El coche de Apple sigue siendo un misterio a grandes rasgos. Es bien sabido que la compañía ha estado años desarrollandolo, a tenor de numerosas patentes que se han ido registrando. También que compañías como Hyundai estuvieron a punto de participar en su fabricación, aunque el hecho de prestar solamente sus fábricas sin más alicientes no convenció a los coreanos.
Ahora se ha sabido de un plan hasta ahora secreto y que tiene relación tanto con el sistema de conducción autónoma del Apple Car como con el diseño y fabricación del chip que se encargaría de gestionarlo. Todo ello según informes de The Elec, un conocido medio asiático que tiene buenas fuentes en la cadena de suministro de la compañía.
El año que viene estaría listo el chip
Según el citado medio, la empresa surcoreana OSAT es la que, a encargo de Apple, dio comienzo al desarrollo de un chip muy similar a los Apple Silicon de los Mac, que integraría en su interior una CPU, una GPU e incluso memoria RAM. Este chip sería el encargado de supervisar los cálculos de inteligencia artificial, acompañados por un posible chip neuronal.
Y además de lo relativo al sistema de conducción autónoma, se dice que este chip sería capaz también de manejar informaciones relativas a una cámara, la cual estaría destinada a detectar interacciones cercanas al vehículo y evitar con ello posibles accidentes y otros choques fortuitos. Y, si todo marcha como se espera y acorde a estos informes, el chip estaría finiquitado para 2023, aunque no quiere decir esto que sea cuando Apple presente el vehículo.
Sigue siendo un proyecto a medio-largo plazo
Por el momento Apple tiene sus miradas más inmediatas puestas en el casco de realidad mixta que, salvo sorpresa, podría este año ya darse a conocer (o al menos parte de su software). El coche es un proyecto iniciado hace por lo menos 8 años y en el cuál Apple no se quiere apresurar. Así lo llevan tiempo afirmando los analistas mejor informados sobre la situación.
De hecho el proyecto no está cerrado del todo y aunque ya se da por hecho que la compañía lanzará un vehículo eléctrico como tal, con software propio incluido, todavía no se descarta que de primeras lancen simplemente el sistema para otros vehículos para testar el mercado. Y aunque la tendencia de los coches eléctricos es cada vez más evidente y empresas como Tesla ejercen un férreo liderazgo en la innovación del sector, desde Cupertino no quieren perder la calma.
«Mejor llegar tarde y hacerlo mejor» es un viejo dogma de la compañía al que parecen aferrarse con este proyecto. De hecho, se espera que incorporen novedades realmente rompedoras como baterías de larga duración que ayuden a eliminar ese obstáculo por el que muchos siguen prefiriendo los híbridos y los diesel/gasolina.
Así pues, los más optimistas lo sitúan más cerca de 2030 que de estos próximos años. Lanzarse de lleno en un sector hasta ahora desconocido para ellos no es fácil, por lo que la paciencia manda.