Cuando se necesita utilizar el iPad con premura puede que nos termine cabreando el tiempo de encendido que puede llegar a tener. Son muchos los problemas que pueden derivar en tener un tiempo de encendido más elevado de lo normal. En este artículo te mostramos las posible causas así como las soluciones a seguir para poder agilizar el encendido.
Comprueba la batería del iPad
Una de las principales razones cuando queremos encender el iPad y tarda varios minutos en hacerlo puede ser la batería. Si llevas mucho tiempo sin utilizarlo deberás tener presente que la carga de la batería será nula y tendrás conectarlo a la corriente. El encendido no es inmediato, sino que se necesita de un tiempo prudencial para que se cargue levemente y se pueda proceder con el encendido. Este proceso se puede demorar hasta 5 miuntos. Todo dependerá del cargador con el que lo estés recargando de nuevo. Es por esto que hay que tener muy presente que nunca se debe tener un equipo descargado por completo. Si está entre tus planes no utilizarlo durante mucho tiempo la carga con la que lo dejes debe ser de entorno al 50% para que no sufra a largo plazo y tampoco para que te pille de sorpresa en el caso de que lo requieras rápidamente.
En otros casos puede darse que la batería está defectuosa y no le transmita la energía necesaria al dispositivo en el tiempo establecido. Esto puede hacer que se demore el encendido o que incluso tengas que realizar varios intentos para encenderlo. Ante estos problemas la única solución posible radica en acudir a una Apple Store para poder realizar las reparaciones oportunas con el diagnóstico a través de su propio software.
Libera el almacenamiento interno
Nunca es recomendable llegar hasta el extremo de la capacidad de almacenamiento que nos ofrece un iPad. Conforme vas almacenando archivos o aplicaciones, la tablet puede tardar mucho más en encenderse al tener que cargar toda esa información. Es por ello que de manera recurrente deberás tener el iPad lo más limpio posible en sus entrañas eliminando aquellas aplicaciones que no utilizas nunca o los archivos pesados que tienes almacenados. Esto último se puede conseguir haciendo uso de las nubes de información que tienen como objetivo liberar el espacio interno de un dispositivo. Todas estas operaciones harán que la carga inicial suponga un menor trabajo para el iPad agilizando todo el proceso.
RAM o almacenamiento comprometidos
Si pensamos en el proceso de encendido de un iPad, al igual que cualquier otro producto tecnológico, intervienen tanto la batería como la RAM y el propio almacenamiento como hemos comentado antes. Estos dos últimos es algo raro que se terminen rompiendo salvo que el iPad haya recibido algún tipo de golpe. Pero todos conocemos que cualquier componente tiene una pequeña tasa de presentar un fallo que en la mayoría de los casos proviene de fábrica y no se presenta de manera intermitente. Un fallo en almacenamiento en la tasa de lectura puede provocar que el sistema operativo no se pueda ejecutar a la velocidad óptima así como todo el contenido para realizar el iniciado. Esto termina afectando de lleno a la velocidad con la que se enciende el iPad.
Esto mismo ocurre con la memoria RAM que actúa como una memoria inmediata que ejecuta parte del sistema operativo. Aunque se vea como algo que puede ser prescindible, lo cierto es que juega un importante papel a la hora de encender un iPad. Si esta memoria falla por un mal contacto en la placa base o por un defecto en el propio componente puede terminar provocando que el iPad ni siquiera encienda siendo uno de los primeros efectos el inicio lento de todo el equipo.
El sistema operativo puede ser el problema
Uno de los grandes problemas que puede tener tu iPad y que retrase el encendido de este es el propio software. Este determina la interconexión entre todos los componentes del hardware y puede terminar retrasando todos los procesos de encendido que sufre el iPad desde que le das al botón de inicio. También la acumulación de archivos temporales o un simple bug puede hacer que el inicio se vea ralentizado por tener que ejecutar diferentes archivos que pueden estar corruptos o no funcionar de manera correcta. Es por ello que siempre formatear el equipo a los valores de fábrica puede terminar siendo de mucha ayuda a la hora de agilizar el encendido.
Es importante tener en cuenta que a la hora de realizar de nuevo la configuración inicial, no se debe restaurar una copia de seguridad. Si se hace esto lo único que conseguirás es migrar de nuevo los posibles problemas que estaban provocando una ralentización en tu dispositivo. Aunque pueda resultar algo molesto este proceso tan tedioso, es lo más recomendado para tener el iPad perfectamente configurado y en óptimas condiciones. Si esto no soluciona tus problemas, no te queda otra que pensar en un problema con el hardware como te comentamos a continuación.
Si el iPad no enciende
En algunos casos es posible que el equipo directamente no responda al hecho de pulsar sobre el botón de inicio. Ni siquiera mostrando el característico logo de la compañía al inicio. Ante estos casos debemos temernos lo peor ya que es posible que algunas de las piezas de hardware que hemos comentado anteriormente se hayan roto por completo. O es posible que se pase a hablar de la placa base del dispositivo que ha sufrido algún tipo de cortocircuito. Ante estos casos deberás sopesar el hecho de reparlo, aunque en ningún caso deberás hacerlo tu mismo, sino que lo más recomendable es llevarlo a un SAT como te comentamos a continuación.
El paso por la Apple Store
Si tras realizar una reinstalación del sistema operativo, no surte efecto es lógico pensar en los problemas de hardware que hemos comentado. La única opción posible para solucionarlo es solicitar una reparación a la propia Apple con el objetivo de que haga los cambios oportunos en su interior. Es importante para ello acudir a una tienda especializada con cita previa, con el objetivo de no perder la garantía. Esto es lo que ocurriría en el caso de que quieras ir a una tienda que no ha sido autorizada por la propia compañía.
Es importante remarcar que este tipo de fallos están cubiertos, en general, por la garantía general con la gozan estos dispositivos. De este modo no deberás abonar la reparación. Aunque si está fuera de la garantía si que tendrás que abonar los costes que si suponga los cambios en el hardware.