Esta semana llegó oficialmente iOS 15 y con ello se generaron las clásicas dudas de siempre acerca de cómo es su rendimiento, en especial en dispositivos más antiguos. Los iPhone 7 y 7 Plus son de los más antiguos que soportan esta versión (los ‘6s’ son los que marcan la línea de corte) y por ello nos parece interesante contarte qué experiencia hemos tenido. Fluidez, batería, bugs… Te contamos a continuación todo lo que hemos podido analizar.
Precedentes: ¿en qué modelo lo hemos probado?
Aunque en la redacción de La Manzana Mordida portamos ya dispositivos más recientes, seguimos guardando algún iPhone de generaciones pasadas y echamos mano de ellos el pasado lunes cuando salió iOS 15. Dispositivo que, además, restauramos de fábrica para poder realizar una prueba más completa a nivel de rendimiento.
Es un iPhone 7 con una capacidad de 128 GB comprado en noviembre de 2016 y con una salud de batería del 89%. Cabe destacar que este componente fue reemplazo hace un año y medio, por lo que en condiciones normales de uso prolongado y sin haber cambiado la batería, seguramente su salud sería mucho más baja.
Así ha sido su rendimiento con iOS 15
Tras actualizar el dispositivo y haberlo probado varios días nos hemos podido dar cuenta de varias cosas. Lo primero es que a nivel de autonomía no se nota demasiada diferencia con iOS 14. Ni siquiera en su mejor momento fue un iPhone que brillase por su batería, por lo que tampoco podíamos esperar milagros teniendo en cuenta su desgaste. Este es el uso que hicimos de el:
- Apple TV+/Netflix/Disney+/YouTube: 41%
- Twitter: 28%
- Safari: 12%
- Telegram: 9%
- Instagram: 6%
- Cámara: 2%
- WhatsApp: 2%
Esta ha sido la media de uso que hemos realizado desde las 7.00 de la mañana y hasta por la noche. En su mejor día de desempeño llegó con un 3% a las 19.00, mientras que en el resto de días el iPhone se quedó ya sin batería a eso de las 15.00-15.30. Es decir, en torno a 8 horas desde que se desconecta del cargador, pero con pantalla encendida unas 3-4 horas. Nada destacable realmente, pero insistimos en que con iOS 14 era similar.
A nivel de fluidez del sistema debemos decir que nos hemos encontrado con que va bastante bien y el chip A10 Fusion sigue siendo capaz de mover todo de forma eficiente. Algunas apps tardan más en cargar contenido que en los nuevos iPhone, como es lógico, pero nada preocupante. Si que hemos encontrado algunos bugs típicos de iOS 15 como que las historias de Instagram no se escuchen o que de vez en cuando una app se cierre inesperadamente tras abrirla, pero son al final problemas detectados en otros dispositivos más recientes, por lo que no es directamente achacable al iPhone 7.
Por tanto, a nivel general podemos decir que ha sido una buena experiencia y que recomendamos actualizar a todo aquel que tenga este dispositivo. Ahora bien, para evitar sobrecargar de información al sistema es aconsejable que se restaure el sistema de cero. Además, en la medida de lo posible, sería también recomendable realizar un cambio de batería si se va a permanecer con el terminal al menos un año más, ya que esto le dará una vida completamente nueva y paliará su principal problema a día de hoy.