Desde la llegada de iOS 17.4, algunos operadores permiten convertir la SIM de tu iPhone en una eSIM, sin necesidad de ir a la tienda, solicitarlo, ni realizar procesos largos. Todo ello en cuestión de segundos y sin levantarte de la cama.
Sin embargo, salvo que tengas un iPhone que te obligue a usar eSIM, como los que venden en Estados Unidos, es lo peor que puedes hacer, y hoy vamos a explicarte el motivo, así como ver las ventajas y desventajas que tiene este proceso. Si no lo has realizado aún, estás a tiempo de evitarlo.
Por qué no utilizar eSIM
En primer lugar, para quien no conozca cómo funciona la eSIM, se trata de un nuevo sistema para tener línea de teléfono, sin necesidad de una tarjeta física como hasta ahora, por lo que, digamos que tu iPhone tendrá ese hardware en el interior del teléfono, asociado a tu número, y no necesitarás añadirle la SIM, como hacemos a día de hoy.
A simple vista parece un sistema mucho mejor, ya que no tendremos que preocuparnos de la tarjeta, sin embargo, la única ventaja sería esa, que no se va a degradar o estropear como una externa, ya que el sistema que lleva en el interior está más protegido y es más duradero, sin embargo, os pregunto, ¿cuánto tiempo tiene vuestra SIM?, ¿qué tal está? Sinceramente, una tarjeta metida en un teléfono puede durar años y años sin ningún tipo de problema, y en caso de tenerlos, seguro que es porque hemos mojado el teléfono, o ha recibido un golpe, no porque ella se haya estropeado sola.
Por otro lado, están los que pueden pensar que al menos, si te roban el teléfono, no podrán sacar tu SIM y usarla, sin embargo, si tienes un PIN, estará protegida, y pese a que la clonen, el código será el mismo, por lo que, salvo que la acierten por casualidad, no será un riesgo para ti.
Entonces, llegado a este punto, ¿qué ventaja real tiene una eSIM? Pues la verdad es que pocas, sin embargo, una tarjeta física sí que las tiene, ya que, si por cualquier razón se os cae el teléfono y se estropea, o deja de funcionar la pantalla, antenas, o batería, tendréis que cambiarlo, aunque sea de manera temporal, y en caso de tener una tarjeta virtual, os habréis quedado sin iPhone, puesto que no podréis poner la SIM en otro dispositivo.
Es decir, la eSIM está genial, pero ante cualquier problema con el iPhone, nos quedaremos incomunicados. Y la única ventaja, no lo es tanto, ya que seguro que a todos se nos ha caído o hemos roto un teléfono, pero, ¿cuántos habéis tenido que ir a vuestra tienda a que os den otra tarjeta porque ha dejado de funcionar?
Sin embargo, esto es el futuro, y pese a que en España tenemos ambas opciones, hay países como Estados Unidos donde la única opción es ya la eSIM, así que tendremos que ir adaptándonos. De todas formas, mientras nos dejen utilizar ambas, yo, al menos, personalmente, seguiré con la física, pudiendo ponerla en otro terminal, o intercambiarla con otro número si quiero.
Y tú, ¿eres de los que apoya estos cambios, o crees que estamos llegando a un punto de demasiada tecnología quitando características básicas y útiles? Déjanos un comentario con tu opinión.