¿Qué estudios se necesitan para triunfar? La historia nos dice que se puede ser un genio sin estudios y que hay grandes fracasados titulados. En la historia de Apple como tal nos encontramos varias figuras cercanas al éxito, siendo la de Steve Jobs la más llamativa y que forma ya parte de la historia en general y de la tecnología en particular. ¿Qué estudios tenía Steve cuando fundó Apple? ¿Siguió estudiando después?
Personalidad y visión vs Estudios reglados
Todo aquel que conoció a Jobs en su época de adolescente coincide en destacar su ambición y la picardía con la que trataba siempre de escapar de lo que menos le gustaba para tratar de avanzar en aquello que le apasionaba, como es la tecnología. Una tecnología, por cierto, muy diferente a la de estos tiempos y para la que él contribuyó en gran medida. No obstante, si nos ceñimos a titulaciones específicas en base a su biografía y a registros escolares estadounidenses, no hay nada más después del bachiller.
Y es que Jobs ingresó en la facultad de artes liberales de la Reed College a principios de los 70. Sin embargo, su estancia en este lugar no fue más allá de un semestre, abandonando por completo sus estudios para centrarse en el crecimiento personal. O al menos eso es lo que afirmaba Steve, quien comenzó a coquetear con drogas y estuvo viviendo de cerca la edad de oro de las comunas hippies (aunque nunca vivió en ninguna o al menos no de forma indefinida).
Se sabe que tuvo una fuerte tentación por marcharse a la India en un retiro espiritual, algo que finalmente logró, pero antes consiguió un trabajo en la conocidísima Atari, una empresa de videojuegos en la que Steve ya dio muestras de su personalidad al querer dictar sus propias normas. No obstante, su trabajo era bueno y sus jefes le valoraban muy positivamente, muy a pesar de sus compañeros.
El resto de la historia es eso… historia. El cómo se fundo Apple es un hecho sumamente conocido, siendo su amigo Steve Wozniak quien puso los conocimientos más técnicos y Jobs la mente creativa y visionaria, viendo en los inventos caseros de su amigo un revolucionario ordenador personal que a la postre sería el Apple I.
Un discurso para la historia en Stanford
Por raro que parezca, uno de los ejecutivos y visionarios más importantes de la historia no finalizó estudios más allá de la secundaria. Obviamente esto no es un indicativo de que no sea necesario estudiar para lograr grandes éxitos personales y profesionales, ya que hay que poner todo en su debido contexto y tener siempre en cuenta la importancia de seguir formándose de forma autodidacta. Además de poseer buenas habilidades, se requiere de un gran ingenio, sin obviar el siempre importante factor del azar.
En cualquier caso, Steve Jobs sí que dejó algo para recordar en el entorno estudiantil, ya que acudió a la Universidad de Stanford, no como estudiante, sino como invitado de honor. Y es que ha quedado para la historia un discurso motivacional que Jobs emitió a los recién graduados. Un discurso magistral de alguien que lo ha tenido todo y que confía ciegamente en las capacidades individuales. Si no lo has visto, nunca es tarde para hacerlo.