Hace seis años adquirí mi MacBook Pro de 13 pulgadas con el objetivo de poder trabajar de forma profesional, y quería convertirlo en el equipo principal una vez que concluyesen mis estudios universitarios. Recuerdo que cuando compré mi Mac, todo el mundo me decía: un Mac es para toda la vida. ¿Realmente es así? Vamos a verlo a continuación.
Antes de entrar de lleno en este artículo, me gustaría resaltar que, de forma progresiva, este equipo ha ido pasando poco a poco a una posición secundaria, debido a que adquirí un Mac mini M1 16 GB de RAM y 512 SSD y porque este ordenador estaba comenzando a dar «síntomas de agotamiento».
Mi Mac no sirve para nada
A día de hoy, puedo decir sin temor a equivocarme que tengo un piso papeletas que en su día me costó 1750 euros. Es un equipo que la batería está obsoleta, no actualiza a macOS 14 Sonoma y aplicaciones tan sencillas como WhatsApp tarda la vida en poder abrir.
Muchos de vosotros podéis decir: ¿Alejandro, por qué no formateas y restauras de fábrica? La verdad es que lo he hecho, y los resultados han sido los mismos.
Los problemas de este Mac comenzaron a aparecer el año pasado, el último año que Apple daba soporte a mi unidad, y parece que a lo largo del ciclo anual se «estaba preparando para dejar de rendir correctamente».
Sí, es la sensación que tengo porque me cuesta entender que un equipo con más de 60 GB de espacio libre de SSD y con la aplicación de Phosothop como única aplicación pesada, tarde literalmente una eternidad en poder escribir la meta descripción de este artículo que estás leyendo y poder abrir la app de WhatsApp para poder hablar con mis amigos. ¿Y qué me dices de Photoshop? Me da tiempo hacerme un café antes de que la app termine de cargar.
Los ciclos de Mac son 5 años o menos
Cuando me inicié en el mundo de la manzana mordida, había oído a usuarios decir que si su iMac había durado 10-11 años con un rendimiento medianamente bueno. No voy a decir que esa duración sea mentira, porque no tengo pruebas de ello, pero con base en mi experiencia, puedo decir que los ciclos de Mac tienen la misma duración de un iPhone. Tres años muy buenos y a partir del tercer año, comienza a reducir su rendimiento hasta la finalización de su soporte.
Cuando tienes un equipo Windows, puedes actualizar sus componentes, pero claro, si tienes un Mac, tienes que mantener la configuración y los componentes hasta que renueves completamente tu unidad. Antes, con los iMac de 27 podías cambiarle la RAM, pero ya, ni eso.
Fruto de esta situación, siento que Apple está «faltando el respeto» a sus usuarios, ofreciendo cada vez productos más caros, con menores prestaciones en la gama entry, y con la sensación de que géstate 2.000 euros en un MacBook Pro con 8 GB es literalmente, tirar el dinero, porque un Mac ya no es para toda la vida, sino para cinco años.