La batalla por dominar el mercado de los smartphones durante estos últimos años ha estado siempre entre Android —y todos los fabricantes que hacen uso de su sistema operativo— y Apple. Parece que poco a poco la norma es que ambos crecen, pero los de Cupertino crecen ligeramente más rápido. Esto llega hasta el punto de que 2024 ha sido el año en que más usuarios de Android se han acabado pasando a iOS. Es bastante revelador que el porcentaje de usuarios que se pasa de Android a iOS sea infinitamente mayor que el porcentaje de usuarios de iOS que se pasa a Android. Dice mucho de lo que está haciendo Apple con su sistema operativo.
El iPhone lleva ya muchos años siendo el smartphone más vendido del mercado. Y eso es algo que, a priori, no debería cambiar en bastante tiempo. Sin embargo, parece que las dinámicas de venta de los de Cupertino se van a ir alterando conforme las tendencias del mercado y del consumo varían por las circunstancias económicas que nos rodean. Cada vez los consumidores cambian menos de teléfono, y eso sucede por dos motivos principales: el dinero, y las novedades. Desde 2020, el coste de la vida ha subido proporcionalmente mucho más que la renta media. Es decir, que ahora cuesta mucho más vivir que en 2020, pero no se cobra mucho más que entonces, y los consumidores tienen que adaptar su economía personal a esa situación, recortando en gastos que podrían considerarse más superfluos, como cambiar de iPhone cada poco tiempo.
Apple cambia su estrategia de venta de iPhone
Tenemos por otro lado la cuestión de las novedades. Cada año, el número de novedades de un iPhone a otro se reduce. Fundamentalmente porque tampoco hay grandes desarrollos que hacer y con los que contar para incorporar en los smartphones. La tecnología se ha quedado a penas sin margen de mejora en ese aspecto, y está centrándose en otros campos en los que todavía queda mucho camino por recorrer, como la inteligencia artificial o la realidad virtual.
Si sumamos esos dos factores, el resultado es que cada vez son menos usuarios los que cambian de iPhone cada uno o dos años, o incluso los que compran los últimos modelos. Se está apostando por estirar más la vida útil de cada uno y, al mismo tiempo, a la hora de cambiar, adquirir un modelo de años anteriores, que cuesta menos dinero y no ofrece unas prestaciones muy distintas a la última versión. Esto está provocando un cambio de dinámicas en las ventas de Apple. Ahora, según un informe de CIRP, los de Cupertino están dependiendo cada vez más de las ventas a usuarios Android que se pasan a iOS, que de usuarios que ya formaban parte del ecosistema:
«El mayor porcentaje de usuarios de Android significa necesariamente que el porcentaje de usuarios de iPhone es menor. Estos usuarios son fundamentales para la estrategia de ventas de iPhone de Apple. Desde el lanzamiento del segundo modelo de iPhone en 2008, llamado confusamente 3G, Apple se ha centrado en los actuales propietarios de iPhone para vender nuevos iPhone. Con las operadoras de telefonía móvil ofreciendo contratos de dos años y los rápidos cambios en las pantallas de los teléfonos, las cámaras, las baterías y la tecnología de red, Apple podía confiar en su base instalada de propietarios para impulsar las ventas de nuevos iPhone.
Este menor porcentaje de propietarios de iPhone que se actualizan es una señal de que, al menos por ahora, la consistencia y la urgencia de los propietarios de iPhone que se actualizan está en un punto aparentemente bajo.»