El notch o ceja de los iPhone es ya un elemento característico de estos desde que se integrase en el iPhone X en 2017. Y aunque es cierto que ha habido cambio de notch del iPhone 12 al iPhone 13, lo cierto es que sigue existiendo y muchos se preguntan por las razones que llevan a Apple a seguir implementándolo. Y sí, tiene una explicación (o varias) que analizaremos en este artículo.
No, no es solo una cuestión de marketing
Es evidente que la imagen en una empresa como Apple es importante. Hasta el más mínimo detalle de los dispositivos es estudiado por el equipo de marketing, por lo que el notch está más que previsto. Supone un elemento diferencial con la competencia que hace que nada más ver un iPhone puedas saber que efectivamente se trate de un iPhone solo viendo esa ceja. Sin embargo hay razones más allá de esto.
En 2017 la tecnología de reconocimiento dactilar en pantalla no estaba todavía desarrollada al cien por cien y a tenor de que Apple buscaba su primer smartphone «todo pantalla» con el iPhone X, tenían que buscar una opción eficaz de desbloqueo. Integrar el sensor en un botón lateral no les convencía y fiaron todo al Face ID. Este sigue siendo a día de hoy, con sus pros y sus contras, el mejor sistema de reconocimiento facial de un smartphone.
Este Face ID se compone de varios sensores llamados True Depth que lanzan una serie de rayos infrarrojos (e invisbles) al rostros pudiendo reconocer la cara de la persona que está en frente. Un minucioso sistema muy estudiado por parte de Apple y que ha hecho que la compañía se vea «obligada» a seguir manteniendo el notch para que siga siendo igual de eficiente.
Y sí, debajo de esa ceja negra se encuentran los mencionados sensores, además del sensor de luz que hace que la pantalla se apague cuando, por ejemplo, estás en una llamada telefónica o escuchando un audio de WhastApp. También ahí se integra el altavoz de llamadas y la cámara frontal. El juntar tantos sensores y que funcionen bien en un espacio tan reducido es complejo.
En este 2021 Apple ha reducido un 20% el tamaño de este notch, haciéndolo más estrecho, aunque ligeramente más alto. Todo ello tras un proceso de estudio y pruebas que han verificado que la recolocación de los sensores es lo suficientemente efectiva como para que siga funcionando todo igual de bien que anteriores iPhone. Aunque nos preguntamos si realmente a Apple le ha costado 4 años este estudio o es que realmente no se lo plantearon hasta hace poco. Esta reducción del notch se suma al modo cine de los iPhone 13 o la pantalla ProMotion como las grandes novedades de estos dispositivos.
¿Es cierto que se eliminará por completo en 2022?
Antes incluso de presentarse los iPhone 13 había ya rumores de que los iPhone del próximo año eliminarán este elemento. Al menos en las versiones ‘Pro’ y en favor de un pequeño agujero en el que alojar la cámara y al más puro estilo Samsung. Incluso Jon Prosser publicó hace varias semanas un render con lo que, según sus fuentes, será este nuevo dispositivo sin notch.
Ahora bien, nos cuesta creer que Apple haya tardado 4 años en reducir el notch y decida ‘cargárselo’ solo 12 meses después. Se dice que habrían logrado completar con éxito las pruebas de Face ID bajo pantalla, algo de lo que no hay constancia, pero que en caso de ser cierto seguiría siendo extraño. Si este sistema estuviese lo suficientemente desarrollado, podría haber sido incluido este año. Y en caso de que aún faltasen pruebas, ¿por qué Apple no mantuvo intacto el notch para que su eliminación fuese más impactante sin pasos intermedios?
No dejan de ser esto hipótesis personales que maneja un servidor, aunque ciertamente creo no ser el único que lo piensa. Sea como fuere, estamos aún en una época temprana como para tener filtraciones de alta fiabilidad acerca de los próximos smartphone de Apple. Por tanto seguiremos a la espera de ir conociendo nuevas informaciones que confirmen o desmientan este posible y definitivo adiós al notch.