A día de hoy, si hay algo fundamental en todos los dispositivos Apple es la incorporación del chip NFC, un componente clave para nuestro día a día y que seguramente nadie valora como se debe. ¿Qué es el lector de tarjetas NFC y por qué es fundamental para ti? Sigue leyendo que te lo contamos todo.
La tecnología NFC no es nueva, sino que lleva con nosotros muchos años, en concreto, desde el iPhone 6 hasta la actualidad, aunque conforme han ido pasando los años, esta ha ido adquiriendo nuevas funcionalidades que mejora nuestra experiencia de usuario.
El NFC es más importante de lo que crees
El NFC es un sistema de comunicación de corto alcance y que posibilita la interacción entre elementos cuando se encuentran cercanos unos de otros, intercambiando información entre sí de forma segura, eficiente y privada. Existen diversos tipos de NFC en la actualidad, y que se pueden encontrar integrados directamente en el interior de los dispositivos o de forma externa a través de etiquetas o tarjetas de crédito, como la tarjeta de pago contactless, que utiliza la citada tecnología.
La tecnología NFC funciona de dos maneras principalmente: por un lado, tenemos el sistema activo, que se activa cuando dos dispositivos se encuentran enchufados y se genera un campo electromagnético por el que se intercambia los datos. Por otro lado, el sistema pasivo, donde uno de los dos dispositivos se encuentra encendido, mientras el otro aprovecha el campo magnético y la cercanía existente entre ambos, para generar un intercambio de datos.
Estos incluyen numerosas ventajas, lo que ha posibilitado su auge y consolidación como uno de los elementos más importantes de los dispositivos móviles. Una de las funcionalidades más interesantes es la prevención de fraudes, ya que esta tecnología permite analizar la veracidad de los datos durante el proceso de transacción, reduciendo la posibilidad de robo o engaño. Su seguridad no termina aquí, puesto que permite usar la tecnología para iniciar una sesión en el cajero automático y pedirnos el PIN para realizar las operaciones que estimemos oportunas.
Por último, tenemos que resaltar el tiempo de conexión y la facilidad de uso, ya que las tasas de conexión son de 0.1 segundos, ofreciendo una unión directa e instantánea que evita la presencia de errores manuales como una contraseña o código de verificación.
Aplicaciones del NFC
Actualmente, podemos utilizar esta tecnología para muchas aplicaciones, incluso más de las que creemos posibles. De forma resumida, vemos a ver a continuación algunas utilidades de este chip que cada vez tiene más peso en nuestro día a día.
- Pagos con el móvil: sin lugar a dudas, una de las funciones estrellas del iPhone es la posibilidad de ejecutar pagos a través a través de la cartera del iPhone y de la tecnología NFC. Para ello, solo tienes que acercar el dispositivo al datáfono para proceder el pago.
- Tarjetas de transporte: desde iOS 13, podemos acceder al autobús o metro sin necesidad de sacar el bono de nuestra cartera, ya que simplemente si pasamos el móvil por el lector NFC y tenemos activado la función de tarjetas Express, podemos realizar el pago instantáneamente.
- Vehículos híbridos y eléctricos: los vehículos más sofisticados permiten desbloquear el coche a través del NFC de los iPhone, sin tener que sacar la llave del bolsillo o bolso.
De la misma forma que hemos visto sus ventajas, ahora vamos a ver cuáles son las limitaciones o desventajas de este tipo de tecnología.
- La velocidad de conexión es más lenta que la del Bluetooth.
- La distancia máxima que se puede tener los dos dispositivos o aparatos tecnológicos es de 20 cm. Esto hace que los gadgets deben estar al lado o pegados uno del otro.
- La conexión entre los artefactos es punto a punto, no hay posibilidad de crear una red inalámbrica entre varios dispositivos.
- Uso de NFC a terceros en iOS: Apple limita la interacción entre la tecnología NFC y dispositivos de terceros. Es cierto que esto ofrece una mayor seguridad debido a que el NFC no pueda acceder o generar problemas de seguridad o de privacidad. Obviamente, es otro mecanismo más de control que evita que los usuarios puedan interactuar con otros medios.