¿Conocías estas curiosidades sobre Steve Jobs? Anécdotas sobre el mítico CEO de Apple
Una vida y legado como el de Steve Jobs está lleno de curiosidades. Ya sea por su en ocasiones extravagante personalidad o por su genialidad a la hora de visionar el futuro tecnológico, el genio de sueter negro y vaqueros ha dejado infinidad de datos interesantes que, tal vez, no todo el mundo conozca.
Una vida rodeada de mitos y leyendas
Ha llovido mucho desde aquel 1 de abril de 1976 en que Steve Jobs fundara Apple Computer junto a Stephen Woozniak y el menos conocido Ronald Wayne. Mucho tiempo en el que el histórico CEO ha creado y lanzado algunos productos que nos cambiaron la vida como fueran el iPod, el iPad o el, amado y odiado por muchos, iPhone. Pero en este tiempo Jobs también se ganó el honor de ser un ilustre genio con su particular y difícil carácter. Y es que ya dicen que todo genio tiene que tener alguna tara.
El propio Steve Jobs llegó a decir en alguna ocasión en círculos íntimos que existía una conspiración en su contra, especialmente tras su despido de Apple en 1985. No sabemos si realmente llegó a existir algo similar, pero tampoco podemos desmentir dicha teoría fundada por el californiano. El caso es que Jobs, aun creyendo firmemente en ello, no dejó nunca de luchar por dejar su nombre en la historia.
Su fuerte carácter dio mucho que hablar
Uno de los puntos que más controversia y leyendas ha generado es el fuerte carácter que tenía y que, según palabras de algunos, hacía realmente difícil el trato personal. Algún que otro trabajador que estuvo cerca de él ha relatado la tremenda dureza con la que se dirigía a los empleados cuando estos cometían algún error. Algo que contrasta con otros que definían esa dureza como forma de motivación.
En la memoria de muchos permanecen las preguntas de Jobs a sus empleados cuando se encontraban en un ascensor. Se llegó a decir que todos optaban por usar las escaleras si veían que el CEO iba a tomar el ascensor. Normalmente este preguntaba a los empleados acerca de lo que habían hecho durante la jornada y la mayoría de ellos tituteaba, algo que no gustaba al californiano. Existe incluso una leyenda urbana en la que se dice que despidió a un empleado por no haber sido capaz de responder, lo cual no ha sido nunca verificado. Lo que sí se ha llegado a comentar es que Jobs era conocedor de este miedo por parte de los trabajadores y solía aprovecharlo para bromear y rebajar tensiones.
¿Tenía un acuario con pirañas?
Una de las leyendas más comentadas que existe es la de que Steve Jobs tenía un acuario con pirañas en su despacho. Algo que, sin ser realmente descabellado, si sería cuanto menos curioso y particular. Al fin y al cabo podía decorar como quisiera su propio despacho, aunque lo llamativo realmente es la curiosidad que gira en torno a este acuario y que tiene relación con el primer iPod.
El dispositivo de Apple que revolucionó la industria musical fue presentado en el año 2001, pero antes fue sometido a un largo y duro proceso de desarrollo. Cuando los encargados de diseñar el equipo creyeron tener ya un prototipo final, se aventuraron a enseñárselo a Jobs en su despacho. Este, ni corto ni perezoso, tiró el iPod al acuario e hizo observar a los ingenieros como iban saliendo burbujas del aparato. Steve remató la escena con un “¿Veis? Eso es porque aún hay espacio ahí dentro. Hacedlo más pequeño”.
Quizás cualquier otra persona hubiera optado por mencionar el problema y mandar a sus empleados a seguir trabajando, pero Steve Jobs no. Dentro de su extraña personalidad quiso hacer ver a los empleados de una forma realmente visual como el diseño del iPod admitía todavía mejoras. No sabemos si había pirañas realmente, pero la reacción de estas ante el iPod hundiéndose habría sido curiosa de ver.
«En casa del herrero, cuchillo de palo»: nada de tecnología
Steve fue el padre de las computadoras Apple, de los iPhone, los iPad… pero también fue padre de tres niñas y un niño, aunque la paternidad de una de ellas, Lisa, estuvo rodeada de polémica al no querer reconocerla inicialmente, pero eso es caso aparte. Lo llamativo de lo que vamos a hablar es que estos niños podían presumir en el colegio de tener como padre a uno de los grandes genios de la historía de la tecnología, pero no podían tener acceso a la informática, o al menos no siempre.
Es paradójico que una de las grandes figuras que ha hecho tanto por el avance de este sector, capara a sus hijos del uso de estas mismas. ¿Se podía inventar el iPhone y sin embargo no dejar a tus propios hijos que lo utilizarán? La respuesta es no, y sí. No les prohibía el uso de estos equipos, pero si les limitaba las horas de uso y les advertía seriamente de algunos peligros que tiene la red y contra los que Apple no puede luchar. Al fin y al cabo era un comportamiento muy similar al que puede tener cualquier padre con sus hijos a la hora de permitirles usar aparatos tecnológicos.
Lo que si choca es que durante mucho tiempo, se dice, que en casa de Steve solo había un ordenador y estaba situado en su despacho, impidiendo esta forma que sus hijos tuvieran acceso a él. Desconocemos si ese ordenador era un iMac o un MacBook pero queremos pensar que era de Apple, ya que no creemos que Steve perdiera tanto la cordura y coherencia como para tener un sistema de Microsoft. Aunque con Jobs nunca se sabe.
Cabe destacar que esta anécdota fue confirmada no solo por fuentes cercanas a Jobs, sino que él mismo en una entrevista lo confirmó. Al ser preguntado acerca de si sus hijos adoraban el iPad, contestó “ellos no lo usan”.
Obsesión por la perfección en sus productos
En los últimos tiempos hay quienes afirman que algunos diseños de productos de Apple no habrían sido autorizados por Steve Jobs. Lo cierto es que no sabemos cuál sería la situación actual de la compañía y sus equipos, pero entendemos que una buena parte de estas afirmaciones proviene precisamente de la obsesión que tenía el fallecido CEO por que sus diseños fueran coherentes al minimalismo.
Se dice que el fundador de Apple estuvo trabajando en el primer iPhone durante muchos años hasta que se presentó de forma oficial en 2007. Algunos incluso hablan de 20 años. La espera no desesperaba a Jobs, siempre y cuando se cumpliera el canon de que el producto era perfecto y no tenía fallos en ningún sentido. A ello se le une que incluso quería que la interfaz fuera acorde, como los iconos del iPhone hasta iOS 7 con un diseño esqueomorfismo. Esto último es un tipo de diseño que mantiene las mismas estructuras que el componente original al que hace alusión.
Al igual que con la anécdota del iPod y el acuario, son varios los productos que Jobs desestimó por no creer en su diseño. Constantemente se esforzaba en hacer valer su obsesión por que todo fuera perfecto, trayendo consigo algún que otro dolor de cabeza a Jonny Ive y el resto de diseñadores.
¿Ducha? No gracias
No es una novedad descubrir a estas alturas que durante su adolescencia y primera parte de la adultez Steve Jobs se identificaba mucho con la cultura hippie. Si bien esto no está ligado a falta de higiene, lo cierto es que Jobs no hizo mucho por tratar de alejar ese estereotipo. En su periplo por la universidad Reed College de Portland andaba descalzo por todas partes donde pudiese. E incluso trataba de quitarse los zapatos en lugares donde no podía hacerlo. Para él era un peso innecesario y quizás quiso llevar a cabo esa vieja frase de sentir el mundo a sus pies.
Mucho antes, cuando aún era un niño, Jobs practicaba otros hábitos que tampoco se caracterizaban por ser higiénicos. El más básico es el de ducharse y parece que a ese niño californiano no le llamaba mucho eso de meterse en la bañera diariamente. Si bien no es algo muy extraño, debido a que muchos niños huyen de este hábito, lo cierto es que resulta llamativo como lo recordaban sus padres adoptivos en alguna ocasión.
Apple le homenajea siempre que puede
Su fallecimiento en 2011 sorprendió a buena parte del planeta, pero no así a sus compañeros de Apple. El día anterior a su muerte se presentaba el iPhone 4s y por primera vez él no estaba sobre el escenario. Fue Tim Cook quien se puso al mando, aunque no sin lanzar un pequeño guiño a su antecesor. En las butacas de la primera fila del teatro donde se llevaba a cabo la keynote se pudo ver un asiento vació con el cartel de «reservado». Posiblemente ya supieran del estado de gravedad de Jobs. Incluso se ha llegado a decir, sin haberse confirmado nunca, que ‘4s’ era la abreviatura de «for Steve», que significa «para Steve» en inglés.
Hay quienes afirman que el último legado de Jobs fue el diseño del Apple Park, actual sede de la compañía en Cupertino. Lo cierto es que hay parte de verdad, ya que fue el encargado de supervisar los planos iniciales de este mega edificio en forma circular. Como homenaje a este último diseño y a todo su legado, Apple denominó Steve Jobs Theatre al gran teatro del que dispone en este lugar y en el que se llevan a cabo las grandes keynote de la compañía.
En septiembre de 2017, fecha en la que se celebró el primer evento en este teatro, se dio comienzo con un vídeo homenaje a Jobs en el que sonaba su propia voz. Posteriormente un Tim Cook emocionado dedicaba unas emotivas palabras al que fuera su mentor. Se podría decir que el mítico CEO sigue presente en Apple pese a que los avances de la compañía han de ir por delante de toda nostalgia.
Conclusión: una personalidad única
Steve Jobs, genio y figura. Se podría decir que es tan amado como odiado, pero nunca indiferente. Con sus virtudes y defectos logró acercar al mundo algunos conceptos que ahora vemos habituales, pero que en su tiempo eran poco más que ideas de un loco soñador. No lo hizo solo, es cierto, ya que supo rodearse siempre de un equipo brillante que pudieran ser sus manos.