En el día de ayer, Apple hizo un importante anuncio con respecto a los pagos entre iPhone mediante Tap to Pay. O lo que es lo mismo, que dos iPhone puedan realizarse pagos mutuamente mediante contactless de una forma similar a como se realizan con Apple Pay en un datáfono. Sin embargo, esta es una novedad que no disfrutaremos todos.
Según explicaba la propia Apple en su comunicado, esta será una función reservada a comerciantes de Estados Unidos y estará disponible desde finales de año. Han garantizado que es un método de pago seguro y eficaz para todo tipo de profesionales, desde empresas pequeñas hasta las más grandes. Ahora bien, los usuarios de a pie y que además viven fuera de este territorio se han quedado con un sabor un poco agridulce por lo interesante que resultaría esta novedad si se extendiese de forma global y a todos los públicos.
¿Una alternativa a Bizum en Europa?
Hace ya casi 6 años que nació Bizum como un método de pago instantáneo mediante las aplicaciones bancarias de numerosas entidades, aunque no fuese hasta hace 2-3 que se empezó a popularizar. Sin embargo, sigue habiendo entidades que no admiten este tipo de pagos entre usuarios y por ello hay quienes verían con muy buenos ojos el poder realizar pagos entre amigos mediante su iPhone.
Cierto es que esto exigiría presencialidad, ya que, a diferencia de Bizum, este servicio solo funcionaría si se unen dos iPhone físicamente y no se podría realizar a distancia. Aunque para esos últimos casos ya existe Apple Pay Cash, un servicio integrado en iMessage y que permite realizar pagos a distancia entre usuarios. Sin embargo, esta funcionalidad tampoco se ha extendido y al final se ha quedado ligada únicamente a quien tiene una Apple Card, la cual solo se puede contratar en Estados Unidos.
Las complejidades que tiene que enfrentar Apple
A diferencia de cuando hablamos de una característica de hardware o un cambio en la interfaz de iOS, este tipo de novedades relacionadas con servicios financieros son más difíciles de integrar. Y lo son por varias razones, empezando por el estudio que requiere su integración de cara a garantizar su seguridad y privacidad. Aunque, sin duda, su principal handicap reside en la complejidad de las leyes financieras.
Al final cada territorio tiene sus propias normativas y adaptar servicios como estos de forma global es una tarea complicada y de ahí que Apple siempre pruebe primero en Estados Unidos, lugar que conocen sobradamente y en el cual tienen la mayor cuota de mercado con sus dispositivos. Y aunque en algunas ocasiones se ha dejado caer la posibilidad de extender servicios como la Apple Card a Europa, lo cierto es que nunca se han terminado de materializar.
Por tanto, la funcionalidad de pagos entre usuarios es un deseo real y que a buen seguro aumentará con el anuncio del Tap to Pay entre empresas. Sin embargo, aunque Apple sea consciente de ello, no tiene nada fácil integrarlo a nivel particular y fuera de su país natal. Así que, aunque no podamos descartarlo, deberíamos hacernos a la idea de que no parece estar en sus planes llevarlo a cabo a corto plazo.