¿Avanza la tecnología a pasos agigantados? Este es un interesante debate con muchos matices, pero si nos centramos únicamente en la tecnología móvil podemos observar como el crecimiento exponencial que tuvieron las grandes compañías hace 10 años está ahora sufriendo un receso. La famosa innovación de la que tanto se habla se paga cada vez más cara, y donde antes había una revolución en la industria, ahora nos encontramos con pequeños detalles que hacen más cómoda la experiencia del usuario.
Apple consiguió en 2007, con el primer iPhone, revolucionar la industria del smartphone añadiendo nuevas funciones que hasta entonces no encontrábamos en un teléfono móvil. Otras compañías han ido aportando su granito de arena, combinando tecnologías de unos y de otros hasta conseguir que hoy en día haya un numero considerable de compañías capaces de sacar cada año al mercado nuevos smartphone que son auténticas bestias. Sin embargo, como decíamos anteriormente, la novedad en estos últimos años está en los pequeños detalles.
¿Es la tecnología 5G y pantallas de alta tasa de refresco el futuro más inmediato de la «innovación»?
Una vez que tanto el iPhone como sus rivales estuvieron a la par en cuanto a prestaciones, empezaron a surgir pequeños detalles que se hicieron tendencia. Ejemplo de esto son los sistemas biométricos como el lector de huellas. Más tarde fueron los teléfonos «todo pantalla», es decir, un dispositivo con un frontal en el que la pantalla ocupe la mayor parte y con unos marcos cada vez más finos.
Ahora, a las puertas casi de 2020, nos encontramos con otras tendencias que se empiezan a hacer cada vez más comunes. Obviando teléfonos plegables como los de Samsung o Huawei, la mayoría de fabricantes están apostando por dos tecnologías que hasta hace unos meses no eran frecuentes: la conectividad 5G y las pantallas con una alta tasa de refresco.
En el caso de Apple vemos como este año no logró incorporar la conectividad 5G a sus iPhone 11 y iPhone 11 Pro. Más allá de los problemas que impidieron esto y de las críticas de los usuarios, todo apunta a que finalmente será el próximo año cuando veamos un iPhone con este tipo de conectividad y cuando los usuarios podrán disfrutar de una opción más a elegir al cambiar la red de datos móviles en el iPhone. El hecho de que Apple adquiriese el equipo de Intel encargado de desarrollar estos chips, nos ha dejado saber que la propia compañía quiere ser quien desarrolle en el futuro este tipo de modems.
Por otro lado están las pantallas con altas tasas de refresco. El OnePlus 7 fue uno de los primeros ejemplos en el terreno de los smartphone gracias a sus 90 Hz. Antes, en el año 2017, Apple había lanzado su segunda generación de iPad Pro con un panel capaz de moverse en tasas de 120 Hz. Precisamente esa tecnología podría ser adaptada a los iPhone del próximo año, aunque está por ver si la sustitución del panel táctil del iPhone se ve afectada también por esta posible novedad. Varios informes lo han ido sugiriendo en los últimos meses y parece ya más una realidad que un simple rumor. El último medio en pronunciarse al respecto fue Digitimes hace unas horas.
Por tanto, y a sabiendas de que aún falta casi un año para conocer nuevos iPhone, sabemos que Apple se sumara a esta tendencia de conectividades y tecnología de pantalla. Evidentemente esto es algo positivo pero que nos deja una profunda reflexión acerca de si realmente estos detalles están a la altura de lo que realmente esperamos de una compañía que revolucionó la industria hace 12 años.
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