Los ordenadores Mac están más vivos que nunca. Este año 2023 hemos podido conocer nuevos modelos, tanto a principios como a finales. Los procesadores Apple M3 son uno de los grandes protagonistas. Su potencia y eficiencia energética están consiguiendo derribar muros que hasta hace poco se creían infranqueables. Y por muchos tres nanómetros y por mucho rendimiento, hay un motivo por el cual no me voy a cambiar de ordenador. Y se debe a Microsoft.
Los Mac con procesadores Apple Silicon con una serie de ventajas (muchas, de hecho9, al respecto de los Mac con Intel. Desde las actualizaciones de software, hasta la autonomía de las baterías, pasando por la compatibilidad con aplicaciones de iPhone y de iPadOS. Sin embargo, lo que se de da a unos, se quita a otros. y estos ordenadores, por muy potentes que sea, no son perfectos. Al menos, para mi.
Tengo Windows
Se puede decir más alto pero no más claro. Me encanta el sistema de macOS y todo lo que tiene que ver con el ecosistema de Apple. De hecho, es un sistema operativo que utilizo el 95% de mi tiempo, si es que tengo que calcular ese tiempo de uso en porcentajes. Lo hago casi todo con el sistema macOS Ventura.
Y, sí: Sé que mi ordenador data del 2017. Pero gracias al procesador de Intel puedo ejecutar una función de forma nativa, sin tener que instalar programas de terceros: BootCamp. Esta función permite, de forma nativa, instalar un sistema Windows en una partición que nosotros mismos hagamos en el disco duro local de nuestro Mac. Y si me cambiase de ordenador, adiós a esta herramienta.
Ahora bien, si soy tan fan de Apple, ¿Por qué utilizo Windows? Básicamente porque tengo ciertas cosas a nivel de hardware que, por antigüedad o por compatibilidad no funcionan en macOS. Del mismo modo, también tengo algunos programas que, aunque utilice muy puntualmente, necesitan utilizar Windows. No estoy hablando de «las cosas del trabajo», sino del ámbito más personal.
Gracias a este Mac con Windows siento que tengo un equipo mucho más versátil en este sentido. Y tú, querida persona que me estás leyendo, te preguntarás: ¿Y Parallels Desktop? Si bien, es cierto que podemos ejecutar Windows en un Mac con Apple Silicon, lo cierto es que prefiero que esa experiencia de usuario sea nativa. No quiero tener la sensación de que estoy ejecutando un sistema operativo dentro de una ventana. Sino que lo que me gusta es sentir que estoy usando Windows, cuando quiero usar Windows.
Es tener dos ordenadores, pero dentro de un mismo hardware. Y lo cierto es que me funciona cuando lo necesito. Es cierto que Windows no es algo que utilice todo el tiempo. Pero BootCamp me ha permitido crear un espacio personalizado al 100% de cómo quiero yo que Windows 10 se ejecute en mi Mac. Y por ello, al menos de momento, no quiero pasarme a Apple Silicon ya que perdería esta funcionalidad que, de cara a mi uso más personal del ordenador, me es muy importante.