Actualmente, Apple tiene en el mercado el HomePod mini de primera generación y el HomePod de segunda generación. En este post vamos a ver las diferencias y algunas particulares del cine en casa de Apple.
Diseño único, pero diferente
A primera vista, se observa un diseño diferente entre ambos dispositivos desde un punto visual y de tamaño, ya que, es el doble de alto, pero no llega a ser el doble de ancho. Además, el HomePod tiene una forma de tendencia rectangular, mientras que el mini tiene una forma más ovoidal.
Ambos modelos tienen colores diferentes, ya la nueva generación de HomePod mantiene los colores de la generación anterior, es decir, el blanco y medianoche, mientras que, la generación mini tiene cinco colores para poder combinarlo con algún elemento de nuestra habitación. En la parte de superior, en ambos encontramos botones táctiles de subir y bajar volumen, y el logo de Siri cuando la invoquemos.
Continuando con a su diseño, una diferencia importante es que en el HomePod de segunda generación podemos extraer el cable por si lo queremos introducir por dentro de algún mueble, aspecto que no es posible en la serie mini ni en la primera generación de HomePod. Ambos tienen una malla que recubren a ambos dispositivos, y que tenemos que tener sumo cuidado con ella debido a que se ensucian con suma facilidad y vas a tener que limpiarlo asiduamente.
Sonido
Una vez analizado las principales diferencias entre generaciones, vamos a proceder a analizar aspectos técnicos. El HomePod de segunda generación tiene más altavoces que el mini, e incluso tiene el sensor de espacio que permite adaptarse a la habitación donde se ubica para ofrecer un sonido óptimo. En cambio, el HomePod mini tiene un solo altavoz de rango completo con un sonido 360º. Además, solo el HomePod de segunda generación es compatible con audio espacial dolby atmos, cuando lo conectamos a nuestro Apple TV 4K.
Una vez que hemos resaltado algunas diferencias clave, el HomePod mini no es un producto inferior al HomePod, ya que tienen aspectos en común. Ambos son compatibles con la función multizona, que permite poner varios altavoces a lo largo de la casa y que cada uno de ellos emita una música diferente o la misma. Eso sí, no lo confundas con un par estéreo, puesto que, no puedes combinar un HomePod de segunda generación y un HomePod mini ni incluso HomePod de las dos primeras generaciones, así que, la única solución para hacer un par estéreo es tener dos modelos idénticos.
Procesadores y experiencia de usuario
El HomePod mini tiene el chip S5 y el nuevo HomePod el chip S7, una diferencia de dos generaciones, pero que, a efectos prácticos, muy pocos usuarios van a notar diferencias de rendimiento, aunque esas diferencias puede ser patentes en cuanto a actualizaciones del sistema debido a la antigüedad de sus procesadores.
Aunque no compartan el mismo procesador, ambos dispositivos comparten muchas prestaciones de software, como el sensor de humedad y temperatura, la privacidad y la personalización de la Homekit de tu casa, así como la capacidad de crear automatizaciones. Ambos dispositivos tiene soporte para los accesorios Matter, que son un estándar donde vamos a poder utilizar el HomePod mini como el de segunda generación como centralita para controlar accesorios de Apple, Google o de otra compañía que adopte este estándar Matter.