Tengo que usar un iPhone 7 en pleno 2023 (y no voy a llorar por ello)

Siete años en el mundo de la tecnología es mucho tiempo. Muchísimos teléfonos de otras marcas y sistemas operativos se ven obsoletos y pierden muchas funciones en menos tiempo. No obstante, estamos hablando de una iPhone que salió en 2016. Y por mucho tiempo que haya pasado, este dispositivo sigue estando a la altura de muchas cosas, a pesar de que sea mi teléfono de sustitución.

Es cierto que hay muchos aspectos que no se pueden ni comparar con el iPhone XR. Pero al César, lo que es del César, y no pienso quitarle méritos, por mucho que esté ya anticuado para según qué cosas. Así que te voy a dar mis primeras impresiones, de un dispositivo que ya conocía, y con el que voy a volver a tener contacto durante una temporada.

Aspectos principales

El iPhone 7 es un teléfono mucho más compacto que mi iPhone XR. Su pantalla conserva el diseño de marcos en los bordes superior e inferior. Su tamaño es de 4,7 pulgadas, y aunque en un primer momento se me hizo raro sostener algo tan «pequeño», me he sabido adaptar bien a los controles y a cómo está todo distribuido.

Hay cosas que cambian de forma radical, respecto a mi teléfono. Para empezar, cómo se apaga el dispositivo. El uso del Touch ID, y el volver a tener u botón físico en la parte inferior. Cómo se invoca a Siri o cómo se sacan capturas de pantalla. Cambios en la interacción, pero que al final, la tarea que llevo a cabo es la misma.

Gestos e interacción con el sistema

El Notch del iPhone XR no está en el iPhone 7, y eso se nota muchísimo. No me refiero a cómo se ve la pantalla en sí misma, sino cómo se distribuyen los elementos del sistema operativo, y cómo se llevan a cabo algunos gestos.

Abrir el Centro de Control se abre desde la parte inferior de la pantalla, mientras que en el XR, este mismo gesto sirve para abrir la multitarea. Cuando hay aplicaciones en uso, se ve una barra de estado en la parte superior de la pantalla, mientras que en el XR es tan sólo un círculo en uno de los laterales.

El botón de bloqueo no sirve ni para invocar a Siri, ni para hacer capturas de pantalla. Todo esto se hace con el botón Home, el cual tiene pulsación háptica (y volver a tener esa sensación de pulsación es agradable).

Más allá de eso, hay algo ene lo que sí he podido notar una diferencia significativa: el 3D Touch. Lo que a partir del iPhone XR son gestos de pulsación con respuesta háptica, la pantalla del iPhone 7 detecta los niveles de presión. Y en este aspecto, creo que el iPhone 7 le gana al XR, ya que noto más fluidez y rapidez, cuando pulso encima de un elemento y se abre el menú contextual.

Sistema operativo iOS 15 y actualizaciones de sistema

El sistema operativo que mi iPhone 7 tiene es iOS 15. Y respecto a iOS 16, no he notado grandes diferencias en cuanto al uso diario. Si bien, iOS 16 incorpora novedades como los fondos de pantalla, o modificaciones en algunos elementos, volver a usar iOS 15 no me ha supuesto ningún trauma, porque tengo la sensación de estar usando «el mismo iOS de toda la vida».

Es cierto que no voy a recibir más actualizaciones mayores del sistema. Pero eso no me impide seguir usando las mismas aplicaciones que hasta ahora he estado utilizando en el XR. Aunque se trata de un teléfono de sustitución, mis aplicaciones indispensables funcionan sin ningún problema.

Por el momento, he de decir que no me ha dado, para nada, la sensación de estar ante un teléfono que sea viejo, desfasado u obsoleto. El iPhone 7, a pesar de su antigüedad, no me transmite las «vibes» (con perdón del coloquialismo, si se me permite la licencia) de ser un teléfono que tiene 7 años. Y eso, tanto para bien, como para mal, dice mucho de cómo desde Apple se las han ingeniado para crear unos diseños que, tanto a nivel de hardware como de software, no den una sensación de que eso que estamos utilizando, sea más viejo que la señal de televisión analógica.