La palabra “monopolio” va a ser responsable del fin de Apple como lo conocemos. El gobierno de los Estados Unidos de América oficialmente está demandando a Apple por prácticas anticompetitivas, afirmando que la compañía no deja que otras empresas puedan competir en igualdad de condiciones. A pesar de que el ojo del huracán sea Cupertino, las consecuencias de esta decisión van a acabar afectando a toda la industria de la tecnología.
La demanda que nadie entiende
Las 88 páginas que componen la demanda indican que Apple ha creado un monopolio por diversas razones, interrumpiendo el desarrollo de grandes aplicaciones como WeChat, porque tiene limitaciones cuando se usa en iPhone. También critican a la entidad de que el Watch solo sea compatible con un iPhone, obligando a realizar una compra innecesaria. Tampoco quiere que limite sus funciones a apps de mensajería. En concreto, las autoridades afirman que, si tienes una conversación con un iPhone, la experiencia es más productiva que si tienes un Android en la app de iMessage.
En tercer lugar, la aplicación de Wallet es la única con la que puedes llevar a cabo transacciones, y no es justo que no puedas pagar con NFC o con algo que no sea Apple Pay. Por último, aunque esto está parcialmente solucionado, no permite la presencia de videojuegos de streaming en la nube, un aspecto que Microsoft ha criticado durante años, ya que crea intencionalmente barreras y hace que no sea tan fácil entrar en el ecosistema que ha creado Cupertino.
De todas estas demandas, la única que verdaderamente puede suponer un problema, y es cierto que podría ejercer prácticas monopolísticas, es que el Watch es completamente dependiente del iPhone.
Cuáles son las repercusiones que sufrirá Apple
¿Cómo va a afectar esta semana a Apple, si es que pierde? Vamos a retrotraernos a los años 90, cuando hubo un litigio entre Estados Unidos y Microsoft, la gran dominante de la industria de la computación.
El motivo principal de la demanda era que Microsoft dominaba el internet al incluir forzosamente Internet Explorer en sus sistemas operativos. El objetivo de Estados Unidos era separar la empresa en dos y, tras una gran disputa entre ambas entidades, llegaron a un acuerdo por el que Microsoft accedió a que empresas de terceros incluyesen su software en Windows.
El gobierno de la primera potencia del mundo limitó la capacidad de funcionamiento de Microsoft. Además de esta “liberalización”, un comité de expertos tuvo acceso a todo el código de Microsoft durante cinco años para asegurarse de que no cumplieran prácticas monopolísticas.
Las consecuencias no radican tanto en si una empresa tuvo que pagar una multa millonaria o no, ya que estamos hablando de corporaciones tan poderosas que el dinero siempre es un aspecto secundario. Lo realmente importante es que la decisión cambió la industria para siempre. ¿Sabéis qué empresa fue la más beneficiada? Apple. De hecho, si el gobierno no hubiera permitido esta liberación, la compañía de la manzana mordida no habría podido crecer en el mercado de los computadores.
El fin de un modelo de negocio
Apple sabe que, si pierde esta demanda, le va a afectar en su negocio. No solo económicamente, sino que dañaría la filosofía y el alma de la empresa.
Apple afirma que no hay sustento en la demanda y el mercado de smartphones todavía sigue muy competitivo. Realmente creemos que tiene razón, ya que Apple tiene el 50% de la cuota de mercado en Estados Unidos, pero usuarios Android hay en una proporción de 10 a 1.
La compañía afirma que, si el vencedor es el gobierno, la entidad ya no “podría desarrollar los productos que la gente espera”. La entidad es consciente de las estrategias que toma, todo por desarrollar el mejor ecosistema posible. Si se rompe esta interconexión, ¿qué sentido tiene comprar un producto de Apple?
Qué pasará en el futuro
La demanda tomará meses o años en resolverse y Apple apelará en todo momento, llevando periodos de mayor distanciamiento con la corte suprema de justicia y fases donde se llegará a acuerdos entre ambas entidades.
Personalmente y, a título personal, va a tener que cambiar una serie de cuestiones y tener que pagar varias multas millonarias y probablemente tenga que ceder en algunas cuestiones como si hizo Microsoft en los 90. Lo verdaderamente importante en este movimiento es que no haya ninguna afiliación política y sean los especialistas con la legislación en mano, tomen las medidas que tienen que tomar y que permitan a las empresas de tecnología lanzar los productos innovadores porque es la única manera que tendrá la sociedad de crecer y desarrollarse.