Si lo usas para esto, comprarte un iPhone nuevo será tirar el dinero
Vaya por delante que cada quién es completamente libre de gastar el dinero como quiera. Que la expresión «tirar el dinero» que se menciona en este post hace referencia a los usos potenciales que tiene un iPhone, en cuanto a hardware y a software, y que quedan desaprovechados. Este post no es para juzgar a nadie, sino para ofrecer una pequeña guía sobre la compra de un iPhone, en función de los usos que se le pueden dar. Y por si alguien anda dubitativo, quiere comprarse un iPhone, y su objetivo es precisamente no tirar el dinero, amortizar al máximo el dispositivo y aprovechar cuántas más funciones posibles.
La compra de un iPhone es algo importante. No tanto por el producto en sí mismo, sino por el alto coste de inversión que implica hacerse con un modelo nuevo, y en especial, si es de última remesa. Con un escaparate que supera los 1.000 euros fácilmente, un iPhone bien aprovechado no es un «simple teléfono». Sino que se convierte en una navaja suiza, en la que tenemos a mano un montón de posibilidades y herramientas en nuestra mano.
El iPhone y la creación de contenido
Si bien, es cierto que los teléfonos de la competencia tienen cámaras de fotos muy buenas, el iPhone es el mejor teléfono con el que grabar vídeo y audio. Tanto el sistema de procesado de imagen, como los micrófonos son de muy alta calidad, por lo que si estamos empezando a crear contenido, un iPhone será la única cámara y el único micrófono que vamos a necesitar.
Además, gracias a la app de Fotos nativa de Apple, como con las diferentes apps que tenemos para editar disponibles en App Store, tendremos una combinación ganadora de hardware y software. Y si le sumamos el factor de que tenemos un teléfono más antiguo (sea un iPhone o no), que ya no rinde lo suficiente, y en nuestro uso diario notamos que se nos queda corto, un iPhone nuevo no va a ser tirar el dinero. Será una inversión.
Como herramienta profesional, más allá de crear contenido audiovisual
Un dispositivo profesional necesita más que hardware eficiente y potente. Necesita integrarse con los demás dispositivos que tengamos, para tener flujos de trabajo lo más ágiles posibles. Si somos usuarios de Mac, la transferencia de archivos mediante AirDrop nos aporta una rapidez instantánea a la hora de pasar cualquier tipo de archivo o documento al ordenador.
Del mismo modo, gracias a las funciones de Handoff, el iPhone es una extensión de nuestro Mac. Podemos copiar contenido del iPhone y pegarlo al Mac. Abrir una app, empezar una tarea con el ordenador y terminarla en el teléfono. Podemos, incluso, utilizar el iPhone como webcam para reuniones online y videollamadas, y tener la mejor calidad, tanto a nivel de imagen como de sonido.
Un dispositivo que se convierte en el accesorio de otro producto, sin necesidad de adquirir más periféricos, es también una muy buena inversión. Por lo que apostar por un iPhone nuevo nos asegurará el mantener todas estas funciones de forma óptima durante mucho más tiempo.
Si no hemos probado nunca un iPhone
Si vamos a tener nuestra primera experiencia con iOS, quizás un iPhone nuevo y de última generación no es la mejor idea. A pesar de que iOS sea un sistema muy versátil y fácil de utilizar, no siempre la curva de aprendizaje va a ser la misma. Y más importante: No siempre tiene que gustarle lo mismo a todo el mundo.
Si no tenemos una experiencia que satisfaga nuestras necesidades, no vamos a ser capaces tampoco de aprovechar todo el potencial que estos dispositivos nos pueden llegar a ofrecer. Por lo tanto, si tampoco quieres que sea una pérdida de dinero, ir a por un iPhone anterior, de segunda mano o reacondicionado, es la mejor barrera de entrada con seguridad.
El uso básico del iPhone
Si no queremos desembolsar mucho dinero para un teléfono, del cual ya sabemos que vamos a utilizar las herramientas más básicas, quizás un iPhone de última generación no es la mejor inversión. El uso de redes sociales, sacar fotos de forma espontánea y llamar es algo que se puede hacer con todos los teléfonos inteligentes que ya existen. Además, si sabemos que no tenemos intención de mantener el teléfono durante mucho tiempo, quizás no es la mejor inversión que podamos hacer.
Ahora bien, si tenemos claro que vamos a hacer un uso básico, pero queremos una buena pantalla, autonomía para todo el día y, en definitiva, un teléfono que nos va a durar muchos años y que no vamos a sentir necesidad de cambiarlo en 4, 5 e incluso 6 años, a pesar de no exprimir todas sus funciones más profesionales, es también una buena compra, ya que estaremos ante unas inversión a largo plazo, en un dispositivo cuyo precio será elevado, pero que tenemos claro que no vamos a tener otro en años.