Si tienes un iPad 2019 con problemas para cargar o que directamente no carga de ninguna forma, es evidente que algo no va bien. Pensar que está estropeado y hay que llevarlo a reparación no es un mal pensamiento, pero lo cierto es que no siempre es la solución y hay ocasiones en las que puede remediarse sin necesidad de acudir al servicio técnico. En este post te contamos todas estas soluciones para volver a utilizar sin problemas tu iPad de 7ª generación.
Solución más típica, aunque quizás no eficaz
En el sector tecnológico se dice a modo de chascarrillo que los técnicos especialistas resuelven siempre los problemas encendiendo y apagando el dispositivo. Evidentemente esto no es verdad, pero por gracioso e incluso absurdo que parezca, muchas veces arroja resultados positivos. Esto es debido a que ocasionalmente pueden aparecer ciertos problemas en segundo plano que generan fallos y el de la carga podría ser uno de ellos. Honestamente creemos que hay pocas posibilidades en que tu problema se solucione con esta acción, pero se tarda poco en hacer y por probar no pierdes nada. Todo ello teniendo en cuenta que tu dispositivo tenga aún algo de batería, porque si está ya agotada y está apagado no podrá hacerse.
Actualiza el software
Puede parecer que no tiene nada que ver, pero el software muchas veces puede ser el causante de problemas que de apariencia se presentan como fallos de hardware. No suele ser muy habitual que una versión de iPadOS contenga algún tipo de fallo que haga que la carga sea más lenta o que directamente no cargue, pero tampoco es algo descabellado.
Para salir de dudas, te recomendamos tener la última versión de iPadOS disponible. Para comprobar si hay alguna actualización más reciente debes tener conexión a internet e ir a Ajustes > General > Actualización de software. En este apartado encontrarás la posibilidad de descargar e instalar la versión más actual del sistema si la hubiera.
Si el iPad 2019 tarda mucho en cargar
Puede ser que tu problema con la carga sea el tiempo que tiene que estar conectado tu iPad a la corriente para cargar completamente. Lo primero que debes saber es que es recomendable utilizar un cargador original o certificado. Los originales son los que te vienen en la caja, tanto el cable con extremos Lightning y USB como el adaptador de corriente. Si se te ha roto alguno de ellos o por cualquier otro motivo has recurrido a uno de terceros, asegúrate de que tenga certificación MFi, el cual es el estándar que da Apple a los fabricantes de este tipo de accesorios y que garantiza el correcto funcionamiento y que no dañará el dispositivo.
Si estás utilizando ya un cable original o certificado y aún así el iPad de 7ª generación presenta problemas, seguramente el problema sea un defecto en el cable o adaptador. Si los accesorios son relativamente nuevos es posible que vinieran ya defectuosos de fábrica y quizás puedas devolverlos a través de la garantía legal. En caso de que sean ya algo más antiguos es ya muy probable que hayan sufrido algún daño por el paso del tiempo. Ni que decir tiene que este será el problema si presenta algún defecto aparente como estar pelado.
En cualquiera de los casos, la mejor recomendación que podemos hacerte es la de probar con otros cables y cargadores que también estén certificados. Realiza distintas combinaciones: probando el cable que ya tienes con un nuevo adaptador, mantener el mismo adaptador y conectarlo con otro cable, probar ambos accesorios nuevos, etc. Todo ello te servirá para verificar cuál es el elemento en concreto que está presentando el fallo.
Hay que decir que es recomendable siempre cargar el iPad conectado a la corriente, ya que si lo conectas a una powerbank o a un dispositivo como un ordenador, la carga podría ser algo más lenta. Por tanto, si este era tu caso ya sabes que es muy posible que fuera el causante de una carga más lenta de lo habitual.
Revisa el conector Lightning del dispositivo
Si tienes el problema expuesto en el anterior apartado y no has conseguido solucionarlo con las pautas mencionadas, este punto que comentaremos ahora también podría servirte. Los conectores Lightning que incorporan estos iPad 2019, al igual que el de otras tablet de Apple, están preparados para estar conectando cables a diario sin que se resientan. Sin embargo hay ciertos factores que pueden hacer que este deje de funcionar o no lo haga de forma correcta siempre.
Límpialo, pero con cuidado
La suciedad, al igual que la humedad, es el principal enemigo de muchos componentes electrónicos como el conector del iPad. Usamos el dispositivo en todo tipo de situaciones, lo llevamos en mochilas, lo dejamos guardados en cajones… Todo esto al final puede hacer que se cuelen pequeñas motas de polvo u otros restos de suciedad como migas de pan y similares si hemos estado comiendo cerca del aparato.
La forma más recomendable de limpiar un conector Lightning es usando un bastoncillo que no suelte pelusas y/o un cepillo de cerdas blandas. Estarás pensando que clase de estos objetos son y hemos de decirte que probablemente ya tengas en casa uno de estos bastoncillos o cepillos y los utilices habitualmente para tu higiene personal. Tendrás que introducirlos muy suavemente a través de la rendija del conector y deslizar de forma delicada una vez están dentro para sacar la posible suciedad que tenga acumulada. Si el problema de carga de tu iPad era este, lo verás solucionado cuando acabes este proceso y conectes el cable.
¿Se ha colado líquido?
Mencionábamos anteriormente los daños por líquidos como un enemigo de la electrónica y aquí haremos hincapié en ello. Es posible que se te haya derramado líquido cerca del iPad o que lo hayas dejado en alguna superficie mojada. Si recuerdas alguna situación similar no podemos decirte que sea esa la causa de los problemas al cien por cien, pero si hay una alta probabilidad de que lo sea.
También hay ocasiones en las que la humedad se puede colar dentro del iPad a través de este conector sin necesidad de que se haya derramado líquido cerca. Es por ello por lo que se recomienda siempre utilizar y guardar estos dispositivos en ambientes lo más secos posibles o con bajos niveles de humedad. Estos daños no se pueden reparar fácilmente y pese a que existen algunos consejos como verter el dispositivo en un cubo con arroz, lo cierto es que es más una leyenda que una certeza de cara a su eficacia.
Si tu iPad 2019 ha sufrido algún daño por líquidos tendrás que acudir sí o sí al soporte técnico. Todo ello independientemente de que los daños solo provoquen fallos en la carga o en algún otro componente. Apple y sus Servicios Técnicos Autorizados (SAT) no cambian el conector como tal, por lo que te ofrecerán un dispositivo de reemplazo con la certeza de que funciona correctamente.
Restaurar como última solución a tu alcance
Antes de darte por vencido y llevar tu iPad de 7ª generación a un servicio técnico, quizás podrías probar a restaurar el dispositivo. Esto viene en la misma línea del software que comentábamos cuando proponíamos actualizar iPadOS. Si el problema es de software y se encuentra definitivamente instalado en tu equipo independientemente de su versión del sistema, muy posiblemente formatearlo sea lo mejor. Realmente los fallos relacionados con esto no suelen presentarse como problemas para realizar una carga, pero por descartarlo puedes ir a Ajustes > General > Restablecer y pulsar en «Borrar contenido y ajustes». Una vez finalice el proceso tendrás el iPad restaurado y podrás probar si funciona la carga o no.
Precios de reparación en Apple
Si el problema que presenta tu dispositivo reside en un fallo ajeno a tu uso, como puede ser un defecto de fábrica, es posible que Apple te lo reemplace de forma gratuita. La marca suele asumir este tipo de fallos y te compensan de esa forma. Sin embargo, si el problema es debido a un mal uso, a daños por líquidos o cualquier otro problema derivado del tiempo de uso, el coste ascenderá a 281,10 euros, lo cual se quedaría en 49 euros en caso de que tengas contratado AppleCare+. Si además tienes que enviar el equipo a Apple porque no puedes acudir de forma presencial tendrás que pagar 12,10 euros adicionales en concepto de gastos de envío.