El problema de Apple con las baterías de los terminales más antiguos ha sido más que oido en todos los medios en las últimas semana. La solución desde Cupertino ha sido pedir perdón por la poca transparencia que han tenido con el usuario y ofrecer programas de reemplazo por 29 euros. Pero aquí no queda esto, ya que la fiscalía francesa ha abierto una investigación contra la compañía sumándose a las numerosas demandas que tienen ya a sus espaldas los de Cupertino en EEUU y otros países.
La justicia francesa investigará a Apple por ralentizar los iPhone
La fiscalía francesa quiere investigar a Apple por un posible caso de fraude al acelerar la obsolescencia programada de los dispositivos más antiguos, que es donde se han podido encontrar graves problemas de rendimiento que no son propios de un terminal que ha costado bastante dinero.
Esta investigación de la justicia francesa es la respuesta a una denuncia que presentó una asociación francesa de consumidores llamada Alto, acusando a Apple de adelantar la obsolescencia programada para que el usuario cambie de terminal más rápido de lo que debe, al irle verdaderamente mal de un día a otro con una actualización.
La Dirección General de la Competencia, Consumo y Lucha contra los Fraudes será la encargada de realizar esta investigación que podría desembocar en una sanción económica sobre la compañía, siendo una de las muchas que le puede terminar cayendo a la empresa de Cupertino por todas las demandas que hay actualmente en el mundo contra Apple.
A pesar de que Apple ha pedido perdón públicamente, reconociendo que lo ha hecho mal no informando a los usuarios de que el iPhone comenzaría a ralentizarse a partir de iOS 10.2.1 si se presentaba una batería degradada por el tiempo. Deben de ser más transparentes y es posible que necesiten perder un poco de dinero para que reaccionen en Cupertino y sean honesto con sus clientes.
Déjame en la caja de comentarios si ves justa esta investigación.