Tras más de dos años en el equipo de redacción de La Manzana Mordida, he recogido mucha información sobre el Apple Car en los principales medio estadounidenses para que finalmente el CEO de Apple, Tim Cook, lo cancele por numerosos problemas. A pesar de que muchos lectores y usuarios estamos decepcionados, la caída del vehículo de Cupertino puede ser una auténtica revolución para CarPlay.
Apple CarPlay: Una nueva esperanza para Apple
El gran conocimiento que ha adquirido Apple en el desarrollo del AppleCar de alguna manera se va a poder implementar en CarPlay, ya que toda la cantidad de patentes e inversión realizada no se van a guardar en el “cajón desastre de la era Cook”, sino que poco a poco se irán implementando en CarPlay, el software de Apple que el año pasado dio un salto adelante sin precedentes en materia de integración con el coche. Además, estas ideas no solo se implementarán en este software, sino que probablemente llegarán a Apple Maps y las Vision Pro.
La cancelación del desarrollo de coche eléctrico no significa que Apple no quiera seguir trabajando en una mayor integración de tecnología coche-piloto, sino que más bien es un punto de partida con el que poder llegar a acuerdos con grandes marcas de automoción para que su software se vaya integrando poco a poco en el hardware de los coches, con el fin de que ambos equipos sean capaces de lanzar un producto mucho más competitivo a un precio más económico. Apple es la mejor empresa para desarrollar software y, Volkswagen es una de las mejores del mundo en este ámbito, ¿por qué no trabajar juntos? Es una opinión completamente subjetiva, pero perfectamente viable.
Tim Cook va a redoblar su apuesta por los coches eléctricos y seguramente quiera comenzar a desarrollar un gran abanico de servicios que puedan integrarse en los coches de nueva generación. Estos nuevos servicios pasan por mejorar el contenido en Apple TV+ y Arcade, dos de las plataformas que más presencia pueden tener en este segmento y un impulso hacia adelante en el área de los videojuegos, que no termina de cosechar buenos números.
El proyecto Titán era demasiado titánico
Hacer un coche eléctrico es difícil, hacer un vehículo eléctrico todavía más difícil, y hacer un vehículo eléctrico con conducción autónoma es prácticamente imposible. Obviamente, es un fracaso de Apple, pero realmente el fracaso ha sido querer desarrollar un producto sin tener la tecnología suficiente. Xiaomi, con mucho menos, ha sacado un vehículo eléctrico y, a partir de esa base, ha podido desarrollar un coche como el que quiere Apple.
En consecuencia, Apple se ha visto obligada a dar marcha atrás sobre sus propios pasos y se ha dado cuenta de que la inversión que tiene que destinar para la fabricación de un vehículo es muy alta, además de unos márgenes de beneficios muy bajos. Ahora, Apple puede destinar todo su músculo financiero en sus productos estrella, como los iPhone, Mac, Apple Watch, iPad y Vision Pro, y una mayor integración del software de Apple en el resto de marcas de coches.
Para terminar este artículo, solo me queda una pregunta por realizar: ¿cómo habría sido ver por la carretera un Tesla y el Titan de Apple?