A los usuarios de Apple nos encanta mirar el pasado de la compañía, ya que es una empresa que ha marcado la vida de millones de personas. Prueba de ello la tenemos en las subastas que tienen lugar en el país de las barras y estrellas, donde el Apple-1, la primera computadora de la compañía, se vendió por 677.196 dólares en 2022, y un iPhone de primera generación de 2007 se vendió por 190.372,80 dólares el año pasado, 300 veces su precio original. En consecuencia, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿por qué los usuarios y los coleccionistas aman los productos de Apple y la compañía californiana ignora su pasado?
Productos y momentos únicos de Apple que la compañía ignora
Si hay un dispositivo que todo usuario de Apple siempre ha querido tener y disfrutar, es la primera generación de iPhone. Además, si funciona o sigue en su caja original, la gente está pagando una auténtica fortuna por tener uno de ellos. Sin embargo, cuando analizas la página web de Apple o visitas Apple Park, prácticamente no aparece información de la historia ni sobre Steve Jobs y Steve Wozniak, los fundadores de la compañía más valiosa del mundo, ni el garaje donde ambos hicieron sus primeros proyectos.
Tampoco tenemos información sobre los primeros Mac y el icónico anuncio presentado durante la Super Bowl de 1984, ni anuncios de los Mac más modernos, como la divertida serie de Get, donde aparecen personificaciones icónicas de Mac y PC. La dejadez por su pasado es tal que no se menciona el garaje de Steve Jobs ni siquiera en el sitio web corporativo. Qué menos que aparezca, ¿no?
¿Qué explica esta política de Apple? La respuesta la encontramos en el portal de tecnología iMore, el cual intentó pedir información sobre uno de los Mac más icónicos de la compañía para ver si podrían mandarle una serie de fotos de este emblemático producto. La respuesta fue tajante: “Apple es una empresa con visión de futuro y no guarda fotografías de tecnología antigua. Pruebe una biblioteca de imágenes”.
Otras grandes ausencias de su pasado
Si pensáis que no tener fotos de los diferentes productos es un error, lo peor viene ahora, y es que la propia entidad no tiene ni siquiera un museo, aunque una vez casi llegó a tenerlo. Según indica Anna Mancini, bibliotecaria y archivera colorativa jubilada, la empresa había recopilado «listas de precios, cronogramas, hojas de datos de productos, comunicados de prensa, informes anuales, discursos ejecutivos, folletos de políticas, recortes de noticias”. Sin embargo, esta información está guardada en un cajón bajo llave y esta se encuentra en los valles de Sonoma (nótese la ironía).
Los propios empleados también llevaron a cabo una gran recopilación de información, pero Apple nunca financió ni fundó un museo. De hecho, no hizo ni un esfuerzo para agrupar todos los productos icónicos de la compañía. De nuevo, según Mancini, «muchos de los productos históricos se reunieron en una versión de archivo de búsqueda en contenedores de basura, donde los bibliotecarios los recogieron de los pasillos y contenedores de basura cuando los empleados limpiaban sus oficinas después de ser despedidos”.
Por qué ocurre esto
El objetivo de Apple no es que los CEO o los miembros del equipo tengan un lugar en la historia de la compañía, sino más bien lo contrario. Lo importante de la marca es la propia marca, es decir, Apple, la manzana mordida, y todo lo que no sea cambiar la vida de las personas gracias a las máquinas está fuera de la ecuación de la compañía.
La empresa tiene como sello distintivo la innovación, el deseo de prosperar y ofrecer lo mejor a sus usuarios. Por tanto, no tiene sentido mirar el pasado cuando es una empresa que se caracteriza por mirar el futuro.