Que Apple está interesada en el mundo de la automoción no es nada nuevo. Que estén en desarrollo de un vehículo eléctrico, un secreto a voces. Y a medida que pasa el tiempo, vamos conociendo nuevas ideas que los de Cupertino patentan. Y en este post te damos a conocer un concepto, que de materializarse, haría que el coche de Apple fuera totalmente futurista.
Tal y cómo informan desde el medio de habla inglesa 9to5Mac, la patente de Apple se enfoca a los coches de conducción autónoma de nivel 4. Este estamento en la conducción autónoma implica que el conductor no requiere de tocar el volante o los pedales, ya que el coche tiene una inteligencia suficiente como para que se pueda manejar sólo. A pesar de las limitaciones en cuanto a la propia tecnología y a las regulaciones que esta conlleva, los de Cupertino han querido ir un paso más allá, para ofrecer la mejore experiencia de usuario posible, en un futuro en el cual esta tecnología ya sea cosa del día a día. Así que en este post te vamos a contar de qué se trata esta nueva patente.
Si no se usan, se esconden
Esta es la premisa por la cual Apple ha patentado este sistema para los vehículos. Si en este nivel de conducción autónoma los coches no necesitan de intervención humana, ni en en los pedales ni en los volantes, estos se convierten en elementos que, en cierto modo «sobran», en el caso de que estemos ene un vehículo de estas características, y con el piloto automático en funcionamiento.
Así pues, de acuerdo con la patente de la que se hacen eco en 9to5Mac, «Apple ha patentado un sistema de volante y pedales retráctiles en el coche, cuando este se utilice en el modo de conducción autónoma». Además, explican que el coche puede conducir (de forma autónoma, con el nivel 4 en funcionamiento) en un entorno «relativamente simple», pero que necesitaría de intervención humana en calles de ciudades. De hecho, el nombre del documento es «Retractable Input Devices», que traducido al español significa dispositivos de interacción retráctiles.
Con ánimos de optimizar el espacio dentro del habitáculo, Apple tiene la idea de que todo lo que no se esté utilizando quede escondidos. «Esto crea una mayor flexibilidad para que los asientos se puedan mover y reclinar. También incrementa la seguridad evitando que el pasajero intervenga de forma accidental co el coche, mientras este se conduce sólo», explican.
¿Por qué Apple patentaría una cosa así?
En la patente se muestran imágenes de cómo este sistema puede llegar a funcionar. Pero también, la propia compañía da su punto de vista técnico, sobre por qué este sistema se ha llevado adelante. Desde el papel que vamos a tener nosotros, como ser humanos que conducimos, hasta la evolución que ha ido experimentando la inteligencia artificial, dentro del ecosistema de los automóviles.
Cómo se concibe el coche
En primer lugar, hacen una introducción de los elementos de los coches, que se utilizan para conducir: «Los vehículos de pasajeros tradicionales incluyen dispositivos de entrada del conductor para recibir entradas del conductor para controlar el movimiento del vehículo. Los dispositivos de entrada del conductor típicos incluyen un volante, un pedal de aceleración y un pedal de freno, para recibir las entradas del conductor que incluyen entradas de control de dirección, acelerador y freno, respectivamente, del conductor.»
Del control manual, a la conducción autónoma. La evolución de estos sistemas es cada vez mayor, y en Apple lo saben. Hasta el punto de que explican el papel del ser humano, dentro de un coche de estas características: «Con el desarrollo continuo de los sistemas de conducción autónoma, es posible que las acciones del conductor no sean necesarias para controlar el movimiento del vehículo, al menos en algunas circunstancias, mientras que las acciones del conductor aún pueden ser necesarias o deseadas en otras circunstancias.»
Las personas que conducen coches
En ese papel del ser humano como conductor, dan pinceladas de las situaciones en las que sí es necesaria una intervención humana. Pero también, cuando no hay que tocar nada: «Es posible que no sea necesaria la intervención del conductor mientras se conduce por una carretera con sistemas de control de crucero adaptativo, mediante el cual las acciones del acelerador y el frenado se automatizan para acelerar y desacelerar el vehículo, de acuerdo con la detección de otros vehículos, y con sistemas de centrado de carril, mediante los cuales las acciones de la dirección se automatizan para mantener el vehículo en un carril.»
La tecnología acaba donde empiezan las diferentes implementaciones de esta, y de las circunstancias en las que se pueda activar este tipo de sistema. Por eso, explican lo siguiente: «Dependiendo de los sistemas de conducción autónoma disponibles en un vehículo determinado, es posible que la intervención del conductor aún sea necesaria en otras circunstancias, como en entornos congestionados o menos controlados (por ejemplo, en áreas urbanas, o puede ser deseable, como cuando el conductor simplemente prefiere controlar manualmente el movimiento del vehículo.»