Muchos usuarios somos adictos a nuestro teléfono de alguna forma. El síntoma más evidente de nuestra obsesión con los terminales es que lo primero y lo último que vemos al terminar el día es el iPhone. Lo peor de esto es que, aun siendo tan conscientes de que tenemos este problema, no ponemos solución y siempre decimos una frase que en el fondo todos sabemos que es mentira: “Luego lo soluciono”. Por ello, hoy venimos a contaros nuestra experiencia y cómo hemos conseguido dejar la adicción a nuestro iPhone 15 Pro Max y poder levantar la cabeza de la pantalla. Existe un mundo más allá de las redes sociales.
Estamos un poco cansados de que todos los lunes nos llegue un mensaje al Apple Watch que dice: “Informe semanal disponible: la semana pasada el tiempo del dispositivo aumentó….”. Esto fue la gota que colmó el vaso. Nos parece exagerado dormir entre 6-7h al día y que tengamos 8h de uso con el iPhone, ya que esto significa que jamás tenemos tiempo para nosotros, o que incluso cuando estamos viendo un capítulo de The Big Bang Theory, también estamos mirando el smartphone.
El decir que no tenemos tiempo para hacer ejercicio o para leer no es más que una excusa, porque realmente pasamos 6h al día en el teléfono.
Una debilidad diaria: mirar el iPhone
Debido a la poca fuerza de voluntad que tenemos cuando tratamos de evitar consumir tantas horas de contenido diario, hemos establecido un sistema de normas y parámetros con los que poder reducir el número de horas de pantalla y poder dedicar más tiempo a nuestros seres queridos, tener tiempo para hacer deporte y disfrutar un poco más de la vida, que pasa y no vuelve.
En un primer momento, pensamos en dejar el teléfono por completo a partir de una determinada hora, pero la verdad es que es una solución un poco hipócrita, porque, en la actualidad, nuestro móvil es prácticamente una extensión de nuestro trabajo y no podemos eliminarlo de nuestra rutina. Entonces, ¿cuáles han sido las soluciones?
Soluciones para evitar la adicción a tu iPhone
La primera solución y la más evidente de todas es reducir el tiempo que pasamos mirando las redes sociales. Es cierto que durante un tiempo pusimos limitaciones y tiempos en pantalla. Sin embargo, el tiempo demostró que eso es imposible. Por tanto, decidimos eliminar todas las redes sociales de nuestro teléfono, excepto WhatsApp, con el objetivo de evitar perder el tiempo.
El problema que nos encontramos con esta solución es que muchos rumores de Apple salen en la red social X, por lo que la solución fue instalarlo en un teléfono secundario, como es nuestro iPhone X, y tener activadas las notificaciones de los post de los mejores filtradores. Así, si suena la notificación, es que hay algún rumor; si no, no tenemos por qué mirarlo.
La segunda solución fue desactivar las notificaciones. Recibimos cientos de notificaciones en el día a día de diferentes medios, como pueden ser YouTube, Disney, HBO y Podcasts. El 80% de las notificaciones no tienen apenas información interesante, pero es un motivo más que suficiente para echar un pequeño vistazo a las redes sociales. Por tanto, hemos desactivado todas las notificaciones, incluso los grupos de WhatsApp.
Por último, eliminar el correo. Tenemos la sensación de que, cuando llega un correo, es algo de vida o muerte, es decir, hay que responder sí o sí. Sin embargo, si ponemos unos horarios concretos, no vamos a tener problemas en ello.
A modo de conclusión, el objetivo fue pasar de 6h de promedio de pantalla a 2h, y afortunadamente lo hemos conseguido. Gracias a eso, hemos tenido tiempo para volver a jugar al pádel y leer, dos actividades que llevábamos sin hacer más de un año.