Desde que empecé a utilizar de forma más frecuente el iPad Pro en mi día a día, ha mejorado mucho mi productividad y la manera de trabajar en según qué situaciones. Te cuento cómo el iPad me ayuda en el trabajo y los estudios.
El iPad se ha ganado un lugar especial en el corazón de muchos usuarios como una herramienta de productividad querida y apreciada. La verdad es que es totalmente comprensible que así sea, ya que se trata de una herramienta súper versátil que nos permite tener un ordenador a mano siempre que queramos con las ventajas de la pantalla táctil.
La clave es la portabilidad
Lo primero que me encanta del iPad Pro es lo portátil que es. A pesar de estar utilizando el modelo de 12.9 pulgadas, me resulta más cómodo de transportar que mi MacBook Pro de 16 pulgadas. Es fácil de llevar en la mochila, aunque no sea una mochila muy grande e ir con él a todas partes. Esto significa que puedo trabajar en cualquier lugar y en cualquier momento. Da igual si estoy en la biblioteca, en el tren, el metro o en el aeropuerto.
Tomar notas a mano con el Apple Pencil
Además de tomar notas para el trabajo, me sirve para tomar notas durante mis estudios, el Apple Pencil de segunda generación es, en ese sentido, mi accesorio favorito para el iPad. Con él puedo tomar notas y hacer bocetos de forma rápida y sencilla y también lo más parecida posible a la experiencia de utilizar papel y lápiz. Eso significa que puedo plasmar mis ideas de forma más clara y entendible para mi y que mis documentos están llenos de anotaciones que con el tiempo me resultan muy útiles. Usar el Apple Pencil en el iPad es un placer.
La multitarea y cómo usar el iPad como ordenador principal
El iPad Pro es como un malabarista profesional cuando se trata de la multitarea. Puedo abrir varias aplicaciones al mismo tiempo y cambiar fácilmente entre ellas, además de que me he acostumbrado a utilizar “Stage Manager” o el Organizador Visual y me va de maravilla. Esto es genial para cuando necesito tener varios documentos o aplicaciones abiertas a la vez. Sobre todo cuando necesito compartir información entre diferentes aplicaciones. Si estás estudiando, por ejemplo, va genial tener a un lado de la pantalla el vídeo explicativo y a otro tus notas para seguir tomando apuntes.
Además, el iPad Pro se puede conectar fácilmente a un monitor externo y utilizar como ordenador principal. Aunque esto puede tener algunos inconvenientes que ya he comentado en artículos anteriores, es una buena forma de extender las capacidades del dispositivo.
Final Cut también está disponible para iPad
La tienda de aplicaciones de Apple tiene una tonelada de aplicaciones que están diseñadas específicamente para el iPad. Desde aplicaciones de trabajo como Microsoft Office hasta aplicaciones creativas como Procreate. Pero sin duda la aplicación que más estoy utilizando en los últimos meses es Final Cut. Aunque esta aplicación tiene todavía margen de mejora y necesita mejorar algunos aspectos de su funcionamiento para que el intercambio de bibliotecas entre dispositivos sea más fluido, es una buena primera toma de contacto con la App en el iPad. Así cuando no llevo conmigo el MacBook Pro, si tengo mi disco duro externo a mano, siempre puedo editar vídeo desde mi iPad. La experiencia de edición, además, con el Apple Pencil es muy buena porque nos permite tomar anotaciones sobre nuestros clips.