Muchos usuarios pensarán que escribo en esta redacción porque soy hate de Apple, pero realmente no es para nada así. De hecho, creo que no sería capaz de escribir de otra temática que no fuese de la manzana mordida porque puedo llevar más de 10 años sin tocar un Android o Windows y con un ecosistema de Apple bien cerrado. Hoy os quería hablar de macOS Sonoma, uno de los sistemas operativos que más ilusión me ha despertado y que me está decepcionando cada vez más. Sigue leyendo que te lo contamos todo.
Está lleno de pequeños errores
Me gustaría resaltar que tengo un Apple Silicon de primera generación, un M1 de 16 GB de RAM y 512 de SSD, lo que podríamos decir que estamos ante lo mejor de lo mejor en cuanto a especificaciones que puede tener un Mac mini. Por lo que, mi decepción con este software va a más cuando tienes un equipo que teóricamente debería ir perfecto para los años de actualizaciones que lleva y la configuración que tiene.
En la generación anterior, es decir, macOS 13 jamás reporté un problema de rendimiento ni ningún problema de fluidez del dispositivo, todo iba como la seda y notaba un gran salto de calidad cuando lo comparaba con mi MacBook Pro del 2017, un dispositivo que entraba en su último año de actualizaciones y sí que mostraba un rendimiento bastante deficiente en tareas tan básicas como escribir el slug o la meta descripción en esta redacción.
Ahora bien, parece que mi querido Mac mini está empezando a reportar todos los problemas que el año pasado acuciaba mi MacBook Pro de la generación anterior. Aplicaciones tan básicas como Telegram o Google no es capaz de abrirlas y cuando las abre, requieren tantos recursos que afectan al rendimiento de las otras aplicaciones. Podéis decir que tengo aplicaciones en segundo plano y quizás podéis tener parte de razón, pero es lo que llevo haciendo durante toda mi vida y en la generación anterior no pasaba, ¿por qué en esta versión sí?
Ni con la nueva actualización mejora
Cuando instalé macOS 14 pensé que estos problemas se solucionarían conforme pasasen varios días o cuando Apple lanzase la primera actualización de macOS 14.1 para corregir pequeños errores.
Pues bien, la situación no es que no haya mejorado, sino que ha empeorado. Una de las aplicaciones que peor rendimiento está dando es Safari, hasta tal punto que he emigrado por primera vez en seis años a Google Chrome porque era incapaz de poder trabajar en esta redacción sin que este se cayese todo el rato o realizar una búsqueda básica por internet. En Chrome no he tenido este problema nunca, con un rendimiento y una fluidez excelente, cuando Safari es el navegador web más optimizado para Mac o eso dicen. Apple, te recuerdo que un Mac es para trabajar.
Los problemas no terminan aquí, sino que, es la primera en mucho tiempo que noto que mi Mac mini se calienta con tareas genéricas, actividades que ni MacBook Pro del 2017 con un i5 de doble núcleo no le pasaba. En concreto, me refiero a actividades como la aplicación de IA Writter para escribir este artículo que estás leyendo o Pixelmator Pro para hacer pequeños retoques fotográficos. Bueno, esta mañana ni era capaz de abrirlos, fíjate en qué situación estoy.
Me sorprende mucho esta situación y no sé si alguno de vosotros le ha pasado algo similar, pero lo que sí parece claro es que este macOS Sonoma está reportando problemas y la solución no es restaurar el sistema, la solución es que Apple deje de cometer errores de software que últimamente se están repitiendo demasiado.
He pensado hasta en restaurar la unidad
Por un momento, he pensado incluso en restaurar mi Mac mini, el problema es que tengo miedo de que la restauración no se realice correctamente o cometa algún error que puede acabar con una pérdida de información. A pesar de que el sistema operativo de macOS es muy sencillo y fácil de utilizar, no he hecho nunca este tipo de soluciones, lo que genera más inseguridad a que algo no se realice del todo bien. Ahora bien, me llama mucho la atención estar asustado por tener que realizar una copia de seguridad, cuando el verdadero problema lo encontramos en que se trata de un sistema operativo que no ha nacido bien en ningún momento, es decir, yo tengo que estar asustado de los problemas de rendimiento y de fluidez de macOS Sonoma, cuando no debería ser así.
Espero que Apple mejore este sistema operativo en las próximas actualizaciones y esto no haya sido una nueva estrategia de Apple para «fomentar» la renovación de las unidades, puesto que, con los iPhone, llevamos varias generaciones donde el dispositivo a partir del tercer año sufre un importante recorte de pulsaciones de las nuevas versiones de software. ¿Dónde está la política de actualizaciones de cinco años? Realmente, si al tercer año tienes menos novedades, no son cinco años de actualizaciones, son tres más dos adicionalides.
Déjame en los comentarios si has tenido también problemas con macOS Sonoma. Ojalá entre los dos podamos dar con alguna solución.