Apple se afana en demostrar cada año las ventajas de ser ellos mismos quienes están detrás del diseño y desarrollo de procesadores como los de la gama ‘A’ que llevan los iPhone y iPad. Además, desde hace algunos años, se encuentran en pleno proceso de trasladar esa dinámica a su gama de ordenadores mediante chips con arquitectura ARM muy similares a los de sus equipos móviles. Recientemente hemos conocido nueva información de cómo serán estos componentes.
Una versión del A14 para los MacBook Pro de 2021
El equipo de ingenieros que está detrás del desarrollo de los nuevos chips de Apple está cada vez más cerca de poder definir por completo la nueva estructura técnica de los procesadores ARM. De hecho Ming-Chi Kuo ya afirmó hace unos meses que estos podrían estar listos para el año que viene. Es ahora el analista Mark Gurman, de Bloomberg, el que confirma esta información aportando nuevos datos acerca de estos.
Según el informe de Gurman, Apple trabaja en tres diseños de procesadores basados todos ellos en el chip A14 que llevarán los iPhone 12, los cuales se presentarán en septiembre salvo que la actual situación de epidemia obligue a la compañía a retrasarlo. Estos chips, pese a que estarán desarrollados por Apple, terminarán siendo fabricados por TSMC.
En lo que a características técnicas de estos chips se refiere, se espera que sean procesadores de 5 nm y que incluyan hasta 12 núcleos de los cuales 8 serían de alto rendimiento. Los cuatro núcleos restantes estarían enfocados a ser más eficientes energéticamente hablando. También se indica que serán los MacBook Pro los posibles equipos en los que se monte estos procesadores, aunque no podríamos descartar tampoco que se incluyan en la gama de iMac o incluso en los de más alta gama.
Un importante paso para Apple
Mientras finalizan los trabajos de desarrollo del chip para Mac basado en el A14, se sabe que ya hay un equipo dedicado a hacer lo propio con los chips A15. Puede parecer una locura teniendo en cuenta que aún faltaría un año para ver el A14 en estos equipos, pero es una buena estrategia por parte de la compañía de Cupertino para asegurarse que se cumplen los plazos.
Precisamente el incumplimiento de plazos por parte de Intel es lo que ha terminado por desencadenar que la compañía haya decidido fabricar sus propios procesadores. Los de Mountain View llevan varios años con numerosos retrasos en los pedidos, lo cual ha hecho que en ciertas ocasiones Apple haya tenido que retrasar el lanzamiento de nuevos equipos e incluso lo haya tenido que hacer con chips de generaciones anteriores, algo que los usuarios más exigentes han reclamado en multitud de ocasiones.
Pese a que la tendencia de los ordenadores está a la baja en favor de los smartphone y tablet, desde Apple son conscientes de que todavía siguen siendo equipos fundamentales para numerosos usuarios y sectores profesionales. Es por ello por lo que pretenden recuperar cuota de mercado con sus futuros equipos optimizados al máximo por chips dedicados exclusivamente a mover su sistema. Habrá que esperar para comprobar hasta que punto pueden igualar o superar a los actuales chips, pero de momento el asunto pinta muy bien.