Uno de los objetivos que tiene Apple es conseguir que cada vez más usuarios puedan suplir las funciones de un ordenador con un iPad. Sin embargo, esta transición está costando más de lo que la compañía de Cupertino quisiera, sobre todo dadas las limitaciones que a día de hoy tiene el iPad. No obstante, en este post te vamos a contar en que casos sí que los usuarios pueden utilizar el iPad como si fuese su ordenador.
Casos en los que es mejor comprar un iPad
Que el iPad a día de hoy no llega al nivel de un Mac es algo obvio, de la misma manera que también lo es decir que la tablet de Apple es uno de los dispositivos más polivalentes y versátiles que puedes encontrar en el mercado gracias a la multitud de funciones que puede llevar a cabo, así como la gran variedad de necesidades que puede llegar a cubrir. Esto es debido a que, a pesar de que a nivel de productividad no puede alcanzar todavía al Mac, sí que se encuentra en un punto en el que es completamente adaptable para muchos usuarios que tienen unas necesidades muy básicas, además de ser también un dispositivo ideal para los momentos de ocio en el que los usuarios quieren relajarse consumiendo contenido o incluso jugando a alguno de sus videojuegos favoritos.
No obstante vamos a centrarnos en el apartado de la productividad. Como decíamos, el iPad es un dispositivo muy versátil, en gran medida gracias a la cantidad de accesorios que le rodean y que sin duda multiplican su potencial. Por ello, para muchos usuarios que simplemente quieren un dispositivo donde poder realizar documentos de texto básicos, escribir, revisar correos, navegar por internet y ojear redes sociales, el iPad es un dispositivo ideal para ello, más aún que el Mac. De la misma manera que lo es para muchos profesionales del diseño, gracias al Apple Pencil y la gran cantidad y variedad de apps presentes en la App Store. Por tanto, en algunos casos sí que el iPad ya puede ser el sustituto ideal para el Mac, e incluso una mejor opción para muchos usuarios.
Casos en los que es mejor comprar un Mac
Por otro lado, es obvio que en la gran mayoría de ocasiones, la compra de un Mac va a ser mucho más recomendable que la de un iPad, dado que las posibilidades a la hora de poder hacer uso de aplicaciones y programas de terceros no presentes en la App Store son vitales para muchísimos usuarios que se mueven en multitud de entornos laborales y que tienen una conexión vía Bluetooth mejor que los iPad.
Además, muchísimas aplicaciones profesionales siguen sin estar presentes y aptas para ser utilizadas en el iPad, dejando al Mac como única solución para aquellos usuarios que hacen uso de ellas. Un ejemplo clarísimo de esto es Final Cut Pro. Por tanto, obviamente la compra de un Mac para trabajar va a ser lo más adecuado en una gran mayoría de casos dadas las múltiples posibilidades y, sobre todo, porque no va a requerir una curva de aprendizaje para poder aprovechar desde el primer momento un dispositivo que te ha costado tanto dinero. Y es que este último motivo es uno de los principales escollos para muchos usuarios, ya que en el iPad se pueden hacer muchas cosas, igual que en el Mac, solo que la manera de hacerlo es diferente y, por ello, se necesita un periodo de adaptación por el que muchos usuarios no están dispuestos a pasar.