Si tienes un Mac, seguramente estés pensando en comprarte un disco duro externo para almacenar más datos y hacer copias de seguridad. Pero también es muy posible que necesites usar conexiones USB tipo C. Así que hoy te contamos lo que debes saber si quieres usar discos duros con USB C en tu Mac.
Cómo se conecta un disco duro a un Mac
La gran mayoría de discos duros suele contar con dos tipos de conexiones: la que va al ordenador, es USB A. La que va al disco duro es USB Micro-B y, aunque tenga una forma un tanto extraña y parezca un cable propietario, es una conexión estándar. Ahora bien, todos los MacBook Pro y MacBook Air, a partir del 2016 ya no incorporan conexiones USB tipo A.
Es por eso que, si queremos conectar un disco duro a un Mac portátil necesitamos un adaptador o un Hub. Pero si queremos conectar ambos de forma directa, sin intermediarios, tenemos que ir a por la conexión USB tipo C sí o sí. Es por eso que aquí nos encontramos con dos alternativas distintas.
Disco duro USB C para Mac
La primera alternativa que tenemos disponible es comprar un disco duro o SSD que tenga conexión USB C. Este tipo de memorias tienen USB en los dos lados: tanto en el cuerpo como en la conexión al ordenador. Es una buena solución si queremos comprar una memoria de este tipo por primera vez, y no tenemos discos duros. Pero también puede ser un buen plan si queremos renovar nuestra memoria externa de almacenamiento.
Al tener conexión USB tipo C e ir conectado directamente a nuestro MacBook, sin intermediarios, tendremos más velocidad a la hora de transferir datos entre la memoria externa y nuestro Mac. Además de que nos ahorraremos el ir cargando con un adaptador. Además, muchos de estos dispositivos ya son compatibles de fábrica con Mac. Pero si no es el caso, no te preocupes. Más adelante te enseñamos cómo hacerlo compatible.
Compra un cable USB C para disco duro
Si tenemos un disco duro y queremos conectarlo por USB C de forma directa al Mac, tenemos buenas noticias: es posible. Para ello, eso sí, hay que comprar un cable que sea Micro-B, para el cuerpo del disco duro o el SSD y USB C para conectar al Mac al conectarlos de forma directa ganaremos un poco más de velocidad, y si nuestro disco duro es compatible con velocidades de USB 3.0 o 3.1, podremos sacarle aún más partido.
Eso sí, ten en cuenta que, si tienes un disco duro más antiguo, que no soporte el estándar 3.0 o 3.1 y quieres conectarlo por USB directamente a tu Mac, podrás hacerlo. Pero la velocidad de transferencia no va a aumentar, ya que esta está condicionada por el hardware de la memoria.
Haz compatible tu disco duro o SSD con el Mac
Cuando conectamos una memoria externa por primera vez al Mac, pueden pasar varias cosas. La primera, que podamos utilizarlo sin problemas, ya que el formato de fábrica estará en exFAT. En ese caso, la memoria será compatible tanto con Windows como con Mac, y podremos transferir archivos sin problemas.
Si el disco duro no es reconocido, entonces lo más seguro es que esté en formato NTFS de Microsoft. Pero puedes hacer dos cosas para que tu Mac lo reconozca. Lo primero, puedes ir a Utilidad de Discos, seleccionar tu memoria externa, y formatearla en un formato compatible con macOS: APFS (Apple File System) o exFAT. Pero también puedes comprar programas que añaden la compatibilidad con el sistema de archivos NTFS, y podrás usar tu disco duro en Mac y en Windows, y sin necesidad de formatearlo.