Cuando el conflicto entre Apple y Massimo saltó a la esfera pública, la primera imagen que quiso transmitir Apple fue de tranquilidad y de que todo estaba bajo control. Sin embargo, poco a poco, los analistas están mostrando una situación completamente diferente, donde el segundo producto más vendido de la compañía podría comprometer seriamente los resultados fiscales de la compañía de cara al Q1 de 2024.
Problemas a corto y largo plazo
Según indica el último informe de Consumer Intelligence Research Partners (CIRP), las prohibiciones de los últimos lanzamientos de Apple perjudicarán a los ingresos a corto plazo, pero sobre todo a largo plazo.
Todos los usuarios que quisieran comprarse un Apple Watch para estas navidades ya lo han hecho, o han adelantado a su compra ante la eliminación del mercado de estos modelos. A pesar de ello, las pérdidas de ingresos se estiman que sean aproximadamente de 300 a 400 millones de dólares, solo para el periodo navideño. Puede parecer un número elevado, pero si analizamos que Apple tiene previsto ingresar 120.000 millones de dólares entre el trimestre octubre-diciembre, la caída financiera es muy baja.
Ahora bien, las consecuencias parece que empezarán a afectar a partir de enero de 2024, cuando el boom navideño cese y empiece el periodo de rebajas, donde muchas tiendas de terceros, tanto físicas como online, lanzan interesantes ofertas donde las ventas repuntan e igualan casi las que se producen en Navidad. Aquí es donde viene el verdadero problema de Apple, ya que conforme el periodo de las rebajas se vaya acabando y se vaya acercando el mes de septiembre, los usuarios van a dejar de comprar esta generación por la llegada del Apple Watch Series X, un dispositivo que parece que incluirá un nuevo diseño y nuevas prestaciones.
Apple parece que ha intentado camuflar la situación adquiriendo en EE. UU. un gran stock con el que poder satisfacer sus mercados en las próximas semanas; pero conforme este stock se acabe, no podría reponer nuevas unidades y llegado este punto, es cuando Apple tendrá problemas para cuadrar sus cuentas según sus previsiones.
El Apple Watch SE no salvará los muebles
Según el gráfico que publicó Apple Insiders, las ventas del Apple Watch series 9 suponen el 55% de la facturación anual de Apple, frente a un 24% del Apple Watch Ultra, un 2% de la versión Nike y 19% para la versión SE de segunda generación.
De todos los modelos disponibles, es muy poco pobre que el Apple Watch SE compense las ventas de los dos modelos suspendidos temporalmente, ya que solo representan el 19% de las ventas, además de ser el dispositivo al que menor margen de beneficio le extrae Apple.
A modo de conclusión, si la situación se agrava y se cronifica en el tiempo, la única solución posible a la que puede aspirar Apple es poder volver a poner en venta, en Estados Unidos, el Apple Watch Series 8 y el Apple Watch Ultra de primera generación, dos dispositivos que ha priori no tienen el problema de patentes con Masimo y que, por tanto, podrían mantener a flote las ventas de los relojes inteligentes en el principal mercado de Cupertino de mundo.