Se acercan las navidades y el iPhone 15 se posiciona como uno de los dispositivos que más se van a vender en estas fechas gracias a su magnífica relación calidad-precio y porque los teleoperadores están ofreciendo numerosas promociones muy interesantes. Ahora bien, antes de decantarse por esta opción rápidamente, es importante que conozcáis la opinión de aquellas personas que han adquirido este producto. Por ello, en este post, os voy a contar mi experiencia tres meses después. ¿Es el mejor regalo de estas navidades?
Antes de entrar de lleno en este post, me gustaría resaltar que este dispositivo ha salido de mi bolsillo, es decir, ni Apple ni ninguna marca de terceros nos ha dejado una unidad para poder testearla y dar nuestras opiniones. Esto quiere decir que el costo de 959 euros ha salido directamente de mi cartera, y considero que así es la mejor forma de poder daros una experiencia real y completamente objetiva de este, para hablar de las ventajas y desventajas de la decimoquinta generación de Apple.
Una experiencia notable, pero no sobresaliente
El flujo de trabajo que le doy a mi dispositivo es bastante genérico, es decir, ni soy un fotógrafo profesional ni me paso todos los días jugando a videojuegos de Apple Arcade o consumiendo contenido en Apple TV+. Por tanto, podríamos decir que soy un usuario al que le gusta el ecosistema Apple, consume redes sociales y lo utiliza para tener acceso diario a mi correo electrónico y al trabajo a través de la aplicación de Spark.
Seguramente habrá usuarios que aprovechen mucho más el dispositivo, pero considero que la inmensa mayoría lo utilizan para el uso que yo le doy, así que, seguramente, muchos se sientan identificados con mi experiencia.
Batería mejorada pero sin características destacables
Es cierto que los primeros días con él no noté que la duración de la batería fuese algo sorprendente, como muchos vaticinaban o comentaban en reviews. De hecho, me resultaba bastante extraño, porque era el único que manifestaba quejas de ello, por lo que temía que mi unidad estuviese defectuosa.
Poco a poco, con las actualizaciones y las soluciones a los problemas que han tenido algunas aplicaciones de Meta como Instagram o WhatsApp, la batería ha empezado a funcionar bastante mejor y prácticamente tengo una duración de batería de día y medio como mínimo. Recientemente, hice un viaje largo y quise hacer la prueba para este post, dándole un uso intensivo al dispositivo desde 9:00 de la mañana hasta las 23:00-00:00 h de la noche. Después de realizar muchas fotos, vídeos y tener todo el día la ubicación activada, me quedaba más de 30% de batería a final del día. Magnífico trabajo de Apple, porque gracias a su política de actualizaciones, hace que el dispositivo mejore de forma constante durante todo el año.
Pantalla
Las expectativas que tenía hacia la pantalla eran muy altas, debido a que Apple es especialista en términos de calibración en esta área, ofreciendo colores muy naturales y que se adaptan de forma increíble a cualquier circunstancia.
Podríamos pensar que la verdadera calidad de la pantalla se encuentra en las versiones Pro, pero haciendo la comparativa entre el iPhone 12 de mi pareja y mi smartphone se observa un salto de calidad desde el primer instante.
Es cierto que no cuenta con una pantalla de 120 Hz, y que un teléfono cercano a los 1.000 euros debería tener esta característica, pero después de tres meses nunca los he echado en falta, y estoy satisfecho con sus 60 Hz. La misma situación tenemos con el conector USB-C, que no incorpora la velocidad de transferencia más avanzada. Llevo tres meses con él y no lo he utilizado. Quizás, más que criticar porque no lo tiene, deberíamos preguntarnos si verdaderamente merece la pena pagar de más por algo que vamos a utilizar en contadas ocasiones.
Cámara
Por último, tenemos que hablar de la cámara, donde sí ha dado un salto bastante grande con respecto a la generación anterior, heredando muchos aspectos procedentes del iPhone 14 Pro. En este sentido, se ve que el nuevo módulo de cámara y las nuevas funciones de hardware y software en el procesamiento de fotos ha avanzado muy considerablemente, tanto cuantitativa como cualitativamente. Como dije anteriormente, he quedado fascinando cuando hacía fotografías de nuevos lugares o del Puente Romano en Córdoba, donde vivo, por la noche. Ahora bien, la calidad de las versiones Pro es aún mayor, pero al activar el modo Hifi, se notan las mejoras al hacer Zoom o buscar diferencias en pequeñas esquinas o recovecos de la imagen.
Continuando con las cámaras, tenemos que destacar la cámara frontal o principal, quizás el elemento del iPhone que menos he mejorado esta generación, puesto que, al igual que dije en mis primeras impresiones, tengo la sensación de que el dispositivo es igual que la generación anterior. Es cierto que el nivel que tenemos del autorretrato es muy bueno y que la cámara frontal de todos los productos no se caracterizan por ser una de las mejores del mundo. Aun así, ofrece un resultado bastante notable, aunque por debajo del precio que tiene esta unidad.