Todos tenemos en la retina el día en que Steve Jobs presentó el iPad, la primera tablet del mercado que respondía a las necesidades de los usuarios que buscaban consumir contenido desde una pantalla más grande que la de un teléfono móvil. Sin embargo, una semana antes de que este producto colapsara el mercado del mundo, la compañía recibió una demanda que podría haber marcado el futuro de la empresa: una demanda por plagiar el nombre de iPad.
iPhone, iOS o Macintosh son nombres icónicos de la entidad californiana. Sin embargo, la llegada de estos nombres a la firma americana estuvo envuelta en numerosos enfrentamientos.
Fujitsu fue pionera en el concepto iPad
En el año 2000, la empresa japonesa Fujitsu lanzó al mercado un dispositivo informado de mano, que contaba con Wi-fi, Bluetooth, soporte VoIP y una pantalla táctil a color de 3.5 pulgadas, todo ello bajo la denominación “iPad”. Sin embargo, la finalidad de esta compañía era diferente a la que buscaba Apple, ya que el objetivo era que los empleados pudiesen llevar a cabo un seguimiento del inventario y las ventas que se producían de sus productos.
A todo ello, otra empresa entró en disputa con Apple, MagTek, la cual patentó el nombre comercial “iPad” y lo usó para el desarrollo de un dispositivo portátil de cifrado de números.
9 años después, la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos declaró abandonada la solicitud de Fujitsu. Sin embargo, esto solo supuso el punto de partida para reabrir la disputa entre ambas empresas.
Una batalla de mercados entre Apple y Fujitsu
Masahiro Yoshiba, director de la división de relaciones públicas de la marca nipona Fujitsu, indicó fehacientemente que “el nombre es nuestro”. Sin embargo, el verdadero problema no radicaba en el nombre en cuestión (que también), sino en la finalidad del mismo, ya que ambos incluían una capacidad de funcionamiento similar, al menos en el registro de marcas y patentes, lo que significó un choque titánico entre dos gigantes tecnológicos.
Finalmente, Apple pagó un montante de 4 millones de dólares por la reasignación de los derechos de la marca registrada de “iPad” por parte de Fujitsu a Apple. Y parece que la jugada fue un auténtico éxito para Apple, ya que se ha convertido en la tablet del mercado más vendida del mundo, muy por delante de la generación anterior. ¡Una de las mejores inversiones de la historia!
Otros enfrentamientos por registro de nombres
Apple ha sido una empresa que a lo largo de la historia ha tenido constantes enfrentamientos con otras marcas por patentes y por registro de marcas. Más allá del iPad, el iPhone fue y es otro de los productos emblemáticos de la compañía. No obstante, su nomenclatura supuso un enfrentamiento directo con la empresa Cisco, que era propietaria de la marca comercial iPhone.
Ambas corporaciones llegaron a un acuerdo por el término “iPhone”. Sin embargo, esa no sería la última disputa entre ambas, ya que más tarde el nombre de iOS conllevaría un nuevo enfrentamiento debido a la posesión de los derechos de Cisco.
Macintosh es otro de los nombres más vinculados a Apple a lo largo de sus 47 años de historia. Sin embargo, en 1982, la compañía actualmente presidida por Cook se vio obligada a pagar a la empresa de audio McIntosh Laboratory para poder usar el nombre de Macintosh en su ordenador de desarrollo.
Apple es una empresa que roba patentes de pequeñas empresas
Apple siempre ha estado en el ojo de huracán y en los últimos años, es cierto que no ha presentado nuevos nombres innovadores ya que la estrategia de las marcas actuales es poner el nombre de la empresa delante del producto, como “Apple Watch”.
Ahora bien, Apple está desarrollando sus productos a partir de la robar patentes a pequeñas empresas que no tienen el poder financiero ni económico que tiene Apple, con lo que podríamos decir que se trata de una batalla entre David vs Goliat, cuya única solución que tienen estas empresas es contad con el apoyo de la opinión pública con el fin de que las autoridades intervengan, o presenten una alegación contra la BigTech, pero solo su presentación conlleva un desembolso de un millón de dólares.
Apple, dice que se trata de colaboraciones con entidades menores, pero realmente no es así, ya que intenta tumbar cualquier procedimiento judicial contra ellos e invalidar las patentes que ellos mismos están aplicando a sus productos.