No es la primera vez que leemos una noticia sobre las radiaciones de los iPhone. Es más, hace poco en Francia querían prohibir la venta y uso del iPhone 12 por este mismo motivo, ya que sus límites superaban el umbral marcado por la Agencia Nacional de Frecuencias.
Sin embargo, ¿cuál es el motivo de todo ello?, ¿puede ser perjudicial la radiación de un teléfono para el ser humano?, ¿existen motivos para prohibir realmente el uso de un equipo por la seguridad de una persona?, ¿o es todo algo exagerado?
De caea a los teléfonos móviles, los límites máximos permitidos se establecen 10 veces por debajo de los niveles que realmente pueden llegar a provocar daños. Por lo que, de cara a los teléfonos móviles, tenemos un margen enorme, hasta que llegaran a emitir cantidades realmente dañinas para el ser humano.
De cara a los iPhone 12, uno de los detonantes que volvió a poner sobre la mesa la preocupación de la radiación, sucedió lo siguiente: el umbral máximo de radiación establecido es de 4W/kg. El iPhone 12 se sometió a unas pruebas, cuyos resultados arrojaron una cifra de 5,7 W/kg. Es decir, que superaba por tan sólo 1,7 W/kg los umbrales máximos seguros. Mediante una actualización de software, este error quedó corregido.
No obstante, más allá de lo que sucedió con el iPhone 12, a continuación vamos a ver la manera en la que nos afecta la radiación de un iPhone.
¿La radiación de un iPhone me afecta?
Y es que, a niveles de salud, la radiación de los propios teléfonos es algo que no debería preocuparnos, y menos todavía por la cantidad que un iPhone puede emitir.
Las ondas electromagnéticas, que son las que producen este tipo de dispositivos, no son dañinas para los humanos, y, por tanto, no afectan a nuestra salud. Solo una larga exposición, y a niveles decenas de veces mayores a los de un iPhone, podrían llegar a ser tomados como referencia para comenzar a hablar seriamente del tema.
De todas formas, pese a que el iPhone 12 superaba ese umbral marcado en Francia, el resto de dispositivos, así como una actualización en ese modelo, no llegan al límite, por lo que, aun no siendo peligroso, incluso superándolo, puedes estar tranquilo, que cada vez son más seguros y emiten menos ondas.
Pese a no ser preocupante, las organizaciones responsables nos dan una serie de recomendaciones para evitar aún más este tipo de ondas, por si llegamos a tenerlas miedo. Entre ellas se encuentran:
- Usar auriculares al hablar por el dispositivo
- Alejar el teléfono unos centímetros de la cabeza, así el nivel de radiación caerá de forma importante
- Evitar hablar en zonas con mala cobertura, pues si la comunicación es deficiente, el móvil funcionará a plena potencia
- Los niños son más sensibles a las radiaciones, por lo que hay que asegurarse de que no abusen de su uso
En resumen, si tienes miedo y eres de los que apaga su router por las noches, pone su móvil en modo avión o apaga el led rojo de la TV, que sepas que hay millones de estas ondas por el mundo. Piensa que si tu iPhone coge 4G o 5G en tu habitación, esa señal no la podrás apagar, aunque no tengas el teléfono encendido, estará en el ambiente igual, así como el WiFi de muchos vecinos… Por lo que lo mejor es no preocuparse por ello. No son dañinas, y simplemente se marcan unos umbrales para tomar como referencia, no porque a partir de ahí vaya a ser perjudicial para un humano.
Y tú, ¿eres de los que tiene miedo a este tipo de ondas y radiaciones?, ¿crees que pueden llegar a afectar más de lo que creemos y no se ha demostrado?, o viceversa, ¿y no existe ningún riesgo ni juntando 1.000 teléfonos en nuestra cabeza a la vez?