A finales del 2013, Apple lanzaba el iPad mini con Pantalla Retina, que fue conocido posteriormente como iPad mini 2. Un dispositivo que este año va a cumplir 10 otoños, es el que sigo usando en mi día a día. Así que en este post te voy a contar para qué lo uso, cómo se comporta después de tanto tiempo, y en definitiva, mi experiencia de tenerlo como única tablet.
El contexto del iPad mini 2
En el ámbito de la tecnología, cualquier producto que tiene diez años podría considerarse perfectamente obsoleto. Y lo cierto es que, aunque en el caso del iPad mini 2, se trata de un dispositivo antiguo, no se siente como tal. Para empezar, la construcción y su diseño se siguen viendo de calidad. Y en tema de sistema operativo, aunque no tenga la última versión de iPadOS, sí cuenta con iOS 12.5.5, con el cual es posible seguir haciendo muchas cosas, sobre todo, de cara a consumir contenido.
El tamaño de la pantalla, aunque es de 7,9 pulgadas, se nota que es de mucha calidad, gracias a la tecnología Retina que incorpora. Y poder consumir contenido con una pantalla que se sigue viendo como el primer día, es de agradecer, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de una tablet que tiene 10 años.
Qué hago yo con el iPad mini 2
El consumo de contenido en este iPad es su principal tarea, la cual se complementa con la de jugar con algún que otro videojuego. En mi caso, no sólo me limito a ver vídeos en YouTube, o series y películas en Netflix o Amazon. Sino que también, me gusta mucho como lector de libros. Gracias a aplicaciones como Apple Books o Kindle, tengo un repertorio enorme de libros, en un mismo lugar. Y gracias a la calidad, y sobre todo, al tamaño de la pantalla, leer con el iPad es una actividad muy cómoda.
La música es también es importante en mi día a día. Y gracias a que la versión de iOS 12.5.5 sigue soportando Apple Music, y a que el dispositivo incorpora una conexión mini jack, puedo conectar unos auriculares con cable y escuchar las mismas canciones, álbumes y listas de reproducción que tengo en mi iPhone y en mi Mac, aunque la interfaz de la aplicación no esté actualizada.
Lo bueno y lo malo de este iPad
Este modelo incorpora un procesador Apple A7, el cual se sigue moviendo sorprendentemente bien con iOS 12. Lo bueno es el rendimiento que sigue dando en tareas que requieren consumir pocos recursos. Además de la propia construcción de hardware y la calidad de la pantalla.
Por contrapartida, como buen producto tecnológico con baterías de litio, su capacidad ha ido bajando con los años. Aquí el principal inconveniente, es que de forma oficial, no hay manera de saber el porcentaje de salud de la batería. A todo esto hay que añadirle el rendimiento «a trompicones» en aplicaciones que sean de creación o edición de contenido.
Pero si exceptuamos esto, lo mejor de este iPad es que sigue siendo funcional para consumir contenido, por lo que se ha convertido en «el iPad de la casa». Para trabajar, ya tengo mi iPhone y mi Mac, y si quiero distraerme de la rutina y de la jornada laboral, es de agradecer tener un producto sencillo, bonito y efectivo, que cumple con mis necesidades.