo, azul, verde, naranja, morado y, por supuesto, el plata. Sin embargo hay que decir que no tiene el mismo color en la parte trasera que delantera, encontrándonos colores más llamativos en la parte trasera y un color más discreto y en tonalidad pastel en la primera. El cambio en algunos casos es destacado, como el rosa que puedes apreciar en las fotos de este artículo y que por detrás tiende a lucir más a rojo pasión. De hecho ha sido complicado mostrar en fotos el color exacto de este equipo por la variación que supone ante las lentes de cámara.
El ligero peso que tiene este ordenador con respecto a sus antecesores también es digno de mención. Y si, es verdad que no vamos a transportarlo tanto como si fuese un portátil y de hecho es probable que no se mueva de un mismo escritorio durante años. Sin embargo es de agradecer este cambio cuando se trata de moverlo para limpiar, en una mudanza o si queremos cambiarlo temporalmente de estancia.
Aunque lo que más nos llama la atención sin duda alguna es su grosor. Ver un monitor con un grosor así no es complicado, pero no es realmente habitual, por lo que podrás imaginar lo que supone ver un ordenador completo con esta finura habiendo incluido dentro la placa. Es tal la delgadez de este iMac que se ha tenido que añadir el jack de auriculares en el lateral izquierdo porque de hacerlo en la trasera el conector atravesaría la pantalla.
El aspecto unibody recuerda además al de un iPad Pro, con unos bordes completamente planos que solo se redondean al llegar a las esquinas. Y si, una parte trasera completamente plana dejando atrás la característica chepa de los iMac de antaño. Aunque a lo que no ha renunciado Apple en esa trasera es a añadir su característico logotipo en gran tamaño.
Pantalla de mayor calidad y con barbilla (otra vez)
Los modelos de 21,5 pulgadas que precedían a este iMac tenían paneles 4K que han evolucionado ahora a una pantalla que alcanza exactamente las 23,5 pulgadas(aunque oficialmente digamos que es de 24) y tiene una calidad 4,5K. El tamaño del cuerpo en general es prácticamente el mismo que el de 21,5 que mencionábamos anteriormente, sin embargo se consiguió aumentar la pantalla gracias a unos bíseles reducidos que, por cierto, son de color blanco independientemente del color principal que se escoja para el ordenador.
En la parte inferior de la pantalla encontramos una barbilla que vendría a ser el único reducto que queda de lo que fueron esta gama de ordenadores. Eso sí, es ligeramente más pequeña y ya no incluye el logotipo de Apple en el centro. En la caja encontramos stickers con ese logo, pero son de un tamaño mayor. ¿Intencionado por Apple para que no tratásemos de emular esa característica icónica? En cualquier caso hay que decir que esta barbilla tiene un tacto realmente particular por tener un cristal por encima del vidrio y que ocupa toda la parte frontal.
Hardware y experiencia de uso del iMac M1
¿Qué decir del hardware de este dispositivo? Si en el terreno estético observamos novedades relevantes, en los componentes internos encontramos todavía más cambios que cambian por completo la experiencia de uso del dispositivo. Un nuevo procesador, nueva distribución de la placa base, cámara a la altura de la circunstancia…
Rendimiento del procesador y, ¿escasez de RAM?
En estos tiempos en los que la exigencia que se pide a los ordenadores es cada vez mayor, choca demasiado encontrarnos con que la versión más básica de RAM de este iMac es de 8 GB y la máxima de 16 GB. Sin embargo este es un dato que en la práctica resulta un tanto engañoso. Esta memoria se integra en el chip M1 en lugar de ir aparte en la placa como sucedía antaño, a lo cual se suma el hecho de que ese chip es tremendamente eficiente. Como ya sucede en dispositivos como iPhone o iPad, Apple se nutre de la ventaja competitiva de ser quien diseña hardware y software haciendo que ambos comberjan de una forma realmente sorprendente.
La versión que hemos testado es la de 8 GB, es decir, la más básica de todas. Es evidente que para un cierto uso exigente y diario no es lo más recomendable, pero en nuestras pruebas con edición en 4K en Final Cut nos ha sorprendido lo tremendamente rápido que ha sido el equipo e incluso teniendo en buena parte de las ocasiones varias aplicaciones más abiertas. Puedes ver los benchmark obtenidos en Cinebench.
Y aunque no sería del todo preciso que dijeramos esto, en cierto modo se podría decir que los 8 GB de RAM en M1 son equiparables a 16 GB en Intel y así sucesivamente. Insistimos en que esto no es algo real, ya que al final son procesadores diferentes en términos de arquitectura, pero en la práctica se puede experimentar algo muy cercano a ello.
Evidentemente en tareas mucho más cotidianas en la mayoría de usuarios, será un perfecto compañero. No hay lentitud ni nada raro en la reproducción de contenidos, en la gestión de agenda o correo electrónico, revisando la galería fotográfica o simplemente navegando por internet. Por tanto es un dispositivo muy abierto en lo que a nicho de público se refiere, incluyendo incluso profesionales que no requieran de una potencia todavía mayor en lo que a velocidades se refiere.
Una maravilla de Mac controlando temperatura
Otro de los aspectos donde el M1 destaca y que ya conocíamos de los modelos anteriores lanzados al mercado es el de la ventilación. Este iMac, a diferencia de su antecesor, dispone de dos pequeños ventiladores a ambos lados de la placa que son capaces de gestionar a la perfección la temperatura incluso en condiciones de alta exigencia. En momentos concretos, si tocamos la barbilla del ordenador podemos notar que está caliente, pero no quema en ningún caso.
Los ventiladores son tremendamente silenciosos y en nuestro uso apenas se han tenido que activar más que en ciertas ocasiones contadas en las que el requerimiento del equipo era alto, como cuando hemos renderizado vídeos en 4K. No obstante, incluso en esas situaciones de alta exigencia, podemos reafirmar que no hacen un ruido molesto o que pueda ser considerado excesivo. Si lo comparamos con generaciones anteriores, el cambio ha sido más que notable.
Cámara 1.080p y con mejoramiento por software
A nivel técnico esta es una cámara de resolución Full HD. ¡Por fin! Incomprensiblemente Apple llevaba optando por cámaras 720p (HD) varios años y ha tenido que ser en este rediseñado Mac en el que encontremos por fin una lente más adaptada a los tiempos que corren en los que las videollamadas son el pan de cada día. Ya sea para reuniones de trabajo o escolares, así como para estar en contacto con amigos y familiares resulta muy agradable esta cámara.
Y es que más allá de lo que a nivel técnico tiene esta cámara, nos encontramos con una mejora de imagen gracias al chip M1, el cual es capaz de mejorar la calidad a tiempo real. Hemos podido probar la cámara en videollamadas durante la noche, con circunstancias de luz nada favorables, y sin embargo la imagen que estábamos mostrando se veía con nitidez y sin excesivo granulado.
Un sistema de audio superior e incluso profesional
Este iMac se compone de un sistema de hasta 6 altavoces de alta fidelidad y que se encuentran localizados en la parte inferior del dispositivo y que son capaces de transmitir sonido estéreo con muy buena calidad. Quizás siguen sin ser equiparable a los sistemas de audio externos más profesionales, pero para reproducción de contenido multimedia y música no tiene nada que envidiarles gracias a la cancelación de fuerza en los woofers o funcionalidades como su compatibilidad con audio espacial con Dolby Atmos.
En lo referente a la captación de audio nos encontramos con tres micrófonos en la parte superior del equipo, de los cuales dice Apple que tienen calidad de estudio. Es cierto que son micrófonos de muy buena calidad y que tienen una muy alta relación señal-ruido y que cuentan incluso con tecnología beamforming direccional, pero quedan lejos de lo que sería un micro profesional. Eso sí, hay muchos casos en los que pueden ser más que suficientes y más si se está en una sala en la que no haya demasiado ruido.
Nuevo Magic Keyboard y «nuevo» Magic Mouse
El teclado de este iMac viene a ser idéntico que el de generaciones anteriores en sus versiones más básicas, con la única diferencia de que en sus laterales y en el fondo de las teclas lleva como color el elegido para el dispositivo. Eso sí, se permite elegir un teclado con Touch ID que si bien sigue siendo igual estéticamente, añade el sensor de huellas en la tecla superior derecha para poder acceder a múltiples funciones si configuramos nuestra huella. Desde el desbloqueo del equipo hasta poder rellenar contraseñas rápidamente o realizar pagos mediante Apple Pay.
Donde si que no encontramos diferencia más allá de la del color secundario es en el ratón y trackpad. Estos accesorios elegibles durante la compra vienen a ser igual funcionalmente al de años anteriores, aunque es cierto que estéticamente suponen una interesante combinación con el equipo. A nivel de batería, al igual que el teclado, se recargan mediante sus respectivos cables Lighting a USB-C incluidos en la caja.
Adiós a muchos puertos en favor del USB-C
No es el primer Mac de Apple en incorporar USB-C y tampoco es el primero de la gama iMac en hacerlo. Sin embargo si que es el primero de estos en eliminar cualquier otro puerto adicional a excepción del jack de 3,5 mm y Ethernet, el cual por cierto puede añadirse en la fuente de alimentación externa sin ocupar espacio en el cuerpo del dispositivo. Se dice adiós al lector de tarjetas SD y a los USB tipo A.
Lo que encontramos son 4 puertos USB-C, siendo solo dos de ellos compatibles con Thunderbolt 3. Precisamente este estándar permitirá obtener salida de vídeo DisplayPort, VGA, HDMI, DVI y Thunderbolt 2 mediante adaptadores que se deberán comprar por separado. Siendo estos puertos ya conocidos, no encontramos demasiadas novedades apreciables, más allá de que se agradece tener los dos Thunderbolt por sus velocidades de transferencia, muy de agradecer cuando se transfieren archivos a discos externos o viceversa.
En lo referente a la alimentación del propio Mac nos encontramos una novedad interesante y es que dispone de un cable que se conecta de forma magnética a la trasera de este. Lejos de lo que pueda parecer de primeras, este es seguro y aunque se mueva el ordenador no hay riesgo de que se desconecte (salvo que se hagan movimientos excesivamente bruscos). Este cable conecta después con la fuente de alimentación externa, de la cual sale después el ya adaptador clásico que se conecta a la corriente.
Sin pegas en lo referente a su almacenamiento
Otro aspecto donde encontramos evolución es en que todas las capacidades son en SSD, dejando atrás las opciones de Fusion Drive que combinaban almacenamiento de ese tipo con los clásicos discos duros HDD. Quizás su capacidad base de 256 GB pueda parecer escasa para muchos, aunque siempre se puede combinar con almacenamiento en la nube. En lo referente a las más altas si que nos costaría más encontrar usuarios que pudiesen echar en falta algo más de espacio, dado que llega a los 2 TB.
- 256 GB
- 512 GB
- 1 TB
- 2 TB
Mucho software, aunque con «peros» temporales
Este iMac se lanzó con macOS 11.3 de serie, una de las versiones de Big Sur. Sin embargo se espera que este ordenador siga recibiendo actualizaciones durante años. Hasta cuando es un misterio, pero si tenemos en cuenta que ha habido Mac con Intel que han actualizado casi una década, con el M1 que monta este podríamos esperar incluso mejores tiempos.
¿Funcionan todas las apps con este M1?
Apple anunció a los desarrolladores de aplicaciones en junio de 2020 que a finales de aquel año llegarían los primeros Mac con chip ARM. Se inició entonces un periodo de transición que la compañía dató de 2 años. Sin embargo al momento de llegar este iMac son muchísimos los desarrolladores que ya han optimizado sus herramientas para que funcionen bien en los Apple Silicon.
¿Hay apps que aún no corren de forma nativa en este iMac? Pues sí, pero Apple también pensó en ello y han integrado Rosetta 2, un traductor de código que hace que buena parte de las aplicaciones que solo están optimizadas para arquitectura de Intel puedan funcionar en los M1. La diferencia en muchas ocasiones al usar apps «emuladas» con Rosetta 2 son casi inapreciables, ya que no se nota un rendimiento inferior ni tiempos de carga más lentos. De hecho no serás ni consciente de ello, ya que solo tendrás que permitir que Rosetta actúe cuando abras la app por primera vez y estará ya siempre actuando en segundo plano.
Windows sigue sin estar disponible
Habrá muchos que puedan catalogar como traición el hecho de que un usuario de macOS quiera instalar Windows en el mismo equipo. Sin embargo son muchos los profesionales que precisan de herramientas solo disponibles en el sistema operativo de Microsoft. En los Mac que tienen chips Intel se puede instalar este sistema en una partición, pudiendo arrancar el ordenador en este y siendo plenamente funcional. Esta instalación se realiza mediante el conocido Asistente de Boot Camp, el cual también aparece en este iMac, aunque al abrirlo se dice que no está disponible.
El hecho de que Apple integre dicho asistente aun sabiendo que no funcionará puede tener su origen en la esperanza que albergan de que Microsoft optimice pronto su sistema a la arquitectura ARM. De hecho no es solo esta la compañía que lo exigen, ya que hay multitud de fabricantes de PCs que así lo desean. Por lo pronto lo máximo que se puede hacer es virtualizar Windows mediante apps como Parallels 2, aunque desgraciadamente siguen sin funcionar en todas las situaciones como uno desearía.
Precio del iMac M1 de 2021
No encontramos un precio único para este iMac, ya que dependiendo de la configuración que se elija encontraremos que va en aumento su valor. De serie Apple ofrece tres versiones a diferentes precios, dentro de las cuales podemos encontrar especificaciones que permiten (o no) ampliarse y con ello ir aumentando el precio. El modelo más básico partirá desde los 1.449 euros, mientras que el modelo más tope de gama con todas sus configuraciones avanzadas llegaría a los 3.513,98 euros.
Desde 1.449 euros
- Chip M1 (CPU de 8 núcleos, GPU de 7 núcleos)
- Memoria RAM:
- 8 GB
- 16 GB: +230 euros
- Almacenamiento SSD:
- 256 GB
- 512 GB: +230 euros
- 1 TB: +460 euros
- Ethernet:
- Ninguno
- Gigabit Ethernet: +26 euros
- Periféricos:
- Magic Keyboard
- Magic Mouse
- Magic Trackpad: +50 euros
- Magic Mouse + Magic Trackpad: +135 euros
- Software preinstalado:
- Logic Pro: +229 euros
- Final Cut Pro: +329 euros
Desde 1.669 euros
- Chip M1 (CPU de 8 núcleos, GPU de 8 núcleos)
- Memoria RAM:
- 8 GB
- 16 GB: +230 euros
- Almacenamiento SSD:
- 256 GB
- 512 GB: +230 euros
- 1 TB: +460 euros
- 2 TB: +920 euros
- Gigabit Ethernet
- Periféricos:
- Magic Keyboard con Touch ID
- Magic Mouse
- Magic Trackpad: +50 euros
- Magic Mouse + Magic Trackpad: +135 euros
- Software preinstalado:
- Logic Pro: +229 euros
- Final Cut Pro: +329 euros
Desde 1.899 euros
- Chip M1 (CPU de 8 núcleos, GPU de 8 núcleos)
- Memoria RAM:
- 8 GB
- 16 GB: +230 euros
- Almacenamiento SSD:
- 512 GB
- 1 TB: +230 euros
- 2 TB: +690 euros
- Gigabit Ethernet
- Periféricos:
- Magic Keyboard con Touch ID
- Magic Mouse
- Magic Trackpad: +50 euros
- Magic Mouse + Magic Trackpad: +135 euros
- Software preinstalado:
- Logic Pro: +229 euros
- Final Cut Pro: +329 euros
Conclusión: un cambio necesario que abre paso al futuro
Si nos ceñimos a lo más trivial en cuanto a diseño, es donde podemos decir que se ha sufrido un mayor cambio. Seguimos encontrando ciertas coincidencias con generaciones anteriores que pueden servir a modo de guiño y de seguir un cierto patrón que siga permitiendo diferenciar un iMac de sus competidores. Sin embargo el mayor cambio está en el interior y en un rendimiento que hasta ahora solo se alcanzaba con versiones de procesador muy altas y con especificaciones de RAM que fueran a la par.
Realmente hay pocas cosas a nivel de funcionamiento del iMac M1 que no se hayan comentado ya de alguno de sus hermanos M1 (Mac mini, MacBook Air y MacBook Pro). Con cualquiera de los tres se obtienen rendimiento semejante, por lo que la decisión de compra dependerá de otros factores personales que tengan más relación con la movilidad que se desea obtener e incluso con la preferencia estética que cada uno tenga.
Si eres un usuario básico, este es tu iMac. Si eres profesional, puede que también. No es quizás el equipo más recomendable para un estudio de cine o para el procesamiento de datos de gran peso. Sin embargo hay un amplio nicho de usuarios entre los básicos y más profesionales en los que encaja este iMac. Por tanto, si te convence estéticamente y funcionalmente este ordenador, no te arrepentirás de su compra. Y aunque su precio pueda parecer alto, si lo comparamos con versiones equiparables Intel podríamos incluso decir que sale más económico.