Llevo tres meses usando mi iPhone 15 Pro: estos son los cuatro usos que nunca imaginé que haría del USB-C

Cuando el iPhone 15 se presentó en todas sus variantes, la incorporación del puerto USB – C se relacionó, enseguida, con los beneficios que iba a poder ofrecernos en términos de conectividad. Sin embargo, más allá de los usos más habituales, como es el caso de poder conectar una unidad de almacenamiento externo, son muchas las opciones que tenemos a nuestra disposición para aprovechar al máximo esta posibilidad.

Durante los últimos meses hemos podido ser testigos de lujo de la versatilidad que nos ofrece este nuevo estándar: desde cargar nuestro Apple Watch o nuestros AirPods hasta conectarse a un monitor externo. A continuación, iniciamos un repaso para conocer algunos usos, y sus correspondientes situaciones, en los que nuestro iPhone 15 Pro puede ayudarnos.

Un extra de carga a mi Apple Watch

Como usuario del Apple Watch Ultra, normalmente suelo tener batería suficiente para pasar uno o dos días alejado del enchufe sin preocupaciones. Sin embargo, cuando se me juntan un par de entrenamientos de una duración superior a la habitual, es posible que el Watch empiece a avisarme al final del día que se encuentra escaso de energía.

Si esta situación se produce en casa, no hay ningún problema. Sin embargo, cuando estoy fuera, no siempre tengo la posibilidad de poder conectarlo unos cuantos minutos. En estos casos, si contamos con un cargador para el Apple Watch de dimensiones reducidas, es suficiente con conectarlo unos instantes al USB – C de nuestro iPhone y continuar nuestro camino. En el caso de haber mermado considerablemente la batería de nuestro iPhone, una powerbank con Magsafe es todo lo que necesitamos para volver a nivelar los niveles de carga.

¿Un Magic Mouse?

Si por algo se caracteriza el Magic Mouse es por lo incómodo que resulta cargarlo. Si bien es cierto que apenas unos minutos son suficientes para ganar un extra de autonomía, ¿qué ocurre si todos los puertos de nuestro MacBook se encuentran ocupados y estamos utilizando todos los periféricos?

No hay problema, si no tenemos ninguna otra solución a nuestro alcance, nuestro iPhone puede ser todo lo que necesitamos. Con el cable de carga habitual del ratón, podemos conectarlo durante un rato y, a posteriori, volver a utilizar nuestro ratón para continuar trabajando. Fácil, ¿verdad?

Un monitor

¿Qué ocurre si queremos conectar nuestro iPhone a un monitor para, por ejemplo, enseñar un álbum de fotografías a algún familiar y no queremos ceñirnos a las dimensiones de la pantalla de nuestro iPhone? En este tipo de situaciones, el USB – C puede ser nuestro gran aliado.

Para ello, tenemos que conectar nuestro iPhone a un monitor por medio de un Hub. Sin ninguna configuración extra, podremos comenzar a visualizar nuestro contenido en tantas pulgadas como tenga nuestro monitor. Aunque, eso sí, tendremos que tener en cuenta que los laterales de la pantalla siempre se quedarán en negro, no siendo posible aprovechar toda la pantalla sin deformar la imagen.

Un iPhone convertido en powerbank para otros móviles

Pese a que la carga inversa ya lleva tiempo asentada en otros dispositivos, los usuarios de Apple todavía no habíamos tenido la oportunidad de aprovecharnos de ella y conocer todas sus posibilidades. Ahora podemos utilizar nuestro iPhone para cargar otros móviles, no solo de la compañía de la manzana, también de Android.

Lo único que tenemos que hacer conectar el segundo terminal a nuestro iPhone y, automáticamente, comenzará a cargar. Si conectamos otro iPhone 15, ambos móviles determinarán cuál es el que tiene más batería y ese será ese el que asuma el rol de powerbank. En el caso de conectar un iPhone anterior, automáticamente el iPhone 15 será el que asuma el rol de powerbank.