Hace casi 40 años que Steve Jobs era despedido de la empresa que él mismo fundó junto a Steve Wozniak y el desconocido Ronald Wayne. Un despido polémico donde los haya y que todavía sigue resultando curioso cuatro décadas después. Si no conocías esta parte de la historia de Apple, te contamos las razones que llevaron a Jobs fuera de su compañía.
El despilfarro del Macintosh
Steve Jobs fue un visionario cuando vio potencial en aquella placa que diseñó Steve Wozniak y que a la postre se convertiría en el Apple I, precursor del éxito posterior de la compañía. Sin embargo, en 1985 poco quedaba de aquella visión. O al menos así lo veía la exigente junta directiva liderada por John Sculley, fichaje estrella de Jobs al que había reclutado dos años atrás procedente de Pepsi.
En cualquier empresa es fundamental tener ingresos, pero en una compañía tecnológica y que ya por entonces cotizaba en bolsa lo era todavía más. Y las desastrosas cifras de ventas del Macintosh acabaron sirviendo como guinda del pastel tras unos años en los que Jobs invirtió excesivo dinero en desarrollos como el del Apple Lisa que no acabaron por afianzarse en el mercado, generando demasiadas perdidas y anulando poco a poco la confianza de la junta.
Sculley fue quién en última instancia tomó la decisión de destituir a Steve Jobs del departamento de Macintosh y que al final hizo que el cofundador abandonase la que había sido su casa. Conocido el carácter de Jobs, este no pensaba quedarse como un simple consejero o accionista. Quería poder poner su visión al servicio de la causa, pero en Apple ya no era posible tras su destitución. Así que, voló.
Le dio tiempo a fundar NeXT y Pixar
La etapa de Steve Jobs fuera de Apple no fue quizás tan reconocida a nivel mediático, pero años después se demuestra que dejó huella a muchos niveles. Fundó NeXT Computer, una compañía que años después serviría para salvar a la mismísima Apple y la cual introdujo interesantes equipos dedicados al trabajo profesional en empresas y usuarios avanzados.
También se recuerda de esta época a Steve Jobs como uno de los fundadores de Pixar, la cual nació realmente como una firma informática. Fue con la compra de Graphics Group, una sección de Lucasfilm, con la que la famosa productora comenzó a sembrar su ya alargada figura, destacando Toy Story como la primera película de animación hecha por ordenador al cien por cien.
Regreso triunfal y el resto es historia
No podemos intuir el devenir de Apple si el despido de Jobs no se hubiese producido, pero los hechos nos demuestran que no fue una decisión que se tradujese en éxito. John Sculley tuvo que ceder su puesto en 1993 a Michael Spindler y tras él, llegó Gil Amelio.
La compañía se encontraba al borde de la bancarrota y Amelio recurrió al único hombre que había logrado levantar Apple de la nada: Steve Jobs. Este no quiso ser un simple asesor, sino que quiso capitanear ese buque semihundido como director ejecutivo, deseo que Amelio concedió y que fue posible gracias a la compra de NeXT. Todo esto en el año 1997.
Lo que sucedió después, está muy reciente y es de lo que todavía bebe Apple, parte imprescindible de su historia y sin la cual la compañía no sería hoy la empresa con mayor valor bursátil. En 2001 llegó el iPod, en 2007 el iPhone. El último gran invento de Jobs fue el iPad en el año 2010 y desde su fallecimiento en 2011, la compañía no ha dejado de crecer, esta vez capitaneados por Tim Cook.