En las últimas semanas, Apple se ha visto envuelta en numerosos problemas tanto internos como externos, situando en el centro de la diana a Tim Cook, el CEO de la compañía. Sin embargo, si analizamos verdaderamente los problemas de la entidad, quizás Cook no sea el culpable o, al menos, el máximo culpable.
Desde su llegada como máximo dirigente de la compañía en 2011, Apple ha conseguido importantísimos logros, no solo a nivel financiero, sino también a nivel tecnológico. Sin embargo, siempre ha existido esa aura de que Cook ha tomado decisiones muy erróneas a pesar de que los números siempre le han respaldado.
Inversiones millonarias
En los últimos 13 años, Apple ha ido aumentando la inversión en I+D, alcanzando la cifra de 7.000 millones de dólares por trimestre hasta enero de 2024, donde ha sido la primera vez que no ha aumentado su inversión con respecto al trimestre anterior.
El máximo accionista de Apple invirtió 10.000 millones de dólares en el desarrollo del Apple Car, 1.800 millones en el desarrollo de paneles nativos para los iPhone, una cantidad de dinero desconocida para las Vision Pro y algunas otras inversiones, como AirPower, que no llegaron a buen puerto.
¿Los fracasos de estos proyectos son culpa de Cook? Él no puede controlar todos los procesos de fabricación y desarrollo que tienen lugar en la compañía, por lo que cuenta con un equipo de trabajo que le indica cómo se están desarrollando los nuevos productos.
Cook confía en sus directivos y ha comprado muchas empresas y start-up para integrarlas en su tecnología. Sin embargo, hay proyectos que, como en otras compañías, no llegan a buen puerto. ¿Pero es culpa de Cook?
Estancamiento en cuanto a innovación
Tim Cook no es Steve Jobs, no lo ha sido y nunca lo será. De hecho, el objetivo de él no es parecerse al mayor visionario del siglo XXI. Él es un buen hombre de finanzas, de cuentas, de incrementar sus ingresos y mantener a flote una compañía que factura miles de millones de euros, pero que puede caer en cualquier momento si no es capaz de dar un producto único y diferente. No podemos pedirle innovación a Cook, pero ¿y al resto de directivos?
Exceptuando el hardware, donde Apple ha tenido unos resultados brillantes con los procesadores para iPhone, y especialmente los Apple Silicon, Apple tiene serios problemas de innovación en el software, y esto no es problema de Cook, sino que es de nuestro querido Craig Federighi.
El ingeniero senior de desarrollo de iOS, macOS e iPadOS lleva años al frente de una sección que cada año muestra menos indicios de innovación y más de continuidad. Si analizamos las últimas Keynote, en macOS se presentaron los widgets y, años atrás, el organizador visual; en iOS e iPadOS, los temporizadores; mientras que en WatchOS sí le han dado un buen rediseño a la interfaz, pero es la primera gran renovación en 10 años.
¿También tiene la culpa Tim Cook de esto? La inversión está, y el capital humano también, por lo que quizás es que Apple se encuentra en un momento de “falta de ideas” y ha coincidido con la época de Tim Cook. Por tanto, pensamos que tal vez él no tenga la culpa de todo, pero tal vez sí la tengan los directivos que ostentan los principales cambios de la compañía. A todo ello se suma que Cook no es innovador y prefiere ir a lo seguro antes que a lo desconocido.
La administración de Cook y la época que le ha tocado vivir no es la misma que la de Steve Jobs, donde la innovación aparecía en cualquier producto o dispositivo. Ahora las compañías se centran en aumentar sus ingresos, y creemos que eso es lo que ha sabido hacer a la perfección el CEO de Apple.