Podemos encontrarnos con grandes diseños de Apple a lo largo de la historia que han quedado incluso para la posteridad y ya no solo de la marca, sino también de la historia. Sin embargo, parece que en los últimos tiempos hay una cierta tendencia a cambiar muy poco o nada los diseños de sus líneas de productos. Y aunque esto no es necesariamente algo negativo, parece que no gusta a todos. De hecho, el jefe de diseño de Tesla ha hablado sobre ello.
«No hay nada que esperar» dicen desde Tesla
Tesla es una de las empresas punteras en estos momentos en lo que a tecnología, vehículos y diseño se refiere. Por ello creemos siempre interesante escuchar a hombres como Franz von Houlzhausen, jefe de diseño de la marca. Este concedió una reciente entrevista en el podcast Spike’s Car Radio y, entre otras muchas cosas, habló acerca de los dispositivos de Apple.
Houlzhausen dio su punto de vista asegurando que los productos de la manzana suponen «una simple continuación de lo que ya había». Llegó incluso a calificar esto como un hecho como «triste» porque no les supone inspiración ninguna a los que se encuentran en el sector del diseño y por ello siente resignación al no esperar nunca nada nuevo por parte de la compañía californiana.
Al hilo de la conversación sobre Apple, también llegó a reconocer que usaba un Apple Watch, afirmando que «odiaba reconocerlo». No sabemos si es el diseño u otro factor el que lleva a Houlzhausen a sentirse así por llevar un smartwatch de la manzana, pero sí afirmó las razones por las que lo llevaba y que precisamente son una de las grandes virtudes de estos relojes: su excelente registro de la actividad física.
¿Hay razones para quejarse?
Este tipo de declaraciones sobre el diseño de Apple son noticia por provenir de un importante directivo de Tesla, aunque es evidente que no es el único que tiene sentimientos encontrados a este respecto. Y es que, atendiendo al viejo dogma de «si algo funciona, no lo toques», podría justificarse el escaso cambio en el diseño de productos de Apple, pero también es cierto que no siempre fue así.
Es evidente que ni Apple ni ninguna otra compañía puede hacer avances en diseño cada año y para tantos productos como alberga en estos tiempos. No obstante, los cambios han sido tan escasos con el paso de los años que ha terminado por ser llamativo. Véase sino el caso de los iMac, los cuales estuvieron más de 10 años con un patrón de diseño y factor forma que solo se deshizo el pasado año con la llegada del primer sobremesa con chip M1.
El caso de los iPhone es otro que destaca no muy positivamente en este área. De hecho, del iPhone 6 al iPhone 8 se estuvieron reciclando diseños e incluso hoy día sigue presente ese factor forma con versiones como los iPhone SE. Desde el iPhone X y hasta los ’13’, tampoco ha habido demasiadas variaciones en el frontal. Al final observamos pequeños cambios puntuales que, efectivamente con el tiempo se nota una diferencia, pero no se recuerdan demasiados casos de cambios abruptos de un año para otro.
Sea como fuere, el debate está servido. Apple no es una compañía que suela responder a este tipo de declaraciones, pero a buen seguro que en la compañía no habrá sentado muy bien. Y más con la disputa silenciosa que mantienen con Tesla, empresa puntera en estos tiempos y que en su día pudo pasar a formar parte de Apple.