El terremoto tecnológico que se ha producido tras la caída de Sam Altman como CEO de la compañía de IA más importante del mundo es increíble. El año I de la revolución de las IA ha acabado de la peor forma (o mejor según se mire) posible, con el auge y caída previsible caída de la inteligencia artificial que todos conocemos como ChatGPT. Vamos a ver a continuación cuál es el verdadero lado de oscuro de la persona que, hasta hace pocos días, era el CEO de una de las empresas claves en el mundo.
Auge y caída de Sam Altman
De un día para otro, la superestrella de IA acabó en la calle, siendo despedido de una manera impactante por parte de los accionistas. Con un comunicado de prensa frío, se despedía a uno de los CEO de mayor proyección del mundo.
A los pocos minutos, la mano derecha de Altman abandonó la compañía y la Mira Murati ha pasado de CTO a de CEO interina, aunque luego volvió a su posición de inicio y el CEO de Twitch será el director de orquesta de la compañía. Después de un pequeño temblor, parece que las cosas se calmaron, pero para nada fue así, ya que con la salida de nuestro querido Sam, se ha llevado consigo a todo un equipo de mentes más brillantes en esta área del mercado.
Si antes hemos hablado del terremoto, ahora viene el tsunami, puesto que Microsoft indicó de forma pública que seguiría trabajando con ChatGPT, pero no dijo nada ni mencionó a Sam Altman ni a su equipo de trabajo. ¿Por qué? Como se dice en el fútbol, parecía que Altman y su equipo ya tenían un contrato firmado con Microsoft. El fichaje del verano. Isco y Bellerín jugando en el Betis, Mbappé “jugando” en el Real Madrid.
El motivo por el cual han despedido a Sam es por “ocultar” información a la compañía y a sus accionistas, es decir, una especie de corrupción que viola fragantemente los principios de OpenAI. ¿Tendría un precontrato con Microsoft? Seguramente. Solo el tiempo nos dará la respuesta.
Jaque mate de Microsoft
El equipo de trabajo que llevaba consigo Sam Altman ha pasado de OpenAI a Microsoft, dejando a OpenAI en una situación bastante compleja. Uno de los grandes accionistas de dicha empresa es Microsoft y claro, si esta se lleva a sus principales líderes, ¿qué sentido tiene seguir invirtiendo en OpenAI?
Paralelamente a ello, Microsoft tiene a Windows Copilot, su propia gran división de IA y que ahora cuenta con un equipo de trabajo experimentado y nutrido en un sector que promete ser la próxima revolución tecnológica. ¿Cómo quedará OpenAI y cómo quedará la industria?
Gracias a este movimiento, Microsoft se está rearmando a marchas forzadas e incluso está pensando envolver a lanzar un smartphone con el SO de Microsoft en colaboración con Nokia. ¿El renacer de Nokia? Sin lugar a dudas.
El CEO de la compañía de Microsoft presentó recientemente nuevas herramientas de Copilot así como una integración de gran calado con Bing, manifestando públicamente que Copilot quiere ser un software para todos, un servicio para terceras marcas. ¿Qué quiere decir esto? Microsoft sale a competir directamente con OpenAI y ahora lo hace con la experiencia de un CEO que ha dominado con mano de hierro la empresa más importante de 2023.
Los movimientos de Microsoft no terminan aquí, puesto que han llegado a un acuerdo con Nvidia para generar los propios Silicon que servirán como base para generar el hardware de las inteligencias artificiales, es decir, están desarrollando su propia IA y el propio hardware de la misma.