Han pasado tres meses desde que me aventuré en la compra de mi MacBook Pro de 16 pulgadas con Silicon M3 Pro. Tenía claro que quería adquirir un equipo para trabajar de forma profesional. Por ello, siendo redactor de La Manzana Mordida, me gustaría dar una opinión sincera sobre un equipo muy útil, para indicaros si este es el equipo que necesitáis o es mejor decantarse por otra opción.
Antes de entrar de ello en este post, me gustaría resaltar que esta publicación es completamente personal y el gasto ha salido de mi bolsillo, por lo que os intentaré dar la opinión más sincera posible para que, en el caso de que hagáis una inversión de este nivel, tengáis certeza de lo que estáis y no estáis comprando.
Diseño
Lo primero que tenemos que decir es que se trata del mismo diseño que en las generaciones anteriores, pero con la inclusión de un nuevo color estético que ofrece un gran carácter: acabado mate negro, también conocido como negro espacial. Este color, junto a su diseño, nos indica que se trata de un equipo que a simple vista es mucho más minimalista, discreto y elegante, dando un plus de calidad, además de que visualmente se ve muy atractivo con las teclas retroiluminadas.
Todos las reviews decían que este equipo era un imán de huellas, sin embargo, la nueva tecnología que ha implementado Apple ha subsanado gran parte de este problema. De hecho, incluso si eres una persona con sudoración excesiva en las manos, las huellas se quedan muy, pero que muy poco. Punto a favor en este equipazo.
Conexiones
La versión que nosotros hemos adquirido es la M3 Pro, la versión que incluye más puertos. En concreto, tenemos el puerto MagSafe para la carga, que funciona como un imán y cuyo objetivo es que, si tropezamos con el cable, este se desconecte y evite que arrastre el equipo. Además, también contamos con dos puertos USB-C en la parte izquierda del cable de audio. En la parte derecha contamos con el lector de tarjetas SD, cable HDMI y un conector Lightning. ¿Echo en falta algún elemento más? Sí, el cable de ethernet, que siempre viene bien tenerlo.
Durante años, y prácticamente desde que se instaló el diseño minimalista, Apple ha pecado de poner muy pocos puertos. Sin embargo, con la llegada de los Silicon, la situación ha cambiado, al menos en los modelos Pro.
Pantalla
La pantalla de 16 pulgadas es una auténtica pasada. Sinceramente, nunca había tenido una pantalla con una calidad tan grande, ofreciendo una calidad visual y gama cromática con la que me he quedado fascinado.
Estamos ante un gran panel que te permite editar fotografías, trabajar en software de 3D o Figma a pantalla completa y tener todos los paneles laterales necesarios. Su volumen se ha hecho patente cuando estoy editando en Adobe Premier, porque es un software con muchas pestañas y, afortunadamente, puedes tenerlo todo de forma muy visible y funcional.
De todas las bondades que tiene este dispositivo, hay tres aspectos que nos gustaría resaltar. Tiene un panel que Apple va a tardar muchos años en mejorar, y no porque no quiera, sino porque no va a poder. En concreto, nos referimos a la tecnología Mini Led, capaz de encender y apagar zonas minúsculas. Por otra parte, el brillo, con capacidad de hasta 1.6000 nits en modo HDR y el Pro Motion. Por último, la capacidad de subir o bajar la tasa de refresco, al igual que el iPhone. Todo esto genera una sensación de dinamismo que hace que podamos incluso trabajar de forma más ágil.
Rendimiento
El rendimiento de este equipo irá en función del procesador que escojamos. Apple ofrece el M3, el M3 Pro (que es la versión que hemos escogido nosotros) y el M3 Max. En este sentido, el M3 Pro es el equipo más equilibrado de todos, ofreciendo un rendimiento superior al M3 e inferior al M3 MAX. Este último es una “bestia” de la que realmente solo las personas muy profesionales van a poder extraer todo el rendimiento posible. Ahora bien, dentro del modelo encontramos diferentes opciones, como una mejora de los núcleos. Sin embargo, la mayoría de los usuarios no vamos a notar esa leve mejora, por lo que te recomendamos que adquieras una versión superior solo si el presupuesto te lo permite; si no, ahórratelo en otras cuestiones, como el Apple Care.
A modo de conclusión, vamos a destacar lo mejor y lo peor de este producto. Por un lado, lo que más nos ha gustado ha sido el rendimiento y la experiencia de uso entre pantalla, autonomía, sonido y teclado. Por otro lado, lo que menos nos ha gustado es el precio de la personalización, que supera los 200 euros, y en algunas ocasiones llega a los 460, si adquieres versiones superiores.