Recientemente he tenido que volver a utilizar un iPhone 7, ya que mi iPhone XR está en el taller de reparaciones. Aunque se trata de un uso temporal, ello no impide que no intente sacarle el máximo partido a mi iPhone de sustitución. Y a medida que han ido pasando los días, he podido disfrutar de algo que este modelo sí tenía, pero que después Apple decidió retirar. Así que en este post te voy a contar qué es, y por qué la echaba de menos.
La pantalla del iPhone es uno de los elementos que más ha evolucionado en las últimas generaciones. Año tras año, Apple las ha hecho crecer, no sólo en tamaño, sino en calidad y en funciones. Pero no siempre que van mejorando, añaden características. Es más, hay un caso muy particular, en el que han quitado una de ellas. Y es precisamente la que echaba de menos, y que ahora he podido volver a disfrutar en el iPhone 7.
El 3D Touch dijo adiós con la llegada del iPhone XR
Lo que en el Trackpad del Mac se conoce como ForceTouch, y se sigue utilizando aún hoy en día, en el iPhone, pasó a mejor vida. O mejor dicho: se transformó.
Con la llegada del iPhone 6S, Apple decidió que era una buena idea el dotar a la pantalla con diferentes niveles de presión, los cuales se detectan y, en función de la fuerza que ejerzamos, se llevarán a cabo diferentes acciones. Abrir menús contextuales, previsualizaciones, selección de ítems, etc. Una pulsación con algo más de fuerza, gracias al sistema 3D Touch, era mucho más que pulsar un icono.
La sensación táctil, lo mejor de todo. Al menos, para mi, ya que sentías lo que pulsabas, y parecía que estaba tocando «a nivel físico» lo que se representaba en la pantalla. En el caso del iPhone XR, en adelante, seguimos teniendo las mismas funciones del 3D Touch. Pero sin el 3D Touch. Es ahí, donde entra en juego es transformación que antes mencionaba.
El hardware se transforma. El software, también.
Los motores hápticos fueron una gran novedad en su momento. Por fin, teníamos vibraciones mucho más realistas y acorde con el contexto de uso del teléfono.
Esas vibraciones que se activan con los motores hápticos, combinado con el software que ahora está preparado para los menús contextuales, precisualizaciones, y demás elementos que aparecían con el 3D Touch, han propiciado que las pantallas 3D Touch no sean necesarias.
Es cierto que la vibración es muy buena, y que lo que tenemos ahora responde de forma excelente. Pero, personalmente, volver a tener un sistema de pantalla que detecta niveles de presión, hace que las pulsaciones de este tipo sean más fluidas y realistas. Y en muchos casos, más rápidas.
Debido a que tenemos que hacer lo mismo con software y una pantalla que no detecta niveles de presión, las pulsaciones son del mismo tipo en todas las ocasiones. La duración es la misma, y la presión que se debe ejercer, también.
En el iPhone 7, si se pulsa más fuerte, la acción se realiza antes. Todo es más rápido y más fluido, si se ejerce más presión en la pantalla. Y junto con la vibración del teléfono, la sensación táctil es distinta, que la pueda tener con otro iPhone sin 3D Touch. Más realista e inmediato.