Si hablamos de un innovador dispositivo de bolsillo de Apple con acceso a internet, quepermite gestionar calendarios, agenda e incluso enviar correos electrónicos, pensarás que estamos hablando del iPhone, pero no. Hablamos de la Apple Newton Message Pad, una PDA presentada 15 años antes de este. ¿Y qué fue de ella? Pues uno de los mayores fracasos de la firma de la manzana y que a continuación te recordamos.
La primera PDA de la historia
PDA hace referencia a las siglas en inglés de Asistente Personal Digital. La de Apple, llamada formalmente Apple Newton MessagePad H1000 fue la primera que se acogió realmente a estas siglas. El nombre con el que más se le conoció fue como Newton, nombre que además fue un claro guiño a la forma en la que este personaje histórico desarrolló la teoría de la gravedad al caerle una manzana a la cabeza; no en vano siempre ha habido relación entre este y la marca de Apple, como en el primer logotipo diseñado por la compañía.
En el contexto histórico en el que comenzó el desarrollo, nos encontramos a finales de los años ochenta. Por aquel entonces la compañía californiana estaba comandada por John Sculley, que había tomado el papel de CEO tras el abandono forzado de Steve Jobs. A causa precisamente de esto, la compañía atravesaba una enorme crisis que incluso llegó a dejarles al borde de la quiebra a finales de los noventa.
La competencia con Microsoft era más feroz que nunca, estando los de Cupertino muy por detrás de estos. La Apple Newton se presentó oficialmente en 1992. Su precio de partida era de unos 700 dólares de la época, lo cual ya era un precio elevado y que hoy en día equivaldría a unos 1.100 dólares. Ya por aquellos tiempos Apple se caracterizaba por precios altos, aunque en este caso parecía valerlo, y decimos que lo parecía porque acabó siendo una pesadilla para la compañía.
Como precedentes a esta Newton encontramos la Psion Organiser, que fue la precursora de este tipo de dispositivos aunque con sutiles diferencias. En aquella no encontrabamos un panel usable con stylus, sino un diseño muy similar al de una calculadora de botiones y cuyas funcionalidades estaban más orientadas a otros sectores como los de programar paquetes de finanzas, matemáticas o ciencia en lenguaje de programación POPL, patentado por la propia empresa Psion.
Qué podía hacer la Apple Newton
Cosas tan básicas hoy en día como redactar textos, gestionar agendas y notas o utilizar aplicaciones de terceros no solo es algo común en todos los smartphone, tablets y ordenadores, sino que es algo tan natural en nuestras vidas que tiraríamos los trastos a la cabeza a cualquier empresa tecnológica que nos presentase eso como novedad. Pero en aquel contexto tecnológico de principios de los 90, la Newton se presentaba muy interesante gracias a estas características.
Funcionaba a pilas y disponía de una pantalla resistiva utilizable con un stylus, permitiendo incluso la entrada de texto manuscrito o realizar dibujos. Todo un guiño espacio-temporal a lo que tenemos hoy con los iPad y el Apple Pencil. Montaba un sistema operativo llamado Netwton OS que tenía bastantes fallos que incluso para entonces eran inconcebibles. Pero sin lugar a dudas, el gran problema de esta PDA era su hardware. El procesador ARM RISC 610 que montaba no era suficiente para gestionar toda la presunta potencia que debía tener el aparato. ¿Hemos dicho ya que funcionaba a pilas? Quizás este detalle sea el que más define a este producto, que demostró estar a la altura de las definiciones de grandes ideas y pésimas ejecuciones.
Nuevas versiones y cancelación definitiva
Como era de esperar vistos los problemas y el elevado precio, la Apple Newton fracasó en su intentó de copar un puesto determinante en las empresas y como herramienta fundamental para profesionales como arquitectos. Incluso otros fracasos anteriores como el Apple Lisa corrieron mejor suerte por haber sido incluso usado por la NASA. Pero esta PDA no tenía remedio.

No contentos con los pobres resultados en ventas y las enormes pérdidas generadas, Apple no asumió del todo el fracaso y se lanzo en la aventura de desarrollar nuevas generaciones. Entre ellas destaca la línea MessagePad y la eMate 300, con un diseño a escala que recuerda a un ordenador portátil. Es cierto que estas mejoraron a la Apple Newton original, lo cual no era demasiado complicado, pero también fracasaron estrepitosamente. Algunos motivos además se repetían, ya que el precio fue uno de los principales causantes de que la desgracia volviese a caer sobre estos productos.
En 1997, Apple ya estaba al borde de la desaparición. Gil Amelio tomó los mandos de la compañía y consiguió convencer a Jobs para regresar a la empresa que él mismo fundó junto a Steve Wozniak y Ronald Wayne. Esto se tuvo que producir mediante la compra de NeXT, compañía que Jobs fundó durante los años que estuvo fuera. Finalmente en 1998, Jobs ordenó cesar el desarrollo y comercialización de las Newton.
¿Qué queda hoy en día de las Newton?
Más allá de las PDAs que guardan coleccionistas y las que se quedan en exposiciones, poco rastro queda de estas PDAs. Quizás en algún portal de compra-venta de artículos de segunda mano se pueden encontrar estas o sus accesorios origjnales, en alguna ocasión incluso con precios desorbitados. Al final no deja de ser un producto histórico aunque sea por haber sido un fracaso y, por tanto, cobra un valor especial para los más acérrimos fans de la tecnología.
En esencia quizás si quede algo de estas PDAs y es que en un iPhone podemos encontrar la verdadera transformación de una buena idea en un gran producto. No existen evidencias del todo claras en torno a qué año comenzó a desarrollarse el iPhone, ya que al final es un concepto que va transformándose, pasando primero de ser teléfonos con internet desarrollados en colaboración con otras compañías hasta llegar al completo dispositivo que fue aquel primero de 2007.
Fuentes cercanas a Jobs han señalado en alguna ocasión que a este no le disgustaba del todo la idea de la Apple Newton, pero su perfeccionismo casi enfermizo le impedía ver aquel despropósito bajo la marca de la manzana. En su interior brotó un deseo irrefrenable de lanzar un producto con esa esencia que lograse encandilar al mundo entero. Fue mucho el tiempo que pasó con sus ingenieros, ya fuera planeando conceptos o desechando prototipos fallidos. La culminación de este deseo se vio reflejada en la ya histórica Macworld Conference & Expo de enero de 2007.
Aquel recordado evento fue también un punto de inflexión para la compañía, y es que el iPhone unido al iPod fue la culminación de una estrategia de diversificación en la que ya no solo desarrollaban ordenadores. De ahí que ese día se hiciera oficial que el nombre pasaba de ser Apple Computer Inc. a ser Apple Inc.