Son muchas las causas que pueden provocar que nuestro iPhone deje de cargar de manera repentina. Sin embargo, la mayoría de ellas se solucionan sin tener que acudir al servicio técnico. Te contamos algunas de las principales.
Pese a que la autonomía de nuestro iPhone ha ido mejorando en cada versión, la tecnología todavía no se ha desarrollado lo suficiente como para que podamos estar alejados varios días del enchufe. A medida que nos hemos acostumbrado a realizar un mayor número de tareas con nuestro smartphone, quedarse sin batería en nuestro iPhone puede suponer una gran molestia. Sin embargo, existe una situación todavía peor: conectarlo a la corriente con nuestro cargador habitual y que el móvil no responda. Especialmente si no tenemos mucha batería y el margen de maniobra que tenemos es mínimo.
Pese a la alarma que esta situación puede causar en un primer momento, la realidad es que esto no tiene por qué significar que nuestro iPhone se haya averiado. Muchas veces, podemos solucionar este problema sin tener que recurrir al servicio técnico. Te cuento diferentes soluciones que he ido utilizando los últimos años cuando me he encontrado ante una situación similar.
Vigila la temperatura
A medida que el uso que realizamos de nuestro iPhone es más intenso, el consumo de recursos que debe realizar es mayor y, como consecuencia, nuestro iPhone tiende a calentarse más de la cuenta. Si conectamos el cargador cuando nuestro dispositivo ha sobrepasado cierta temperatura, es probable que no responda y, de hecho, aparecerá un mensaje que nos alertará que la carga se ha puesto en pausa por este motivo.
Si te encuentras ante esta situación, y necesitas que tu iPhone se cargue en el menor tiempo posible, lo primero que debes hacer es dejar de utilizar las aplicaciones más exigentes, que son las que requieren de una mayor demanda energética. Y, acto seguido, si tienes la posibilidad, activa el modo avión. Notarás cómo la temperatura del dispositivo se va regulando más rápidamente y en cuestión de minutos tu iPhone va a comenzar a cargar de inmediato.
Utiliza cargadores inalámbricos
Los cargadores inalámbricos degradan la batería en un porcentaje superior a los cargadores tradicionales con cable, sin embargo, pueden ser un buen recurso cuando nuestro iPhone no responde al introducir el cargador.
Si el teléfono no ha recibido ningún golpe, ni se ha mojado, ni hemos hecho nada con él que pueda comprometer su correcto rendimiento, no deberíamos tener ningún problema relacionado con el conector. No obstante, puede tratarse de una buena solución para despejar cualquier tipo de duda al respecto. Si con el cargador inalámbrico funciona, probablemente tengamos que limpiar el conector de nuestro iPhone porque haya entrado algo de suciedad que esté impidiendo una buena conexión con nuestro cargador.
Fuerza el reinicio
Por último, si la temperatura de nuestro iPhone es la correcta, no tenemos ningún cargador inalámbrico con el que hacer la prueba mencionada previamente y todavía nos queda algo de batería, lo más recomendable es reiniciar nuestro iPhone. De este modo, evitaremos cualquier bug que pueda haber afectado al correcto funcionamiento de nuestro dispositivo e impida que nuestro iPhone reaccione al introducir un cargador.
Si nuestro iPhone funciona bien, deberemos apagarlo y encenderlo con el método tradicional. Sin embargo, si no responde a ninguna orden, deberemos seguir las indicaciones que cita la propia Apple cuando el iPhone no responde:
- Pulsamos y soltamos rápidamente el botón de subir el volumen.
- A continuación, hacemos lo mismo con el botón de bajar el volumen.
- Acto seguido, mantenemos pulsado el botón lateral y, cuando aparezca el logo de la manzana mordida, soltamos el botón.
Si nada de lo anterior funciona para que nuestro iPhone vuelva a cargar con normalidad, la única solución que queda es tratar de reservar una cita con el servicio técnico de Apple para que puedan realizar un análisis personalizado hasta encontrar el problema.