Últimamente se habla mucho sobre la resistencia y durabilidad de los nuevos modelos de iPhone. Y para salir de dudas, han puesto cara a cara un iPhone 15 Pro Max junto con otros competidores, para hacerles diferentes pruebas de resistencia. Y quizás el resultado pueda llegar a sorprender a más de uno. Así que si quieres conocer cuál ha sido el resultado final, en este post te lo vamos a contar.
Un iPhone 15 que se rompe con solo mirarlo o el nuevo material de titanio están siendo comentados en redes estas últimas semanas. Y ahora han decidido ir a lo grande, poniendo a prueba la dureza de este modelo junto con el nuevo Galaxy S23 Ultra, el Galaxy Z Fold 5 y el Google Pixel Fold. Un total de cuatro «buque insignia» de este año, para comprobar cuál es el más resistente.
¿Por qué se han puesto a prueba estos cuatro modelos? Para empezar, porque son los más premium que podemos comprar este año. Los cuatro modelos superan ampliamente los 1.000 euros. A pesar de que haya dos modelos plegables, todos ellos siguen la misma filosofía. De hecho, como vas a ver en breves, los modelos Fold se comportan como teléfonos convencionales en según qué pruebas de resistencia que les han aplicado. Así pues, aunque algunos de ellos sean más diferentes, tenemos los máximos exponentes, tanto de Android como de Apple, para ver cuál es el que resiste más. Y ya te adelantamos que el resultado te va a sorprender.
Cómo han sido las pruebas de resistencia
Los cuatro modelos han sido puestos a pruebas de resistencia física, para comprobar cuánto son capaces de durar. El estudio lo ha llevado a cabo la firma de investigación científica Allstate Protection Plans, y en el medio de noticias de habla inglesa Appleinsider se han hecho eco de todo lo que ha sucedido.
La primera prueba que se les ha aplicado ha sido la de estar bajo 1,8 metros de profundidad, sumergidos en agua, durante un tiempo de treinta minutos. Después se les ha sometido a un test de caídas, nuevamente, desde 1,8 metros de altura. La tercera prueba ha sido una caída directa con la pantalla directamente apuntando hacia el suelo. La cuarta, misma caída, desde la misma altura, pero con el panel trasero apuntando hacia abajo.
Es importante recalcar que todos ellos han sido tirados contra un suelo de cemento listo. Sin abolladuras ni inclinaciones, ya que además se trataba de un terreno plano. El teléfono, por lo tanto, una vez se ha caído, no se mueve del sitio. Del mismo modo, en el vídeo se observan las condiciones climatológicas en las que se ha llevado a cabo el estudio. Día soleado, ambiente despejado y suelo seco.
Los resultados
En la prueba de resistencia al agua, todos los dispositivos han cumplido. Ninguno ha sufrido daños por líquidos. Ahora bien, la cosa cambia cuando se trata de los demás tests. Para empezar, en las caídas desde 1,8 metros, todos los teléfonos (todos, sin excepción) han acabado con alguna de sus pantallas completamente destrozada.
Sólo los dos teléfonos plegables han tenido «daños menores», de acuerdo con la nomenclatura del estudio, en sus pantallas interiores. Pero estos se limitan a la parte física. «Las pantallas principales siguieron siendo completamente funcionales, pero sólo era seguro usarlas cuando el panel exterior no estaba en contacto con la piel.» Igualmente, las pantallas exteriores han quedado hechas añicos.
Si observamos los resultados en la parte trasera, ninguna excepción. Todos por igual han acabado igualmente destrozados. Incluso el iPhone 15 Pro Max, fabricado en titanio, ha terminado con la cubierta trasera en mil pedazos. No hay, por tanto, un teléfono que sea capaz de aguantar más que otro. Los cuatro son igual de frágiles. Pero también, se puede mirar desde el lado contrario: Todos son igual de resistentes.
Una de las conclusiones principales del experimento ha sido que «a pesar de que los teléfonos más avanzados de hoy en día estén hechos con materiales de la era espacial como el titanio, aluminio armado o con pantallas Ceramic Shield, aún son susceptibles de dañarse cuando se caen en un suelo de cemento».